26. Perla | Boromir

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La Compañía del Anillo partió de Rivendel, y comenzó el viaje. Aún faltaba para el mediodía, cuando Aragorn notó que Boromir servía algo de una olla en pequeñas cuencas de madera, por lo que se acercó a él.

"Boromir, ¿qué haces?"

"Preparo el segundo desayuno de los pequeños." Dijo concentrado. "Sam me dijo que con el estofado que sobró bastaba."

Levantó una ceja con recelo. "¿Es para los hobbits?"

"¡Claro! Si no reciben un segundo desayuno, morirán."

Intentaron usar dicha técnica en Aragorn, por lo que él ya sospechaba quiénes eran los culpables de que Boromir creyera aquello. "¿Merry y Pippin te lo dijeron?"

"Sip."

El montaraz sonrió incrédulamente y negó con la cabeza. Un segundo desayuno no haría daño a nadie, por lo que Aragorn lo dejó pasar.

Legolas y Gimli iban adelante guiando el camino, cuando una tonta riña surgió entre ellos, causando que el resto de la Compañía se detenga. Aragorn giró para hablar con Gandalf sobre la ruta, cuando notó algo inusual.

"¿Qué estás haciendo, Boromir?" Bufó.

"Nada."

"Entonces, ¿por qué cargas a Pippin en tu espalda?"

"Sus piernas se marchitarán si camina por más de dos horas."

"¡Eso es falso!" Exclamó el montaraz.

"¡No lo es!" Pippin se asomó detrás de Boromir. "Ocurre a menudo en mi familia."

Frodo y Merry rieron entre ellos, mientras que Sam negaba con la cabeza fastidiado. Aragorn sabía muy bien que los hobbits ya eran adultos, y Pippin estaba siendo un verdadero dolor en el trasero. Gandalf exhaló.

"Aragorn, ¿por qué eres muy duro con ellos?"

"Te están tomando del pelo, Boromir. No todo lo que dice Pippin es cierto."

El Gondoriano sonrió. "Mentira o no, no puedo negarme ante su inocente rostro." Aragorn frunció el ceño escuchando a Boromir. "El pequeño luce tan frágil, como una perla, y no puedo evitar querer protegerlo."

El montaraz permaneció sentado, con Gandalf fumando a su lado . Ambos pensaron en aquella metáfora mal expresada; las perlas no suelen ser frágiles. Boromir les regaló una sonrisa orgullosa mientras se alejaba de ellos para acercarse a Merry y a Pippin.

"¿Qué es lo que te preocupa?" El mago dio otra calada a su pipa.

"Boromir." Aragorn negó con la cabeza. "A raíz de las bromas de Merry y Pippin, él subestima a los hobbits, preocupándose innecesariamente por ellos. No quiero que crea que los hobbits son débiles, o frágiles, porque no lo son."

"Tienes razón, no lo son." Concordó Gandalf. "No obstante, la preocupación que surge por otros no siempre está ligada a la debilidad, sino al deseo de instruir a esos otros. Mira."

Obedeciendo a Gandalf, el montaraz dirigió su mirada a los dos hobbits y al Hombre, quienes blandían sus espadas para practicar un poco. Boromir los guiaba, sin ser duro con ellos, siempre tomando precauciones de no lastimarlos. Pero el corazón de Aragorn permaneció afligido, y exhaló cansadamente. Temía que aquel deseo de proteger a los pequeños llevara al Gondoriano a su fin.

 Temía que aquel deseo de proteger a los pequeños llevara al Gondoriano a su fin

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notas:
1. el gif pertenece a quien corresponda.

Fictober 2020 | Edición TolkienDonde viven las historias. Descúbrelo ahora