15. Huésped | Casa de Finwë

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Los Valar, tras descubrir que aquel malentendido entre Fëanor y Fingolfin fue provocado por las mentiras de Melkor, decidieron invitar a los Eldar a una fiesta en la gran ciudad de Valimar para reconciliar a los medios hermanos. Sin embargo, el rey de los Noldor no se hallaba ahí, sino en la fortaleza de Formenos, resguardando en la bóveda las más grandes joyas que su hijo mayor pudo crear.

Finwë siempre se mostró como un rey justo, nunca teniendo favoritismo por alguna criatura, pero no podía decirse lo mismo al tratarse de sus hijos.

Si bien siempre amó a todos sus hijos, nunca actuando cruel con ninguno de ellos, era demasiado obvio quién era el que atrapaba toda su atención y orgullo. Nunca hablaba con tanto brío como lo hacía al dirigirse a Fëanor.

"Es extraño no ver al rey aquí." Uno de los Elfos de la corte real murmuró.

"La malquerencia es por parte de un hermano al otro, no de parte del rey a sus hijos." Contestó otro Elfo. "Esto es entre ellos dos y sus familias; el rey Finwë no contaba con razón alguna para asistir al llamado de los Valar."

Un tercer Elfo soltó una carcajada. "Eso dicen muchos; sin embargo, es debido a que el rey juega a tener favoritos que los hermanos se llevan mal. Mejor se ahorró otra humillación."

En Valimar, aquellos murmullos de los miembros de la corte real no eran silenciosos para los oídos de Finarfin, el hijo más joven de Finwë, quien también era considerado un enemigo ante los ojos de Fëanor. Si era cierto que había diferencias entre el hijo de Míriel y los hijos de Indis, Finarfin creía fielmente que no era culpa del trato de su padre, a pesar de notar lo especial que Finwë trataba a su primer hijo.

Después de amenazar a Fingolfin a muerte en varias ocasiones, Fëanor continuaba sin tenerle afecto. No obstante, Fingolfin declaró que eran medios hermanos en sangre, pero hermanos absolutos en corazón, y lo reconoció como el hermano mayor. Fëanor aceptó de mala gana.

Los dorados cabellos de Finarfin brincaron contentos al creer que los problemas entre Fëanor y ellos habían desaparecido. Por otro lado, no dejaba de preguntaba porqué su padre no había asistido a la fiesta. Sonaba raro; fiesta. ¿Qué estaban celebrando?

Lejos de Valimar, en Formenos, la oscuridad llegó como un huésped indeseado.

Finwë, quien había decidido ignorar el llamado de Manwë por proteger las joyas de su primogénito, se hallaba acompañado de solamente un puñado de guardias cuando Melkor llegó. Tras destruir los Dos Árboles, asesinar a Finwë con su escolta y robar los Silmarils fue pan comido.

El primer asesinato en Arda fue horrendo. Fëanor regresó a Formenos; jamás olvidaría aquella imagen de su padre muerto ante las puertas de la fortaleza. Aquel asesinato desencadenó las matanzas que continuarían a mano de Fëanor y los Noldor.

 Aquel asesinato desencadenó las matanzas que continuarían a mano de Fëanor y los Noldor

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notas:
1. la imagen pertenece a @yevonite en twitter (imagen completa en su perfil, advertencia: gore 👁️👄👁️).

Fictober 2020 | Edición TolkienDonde viven las historias. Descúbrelo ahora