30. Amistad | Puertas de Durin

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Si era cierto que los Enanos de Khazad-dûm no tenían afecto por ningún Elfo, aquello cambió cuando Gwaith-i-Mírdain, un grupo conformado por Elfos herreros, llegó a Eregion con el fin de asentarse ahí. Debido a la cercanía geográfica que existía entre las regiones de Moria y las de Eregion, imposible no fue establecer un vínculo entre los Naugrim y los Eldar, en lo que concierne tanto al comercio como a la admiración de parte de una raza a la otra.

Los Noldor llegados a Eregion apreciaron el mithril con enorme asombro, y nunca con fines malévolos fue usado por ellos cuando finalmente fueron recibidos como invitados en las magníficas estancias de Moria. Del mithril se crearon productos y objetos de suma belleza, que sólo habrían podido llegar a ser gracias a la colaboración entre los Khazâd y los Primeros Hijos de Ilúvatar.

De parte de los Enanos, se dice, fue Narvi quien más aportó de su talento y de su inigualable artesanía, así como de parte de los Elfos, fue Celebrimbor quien de su ingenio y vasto conocimiento grandiosas cosas surgieron. Ambos fueron los mayores artífices de dicha amistosa relación entre Khazad-dûm y «Las Tierras del Acebo», relación de la cual ambas razas obtuvieron beneficios.

Y en la cúspide del trabajo que resultó de la peculiar unión entre las agudas mentes y las astutas habilidades de Narvi y de Celebrimbor, creadas a la perfección fueron las bien reconocidas «Puertas de Durin», bajo también los nombres de la «Puerta Oeste de Moria» e incluso de la «Puerta Élfica».

Fue Narvi quien se ocupó de diseñar y de construir las puertas en grises losas, con la ayuda de los herreros que pertenecían a su raza, mientras que fue Celebrimbor el encargado de adornarlas con runas y detalles que los identificaban, así como también fue el encargado de escribir las inscripciones en Sindarin a pedido de Narvi, e igualmente escribió las iniciales de sus respectivos nombres, calma «C» y óre «N», y la inicial de Durin, ando «D».

Con ithildin, una sustancia plateada y azulosa que sólo podía ser revelada bajo la luz de las estrellas y de la luna, y creada por los Elfos a partir del mithril, el Señor de Eregion decoró las puertas. Hizo los emblemas de Durin, que son el martillo y el yunque; una corona adornada con siete estrellas; dos árboles, cada uno abrazado de un pilar; finalmente, una estrella solitaria formada por ocho picos, la cual, sin importar lo menos que lo desee, siempre identificaría a Celebrimbor.

En la inscripción podía leerse:

Puertas de Durin, Señor de Moria. Habla, amigo, y entra. Yo, Narvi, las hice. Celebrimbor de Acebeda dibujó estos signos.

Ambos, orgullosos de su majestuosa obra final, sonrieron con suma satisfacción y dicha. Arda nunca sería testigo de alguna otra amistad compartida por un Elfo y por un Enano, como lo había sido la que compartieron Narvi y Celebrimbor. Con la excepción de la llegada de Legolas y Gimli, claro.

 Con la excepción de la llegada de Legolas y Gimli, claro

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notas:
1. el gif pertenece a quien corresponda.

Fictober 2020 | Edición TolkienDonde viven las historias. Descúbrelo ahora