Me despierto un poco desorientada, mis ojos tratan de adaptarse a la luz que se filtra por el enorme ventanal, hasta que me doy de cuenta de unos aparatos que pitean y de la máscara de oxígeno que tengo en el rostro. Me siento en la cama con cuidado, un poco débil y sedienta, miro a mí alrededor, hasta que mis ojos caen al lado de mi cama, un bello y escultural cuerpo duerme plácidamente, sonrió embobada por su belleza. Sin poder evitarlo acaricio su rostro con amor.
Me recuesto de nuevo y me acerco más a él quedando frente a su rostro, tomo un mechón de mi cabello y se la paso por la nariz, el arruga el rostro haciendo me reír, muerdo mi labio inferior para no hacer ruido, vuelvo a pasarle mi cabello por la nariz y boca, haciéndolo gruñir y despertar. Rio al verlo arrugar su frente y mover la cabeza con fastidio.
-Habibi...- lo escucho murmurar, el abre los ojos, y me escanea con la mirada- buenos días...- me saluda con aquella voz ronca, le sonrió.
-Buen día amor mío- su mano acaricia mi mejilla.
-¿Cómo te encuentras?- me pregunta preocupado.
-Bien- respondo- un poco débil pero bien- los recuerdos de lo ocurrido el día de ayer se volvieron de nuevo visibles en mi mente, me arrepiento de haberle dicho aquello, y me siento mal por ello- lo siento...
-¿Por qué?- sonrió de lado apenada.
-Por lo que te dije, no debí decirte esas cosas, es que estaba muy enojada por lo que me dijiste y no supe controlar mi lengua- relamo mis labios resecos. El niega, se acerca más a mí, y une su frente con la mía.
-Perdóname a mí, por ser un idiota y hablarte de esa manera, y gracias a eso casi te pierdo, juro que primero muerto antes que volver a verte de esa manera mi adorada Zawja.
-Te perdono, pero no lo vuelvas hacer habibi, no vuelvas a colocar a esa mujer de nuevo frente a mí- el asiente, besa mi frente, cuando lo único que deseo es besar sus labios- que me paso...
-Te desmallaste, y casi mueres por la falta de oxígeno, el doctor me dijo que tienes problemas respiratorios, el asma no es algo muy bueno cuando los nervios se alteran, y eso hizo que se te trancara la respiración.
Frunzo el ceño- yo jamás he sufrido de asma, es muy raro.
-Lo mejor es que te mantengas en reposo mi cielo, no puedes alterarte ni mucho menos hacer esfuerzo.
-Está bien- me quito la mascarilla ya cansada de tenerla, tomo una enorme bocanada de aire y mis pulmones duelen un poco pero se acostumbran- así está mejor, eso de respirar aire artificial no me gusta mucho. Él me sonríe para luego verlo levantarse y sentarse en la orilla de su lado de la cama- a dónde vas- pregunto.
-Tengo trabajo que hacer amor, tengo que viajar a la medina y luego ir a ver a la tribu de Benjamin- responde, el empieza a vestirse.
-Me darías un beso- murmuro, él se voltea y me mira por un par de segundos, hasta que lo veo gatear hasta mi se sienta en la cama, acuna mi rostro entre sus manos y besa mi frente- frunzo el ceño, y hago un puchero de niña chiquita- no me gusta- el ríe, cuando se va a ir, lo tomo de los hombros y acerco su cara a la mía, y beso sus labios, mi lengua invade su boca y él se deja llevar por mis labios, no sabe cuánto deseo ahora que me posea.
El se separa de mi- amor tienes que descansar, no es bueno que te...
-No tiene nada de malo de que bese a mi marido, no moriré por ello, no seas paranoico.
-No es ser paranoico, es cuidarte, comprendes- asiento, él se baja de la cama para marcharse, suelto un leve suspiro cansado. Decido levantarme y acercarme a la ventana, me quito el aparato que regula mis latidos y me acerco al ventanal para contemplar el jardín.
Al rato llega Salma y las demás asistentes para ayudarme a prepararme, hoy tendré que salir de palacio para asistir y cortar el lazo de la apertura del nuevo orfanato, las horas pasan volando, ya completamente listo, desayuno y tomo las medicinas que recomendó el doctor.
Salgo de mi recamara y me dispongo a caminar por los pasillos- y mi familia, aún se encuentran en palacio.
-Si mi señora, el señor hablo con su familia para que pasaran el día aquí, y cenaran con ustedes, por lo que aceptaron- asiento, voy a cruzar uno de los pasillos cuando me encuentro con Inna, ella va vestida con un tradicional Abaya rojo y adornos dorados.
-Tu qué haces aquí- pregunto esquiva y recelosa, la mujer arquea una ceja y me recorre con la mirada.
-No tengo por qué darle explicaciones- responde, me quedo de piedra por su forma de hablarme, pero antes de que yo respondiera Salma lo hizo.
-Si serás insolente mujer, deberías inclinar tu cabeza ante la esposa del Emir.
-Yo también soy la esposa del Emir, que no se te olvide Salma que antes que ella apareciera yo estaba casada con Selim...
Y hay mi mundo se calló, como aquella torre de babel donde Dios intercambio las lenguas.
"Cuando el amor te hace bien sonríes, irradiando la felicidad que sientes, y cuando te hacen mal, las lágrimas hablan por el dolor"
SI, SI ES UN POCO CORTO, PROMETO QUE EL OTRO SERA MAS LARGO, CHICAS YO NO SE USTEDES PERO A MI ME DIO COMO RABIA, ESA ESTÚPIDA DE INNA SE PASA DE PE... YA SABEN, NO SE LES OLVIDE DARLE SUS VOTOS, Y POR SUPUESTO DEJAR TU COMENTARIO, BESOS A TODAS FELIZ NOCHE.
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Habibi ( tercer libro de la saga "AMOR EN EL DESIERTO")
RomanceElla sabia que no tenia alternativa, simplemente dejo que las arenas del desierto hiciera con ella lo que quisiera y es allí cuando no pensó que se enamoraría de él. Ella no lucho contra el destino, que tenia por perder si ya desde años sabia que el...