Habibi ( tercer libro de la saga "AMOR EN EL DESIERTO")

Capitulo 39

-¡NO TE QUIERO VER CON ÉL!- grita un muy furioso Selim- acaso crees que soy estúpido, vi cómo le hacías ojitos y él te hacia ojitos también, crees que no sé qué ese chico esta enamorado de ti, y crees que no sé qué a ti te gusta- refunfuña, sonrió internamente al ver la forma tan celosa en como habla.

-No seas paranoico, yo no estaba haciendo ningún ojitos, y Gasu solo es un amigo, el me ve como una hermana al igual que yo lo veo como un hermano eso es todo- el cruza sus brazos sobre su regazo.

-No me convences, así que solo te pido que te alejes de él- el enojo llena una parte de mí ahora.

-Me prometiste que dejarías de ser tan celoso- le reclamo.

-Si pero...

-Cállate Selim, me vas a escuchar muy bien por qué no te lo voy a volver a repetir- digo señalándolo con mi dedo índice- o te comportas o te olvidar de todo esto, tú decides, no pienso soportar tus berrinches de niño mimado, ni mucho menos pienso complacerlos, Gasu es Mi amigo, y tratare con él las veces que me venga en gana ni tu ni nadie lo van a evitar- digo antes de salir hecha una furia, suelto todo el aire retenido cuando estoy fuera de la tienda, veo a mi alrededor y encuentro a Gasu dándole comer a los caballos, el levanta la mano y me saluda desde lejos con una sonrisa tensa. Yo también lo saludo con la mano cuando unos brazos rodean mí ya bastante grande vientre, sus labios besas mi yugular y luego mi coronilla, coloco mis manos encima de las suyas y suelto un suspiro. Estar embarazada me ha hecho una blandengue con el pero qué más da No, lo amo, y cuando se ama se hace muchos sacrificios, cuando se ama uno camina por el fuego ardiente, cuando se ama no importa nada. Cuando el amor es verdadero uno hace cualquier cosa por ello.

Es por eso que me doy de cuenta de que nunca ame con bastante ferocidad a Shagen, mi amor por él nunca me dio la valentía para huir con él, mi amor por ese hombre fue sincero puro pero nunca fuerte, por eso que ahora estoy donde estoy, mi destino era este, y no me arrepiento de haberme casado con Selim, el hombre poseedor de mis cadenas, el siempre será mi verdugo y yo su esclava más fiel, nuestro amor es tan enfermizo que incluso no se podría comparar con un simple querer. Mi amor se convirtió en querer para Shagen, y mi odio hacia Selim se convirtió en un amor puro y siego. Ya no me molesto de tratar de quitarme las vendas, porque sé a ciencia ciertas que aun que lo hiciera aun seguiría siega.

Me doy vuelta para mirarlo- no lo vuelvas hacer- le digo acunando su rostro, el asiente.

-No te prometo nada pero no lo are de nuevo- responde, suelto un suspiro resignado, qué más da, no podía cambiarlo, Selim es un hombre posesivo he inseguro, sus celos solo son inseguridades, eso ya lo note, el teme que desaparezca de su vida, el teme que yo ya no lo quiera, pero jamás va a pasar, lo amo demasiado para que ese amor se borre así de fácil.

-Te amo Selim, no lo olvides, mi amor por ti es tan infinito como las estrellas- él sonríe.

-Mi amor por ti es tan grande como el planeta, tan grande como la galaxia entera- sonrió, el besa mi frente, lo abrazo a cómo puedo y escondo mi rostro en su cuello, respiro hondo ese aroma a sándalo que tanto me encanta, ha cambiado su perfume, el otro que tenía me provocaba nauseas. Sonrió, recordando la vez que vomite su ropa, o las veces que lloraba en las madrugadas porque tenía antojos, y hacia que Selim se levantara con refunfuños para complacerme.

***

-Vamos puje mi señora, haga un esfuerzo más, necesita traerlo al mundo, vamos mi señora un poco más- pujo con todas mis fuerzas, doy todo de mi para traerlo, pero es tan doloroso, siento que cada vez mis cuerpo está perdiendo vida, ya no siento las piernas, la falta de aire y mi pecho subiendo y bajando entrecortadamente me está pasando factura, me siento débil sin fuerza de seguir.

-No puedo, no puedo me duele mucho- murmuro débilmente- me duele demasiado.

-Tienes que hacer un esfuerzo cariño, tienes que traerlo, anda tu puedes- me anima Venora, respiro hondo y doy otro pujon, un grito sordo sale de mi garganta mientras pujo, pero no sale.

-Está sangrando mucho eso no es bueno, ¡vamos mi reina, tienes que ayudarlo, anda que tú puedes!- doy otro pujón, uno y dos y tres y nada. Cierro mis ojos ya casi incapaz de mantenerlos abiertos.

SELIM.

-Que es lo que está pasando halla adentro Sayare, porque aún no nace, dime que está ocurriendo- pregunto envuelto en los nervios, no sé qué hacer, oír los fuertes gritos de mi mujer, cada vez me pone de los pelos, y no saben cuánto daría para que ese dolor fuera mío y no de ella.

La veo suspirar- el niño viene en una mala posición es por eso que se le ha complicado el parto- paso mis manos por el cabello sbaiendo lo peligroso que es ello.

-Necesito verla- voy a caminar hacia la tienda, pero Sayare y Jacob me impiden el paso.

-Tienes que quedarte aquí, es mejor que dejes que las mujeres hagan su trabajo.

-Mi esposa esta halla sufriendo necesito estar con ella, apoyarle, ayudarla a que se encuentre estable...

-Lo se hermano, pero dudo mucho que Ganulú te deje estar allí, es mejor que esperes.

-Está bien- digo resignado- no sé cómo deje de convencerme por Amira de que dé a luz aquí- refunfuño.

-Tienes que guardas la calma y ser paciente, ella estará bien ya lo veras- suelto un pesado suspiro, pidiéndole a Alláh de que me cuidara a mi esposa y a mi hijo.

Después de dos horas tortuosas escuchando los gritos y lamento de mi mujer, un chillido hace eco en todo el lugar, sonrió embobado y feliz, me arrodillo y alzo mis brazos dándole gracias Alláh por el nacimiento de mi hijo, de mi heredero.

Pero no estaba preparado para lo siguiente que pasaría...

"El comienzo de una nueva historia está porempezar"

HOLAAA CHICAS, OTRO NUEVO CAPITULO ESPERO LES GUSTE, DEJA TU VOTO Y TUS COMENTARIOS, SOLO FALTA UN CAPITULO Y EL EPILOGO.