Habían pasado cuatro meses desde que llegue aquí, cuatro meses disfrutando de la tranquilidad, de la alegría que desprende este lugar, a pesar de estar en medio de la nada. Hoy todos estaban de gozo por el cumpleaños del pequeño Ganun, por lo que la celebración comenzó cuando el ocaso desapareció, todos bailan y ríen, los niños juegan y disfrutan de su niñez, mientras yo toco mi vientre ya un poco grandecito.
Quien iba a creerlo, tanto que lo espere, y ahora está aquí, dentro de mí, después de tanto tiempo buscándolo. Sonrió inconscientemente, que cara pondría Selim si se enterara, lo más seguro es que me obligaría a regresar a palacio, es por ello que he estado ocultándolo, no he querido que nadie sepa de él, tan solo la anciana Ganulu, Sayare y por supuesto Verona, he estado ocultando mi vientre a través de mis largo Abayas, y la variaciones de telas colorida que me coloco para cubrirme aún más del sol abrasador.
Realmente no me he sentido muy bien, gracias a las náuseas y al cansancio prologado que me da cada día, por lo que vivo más durmiendo que compartiendo con los demás, aunque suelo ayudar a cocinar a lavar, he incluso alimentar a los caballos, realmente se siente bien hacer algo diferente que comportarme como la esposa recatada, y la reina digna y buena en deber. Alejarme fue lo mejor que pude hacer, y estando aquí, me desprendí de muchos problemas, tanto emocionales, como vida externa.
-Buenas noches majestad, como se encuentra hoy- pregunta una muy cariñosa Shana, hermana de Jacob, al igual que Gasu hermano también de Jacob, ambos se han convertido para mí en grandes amigos, mayormente los veo por las tardes después que regresan de pastorear a las ovejas, su compañía para mí se volvió una verdadera distracción, muchas veces cuando me quedaba ensimismada en el pasado, ellos llegaban inconscientemente para sacarme de ese trance, y es entonces cuando me doy de cuenta de lo bueno que es no estar pensando y lastimándome con los recuerdos.
-Muy bien Shana gracias por preguntar, realmente el día de hoy no me he sentido tan indispuesta- ella sonríe.
-Qué bueno, porque venía a invitarla a que se uniera a los bailes, claro si usted quiere.
-Por supuesto, será un honor para mí unirme- ella hace una leve inclinación de cabeza, nos acercamos a las mujeres bailando y hay comenzamos a movernos, mientras los tambores y otro tipos de instrumentos sonaban. Movemos las caderas, los brazos, he inclusive la cabeza. Después de unos minutos los hombres se unieron, y empezaron a bailar con nosotras, bueno por así decirle los esposos de las chicas allí empezaron a bailar con ellas, el único que se acercó a bailar conmigo fue Gasu, yo me movía al compás de la música, al igual que el movía sus brazos y sonreía con aquella dentadura impoluta que poseía, sonreí un poco ruborizada por su escrudiña y vivaz mirada, poseía unos ojos negros, tan negros como la noche, Gasu es un hombre muy alegre, le gusta mucho hacer bromas y hacerme reír de mis manera, él es toda alegría y vida. Le sonreí de lado y segui bailando a su lado, hasta que nos cansamos, luego decidimos caminar un poco, rei por sus tontos chiste, y me dispuse a escuchar sus alocadas historias.
-Amira, sabes cuál es aquella estrella- señala, negué con el ceño un tanto fruncido.
-No soy astrologa- respondo encogiéndome de hombros.
-Lo sé, bueno, digamos que ese es la punta de Orión- arque una ceja- a ya, no entiendes cierto- sonríe burlón.
-Tienes que explicarme con palos, sigo sin entender, que es Orión.
-Bueno Orión no es una cosa o animal, más bien es un dios de la mitología griega- responde, arqueo una ceja.
-No sabía que te gustara ese tipo de cosas, mayormente nuestra religión no nos permite creen en otro Dios que no sea...
-Nuestro Dios, lo sé- sonríe de lado, caminamos cerca del lago- bueno digamos que su historia es muy diferente, y me llamo mucho la atención- responde- siempre me ha gustado muchas las constelaciones, saber que hay más allá de ese manto que llamamos cielo. Por ello cuando estuve en la ciudad compre una gran variación de libros sobre ello, y gracias a eso conseguí la historia de Orión.
-Y como es su historia- pregunto curiosa.
-Era un hermoso gigante de colosal tamaño cuyos padres fueron Poseidón y Euríale, una de las gorgonas. Orion destacó entre todos los héroes existentes por su tamaño y su fuerza. Era tan grande que cuando se adentraba en los mares más profundos el agua no le llegaba más que hasta los hombros- cuenta con tranquilidad, mientras nos sentábamos cerca del lago, que tocama nuestras chancletas-Orion se enamoró de Mérope, hija de Enopión, rey de Quíos e intentó casarse con ella- mirábamos el cielo, el empieza a señalar con sus dedos cada estrella, y si te fijabas bien, se podía ver la figura de un hombre con un arco y una flecha- pero su padre denegaba tal permiso constantemente por lo que un día Orion intentó tomarla por la fuerza. Como castigo, Enopión consiguió, con ayuda de Dionisio, adormecerlo y cegarlo. Orion acudió a un oráculo para curar su ceguera y éste le dijo que lo lograría si viajando hacia el Este permitía que los rayos del sol le dieran directamente en los ojos.
-Y que paso- pregunto después de callarse.
-Recobrada la vista se trasladó a Creta. Allí, ya que era un magnífico cazador y de hecho perseguía a las bestias en el Hades y en los cielos, acompañado de su perro Sirio, comenzó a trabajar en el séquito de Artemisa, diosa de la Caza. A partir de este punto, existen múltiples y muy diferentes versiones sobre el final de la vida de Orion. Según una de ellas, Orion se convirtió en favorito de Artemisa y le dio múltiples atenciones- responde- Orion, henchido de orgullo y protegido por la diosa, se atrevió a afirmar que ninguna de las grandes bestias y monstruos existentes en el mundo le daba miedo y que podía destruir a todas ellas. Gea, la diosa de la Tierra, se sintió herida ante tales afirmaciones y le envió un simple escorpión que le provocó la muerte- dice- pero no todo es así también se dice otra leyenda que Apolo, hermano gemelo de Artemisa, estaba indignado de que su hermana amase a tal gigante y la desafió a que acertase con un arco y una flecha una pequeña figura, que sobresalía en un lugar muy alejado del que se encontraban, la isla de Ortigia, en mitad del mar. Artemisa acertó en el blanco como gran cazadora que era pero ese blanco era Orion, quien murió al instante- me quedo un poco sorprendida por tal cosa-Artemisa desconsolada por la pérdida, pidió a Zeus que fuera trasladado al cielo y convertido en constelación, es por eso que está allí, creo que la segunda es más acertada, si ellos alguna vez existieron en la tierra.
Suelto un suspiro- sabes que es lo que creo...
-Que es lo que crees- dice mirándome ahora.
-Que siempre habrá un contra para las parejas enamoradas- el sonríe.
-Solo se tiene que luchar para ello- responde.
-Te has enamorado alguna vez- pregunto.
Hace una mueca- no, pero me gusta alguien, que es prohibida para mí- frunzo el ceño.
-¡Enserio, quien es!- le pregunto aún más curiosa, el me mira un poco apenado.
-Esa e...- un fuerte viento nos hace levantarnos y mirar hacia aquel ruido fastidioso, apenas veo lo que es mi corazón late de prisa.
"Es él"
"Quien eres tú para evitarme amar a alguien más"
CHICASSSS, YA FALTA POCO, SOLO CUATRO CAPÍTULOS MAS, PARA EL GRANDIOSO FINAL, BESOS A TODAS, DEJEN SUS VOTOS Y COMENTARIOS.
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Habibi ( tercer libro de la saga "AMOR EN EL DESIERTO")
RomanceElla sabia que no tenia alternativa, simplemente dejo que las arenas del desierto hiciera con ella lo que quisiera y es allí cuando no pensó que se enamoraría de él. Ella no lucho contra el destino, que tenia por perder si ya desde años sabia que el...