Capitulo 29

2.5K 215 15
                                    

Corro sin mirar atrás hasta llegar al único lugar donde me siento en paz. Caigo en la grama del jardín, y fijo mis ojos en aquel ocaso que poco a poco va desapareciendo entre las enormes y calurosas dunas del desierto, lloro, dejo derramar esas lágrimas que me jure jamás volver hacer. Como podría no llorar si eso es algo inevitable.

Aprieto mis puños tratando de controlar estos sentimientos tan absurdos que ciento, tratando de controlar ese vacío tan inmenso que me embarga. Mi labio inferior tiembla por el llanto y el corazón me late tan de prisa que me tranca un poco la respiración. Niego decaída, incapaz de seguir, débil y sobre todo rota.

Amar duele, duele tanto que se te es incapaz de continuar de seguir, me siento cautiva, encerrada en este enorme palacio, sin amigos, y con muchos enemigos que no quieren ni aceptan mi presencia aquí.

Por un momento pienso en escapar, he irme muy lejos, donde nadie me encuentre ni siquiera Selim, el hombre que amo, el hombre que jure no amar y termine enamorándome de él, mi esposo, mi amante, mi verdugo. Poco a poco me marchito, y mientras más este aquí peor será todo, necesito irme, necesito marcharme de este lugar.

Mi vista aún está en el cielo después de unos minutos llorando, seco mis lágrimas más tranquila, y suspiro pesadamente. Empiezo a recopilar mi pasado, y todo lo que ha pasado entre Selim y yo en este año y ocho meses de matrimonio, y me doy de cuenta de lo mucho que cambio mi vida desde entonces. Desde el primer momento en que me deje someter a su palabra, ser la esposa perfecta digna de admirar, me convertí en lo que nunca quise ser, me convertí en la marioneta de Selim, y lo más doloroso de esto es que me enamore, y por ello estoy sufriendo ahora. Sonrió irónica.

-Has hecho de mi tu más valioso accesorio Selim, me has convertido en tu mayor posesión, y simplemente no te has dado cuenta lo mucho que me destruyes. Daria cualquier cosa por que estuvieras aquí, me abrazar y me susurraras cosas consoladoras- murmuro al aire- pero no estas- mi voz se rompe al pronuncias aquella última frase. Absorbo mi nariz y me levanto, secando mi rostro con la manga de mi vestido, miro por última vez el ocaso y decido encerrarme en mi recamara, mañana será otro día, mañana hablare con mi marido.

***

Me despierto asustada, al sentir unos fuertes brazos rodear mi cintura, y me tenso al saber que él está allí. No me muevo, solo me mantengo callada transpirando su delicioso aroma, y sintiendo la calidez que desprende. Por un momento me sentí en paz, solo por un instante me sentí a gusta, aunque Selim ha cambiado el rumbo de lo que algún día fuimos.

-Amira...- su voz suena suave aterciopelada, enviando un estremecimiento por todo mi cuerpo- mi amada Amira- suelto un leve suspiro sin poder evitarlo, mi corazón palpita tan de prisa que es imposible que él no lo note- te he extrañado tanto, tan solo dos días y siento que cada pedazo de mi vida se fuera con tu lejanía, no lo soporto habibi, no soporto que me alejes de ti- susurra casi en hilo de voz, las lágrimas se acumulan en mis ojos pero no las derramo.

El me apega más a su cuerpo, mi respiración se vuelve errática y trato de tranquilizarme para poder respirar con mayor normalidad, y sin poder soportarlo más tomo de su mano y la alejo de mí, bajo de la cama con rapidez y tomo el nebulizador de la mesilla de noche, pero se me cae de las manos temblorosas por lo ocurrido, trato de agarrarlo torpemente pero vuelvo a fallar, hasta que Selim me ayuda a colocarme preocupado por mi reacción, no lo miro solo me alejo de él con el aparato en mano, y dando grandes jaladas.

-¿Te encuentras bien?- pregunta con voz suave, niego, le doy la espalda.

-Solo vete Selim, tu presencia aquí me desequilibra demasiado- respondo. Sus brazos me rodean el cuerpo, cierro mis ojos con fuerza tomando todo de mi autocontrol para tocarlo.

-No me alejes Amor mío, no me alejes de tu lado- niego nuevamente.

-Solo vete Selim...

***

Me termino de vestir, coloco una pequeña corona sobre mi cabeza, y salgo de mi recamara, por el camino me encuentro con Salma, ella me saluda con un asentimiento de cabeza- prepara una pequeña maleta con mis pertenencias y dile al chofer que saldré.

-Está bien mi señora, yo iré también- pregunta.

-Si así lo quieres puedes acompañarme, pasare unas semanas en casa de mis padres, necesito un aire diferente- ella vuelve asentir, y se marcha. Me encamino al despacho de Selim, cuando llego paso sin tocar, y me lo encuentro sentado tras su escritorio, el al verme entrar se levanta tenso y me mira despectivo, tranco tras de mí y me siento en la silla frente a él.

- Amira...- Selim se sienta de nuevo y fija su mirada en la mía, un brillo pasa por sus bellos ojos, asiendo me sentir un poco incomoda por ello- vamos hablar sobre...

-¡No!- respondo callándolo- solo estoy aquí para decirte que iré a visitar a mi madre, pasare unas semanas allá- sus ojos se entre abren por la sorpresa y niega robóticamente.

-Como...

-Lo que has oído, pasare unas semas fuera de palacio- me levanto con toda la tranquilidad que puedo poseer y me encamino a la salida, pero me detengo abruptamente al escuchar su negativa.

-No iras... tu no saldrás de este palacio Amira- me volteo para mirarle.

-No te estoy pidiendo permiso Selim, solo te estoy informando- respondo.

-Y yo me niego a ello, soy tu esposo mando sobre todo aquí incluso sobre ti, no iras y es mi última palabra- mi corazón se rompe aún más.

-Iré con tu permiso o sin él, no me hagas huir de ti de verdad Selim, solo necesito tiempo y un poco de paz, y estar cerca de ti me sofoca, no tolero tu cercanía ahora...

-Amira...

-Selim...

-Está bien, pero solo será una semana, ira contigo la enfermera aún no han pasado muchos días desde que tuviste aquel accidente, y necesitas cuida...

-Yo se cuidarme sola, no es necesario que valla, halla estará mis padres y Salma ira conmigo, no tienes por qué armar un ejército con ellos son suficientes- voy a marcharme pero de nuevo me detiene.

-Amira yo... yo quería decirte que ya no tendrás que preocuparte por Inna ni por... por la otra concubina, las mande lejos de aquí, ya no habrá nadie que te moleste o se interponga entre...

-Te equivocas, aquí el único que se interpone eres tú mismo Selim, solo tú, y ahora es mucho peor, destruiste la estabilidad de nuestro matrimonio y sobre todo desviaste nuestros rumbos, ya nada será igual.

"Te necesitare más a ti que tú a mí, y eso es muy injusto"

BUEN DIA CHICAS, QUE TENGA UN FELIZ DIA, PASO POR AQUI CON RAPIDEZ, SALUDOS A TODAS NO SE LES OLVIDE COMENTAR Y VOTAR, HABLAMOS LUEGO TENGO QUE IRME BAY BABYS.

Habibi ( tercer libro de la saga "AMOR EN EL DESIERTO")Donde viven las historias. Descúbrelo ahora