CAPITULO 22

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-Selim...- murmuro al abrir los ojos, el me mira preocupado.

-Habibi que bueno que despertaste, ya pronto llegara el medico no te preocupes- lo veo levantarse y hablar con mis padre y mi hermano que se encuentran también allí, ellos me miran preocupados.

-Ya vendré amor, voy a ir a disculparme con los invitados- asiento sin darle mucha importancia, aun el enojo esta hay carcomiéndome el alma.

-Te acompañamos- mis padres se van detrás de él, dejándome sola con mi hermano, cuando la puerta se cierra, Asim se sienta en la orilla de la cama, acaricia mi rostro con sus dedos, y me mira despectivo.

-¿Cómo te sientes?- pregunta, me encojo de hombros.

-Un poco débil pero estoy bien- respondo, el asiente, por lo que decido sentarme y acercarme más a él para abrazarlo, él se tensa un poco pero luego se relaja. Me acurruco en su regazo, buscando ese calor cuando estoy triste.

-Que te aflige habiba, te conozco bien, y cuando buscas de mi es porque algo te carcome la mente- el acaricia mi cabello con dulzura, siempre ha sido su manía cuando me abraza.

-Crees, que soy suficiente para Selim, o simplemente tengo que resignarme que algún día cuando se aburra de mí tendré que compartirlo con otra- le pregunto afligida. El me hace separarme un poco de él, acuna mis mejillas con sus manos y apoya su frente con la mía, dejando sus ojos grises tan idénticos a los de Ranish y los míos, mirándome con cierta curiosidad y una sonrisa de lado.

-Si no fueras mi hermana, juraría por Alláh que me casaría contigo y seria el hombre más feliz sobre la tierra hermana de mi corazón- murmura- eres hermosa, inteligente y sobre todo tiene una increíble personalidad, incluso mejor que la de Ranish- dice sin dejar de mirarme- nadie en su sano juicio se compara contigo, y Selim es el hombre más afortunado al tenerte, estúpido seria si elige a otra, o simplemente no se conformara contigo amor de mi alma.

Lo abrazo y hundo mi rostro en su cuello, el besa mi coronilla mientras me mantiene entre su calor y ese rico olor a perfume caro.

-Tengo miedo hermano mio, miedo de que la felicidad que trato de mantener se derrumbe como una torre de marfil- confieso.

-No temas, cada uno de nosotros tenemos un destino asegurado, nuestro único deber es mantener la balanza- me separo de el. Sus dedos secan las lágrimas que se habían resbalado de mi mejilla, a pesar de estar triste verlo y sentirlo de nuevo me ha devuelto un poco de vida.

-Tengo un regalo para ti, sé que odias tu cumpleaños pero no pude evitar regalarte algo.

Asim hace una mueca- yo también traje algo para ti, pero quería dártelo más tarde- me encojo de hombros.

-Yo amo los regalos tuyos- estiro mi mano y abro la cabetilla donde tenía aquella caja de terciopelo negro, es pequeña y dentro posee algo que compagina a la perfección con la personalidad de Asim, se lo entrego, él lo mira curioso pero a la final el saca algo de su saco una cajita pequeña color rojo, el me lo entrega- lo abrimos al mismo tiempo, a la una... a las dos y a las...

Ambos abrimos nuestros realos, yo me quedo embobada con el bello anillo, tiene una enorme piedra roja, un rubi ovalado que brilla a luz dando hermosos destellos, si argolla es de plata y pesa un poco cuando lo tomo.

-Que coincidencia, yo te doy un anillo y tú me das otro- reímos, mi obsequio para Selim es un anillo de plata pura, con la única diferencia es que el diamante es negro y cuadrado- es hermoso, aunque mi pregunta es por qué negro.

-Sé que amas el negro, y por qué se dice que un diamante negro trae protección y suerte- él me sonríe, besa mi frente y luego se coloca el anillo.

-Nunca me lo quitare hermana de mi corazón- lo abrazo de nuevo y beso sus mejillas- feliz cumpleaños.

Habibi ( tercer libro de la saga "AMOR EN EL DESIERTO")Donde viven las historias. Descúbrelo ahora