MUSICA DE SELIM, AMIRA Y SHAGEN.
Los meses han pasado como la brisa caliente de nuestro imponente desierto, hoy me siento completamente contenta ya que hoy cumplo un año de vida, mi amado esposo decidió hacer una reunión con los más allegados para celebrar mi nacimiento.
Estoy por terminar de colocar la hermosa corona jade que mi esposo me regalo hace unas horas, es preciosa, mi cabello cae con grades cascadas por mi espalda, solo posee un simple trenzado de lados lo demás son puros risos perfectamente hechos.
Me quedo impresionada por lo hermosa que me veo, un hermoso vestido verde jade corte sirena calza como un guante en mi cuerpo, satisfecha por el resultado me doy media vuelta dispuesta a ir al ala de festejos.
Cuando llego las puertas son abiertas para mí, todos están allí, mi familia, la familia de marido y por supuesto alguno que otros invitados que no conozco, lo más seguro que sean socios jeques y demás del reino.
Veo como Selim se levanta de su asiento y se dirige a mí, el besa mi frente sin importar que todos nos estén viendo- mi amada Zawja.
Le sonrió, él toma de mi mano y comenzados a caminar hasta los asientos, son sentamos cuando todo el festejo comienza con mayor entusiasmo, bailan saludan, me regalan infinidades de cosas y yo solo agradezco un tanto incomoda, mi familia también se acerca a nosotros, yo sin dudarlo me levanto abrazar a padre y a mi madre quien me retiene bastante tiempo entre sus brazos.
Hasta que viene el turno de mi hermanito mayor, Asim, mi querido Asim- mi bella flor saudí, Feliz cumpleaños, espero que Alláh te otorgue larga vida y felicidad hermana mía- le sonrió con cariño y amor, lo abrazo, y luego sus manos acunan mi rostro y besa mi frente.
-Gracias hermano- le sonrió, mis ojos van en busca de la persona más importante para mí, hasta que la encuentro, ella tiene el ceño fruncido, me acerco a ella, y me paro frente de Ranish- hermana, mi alma hermosa- ella sonríe de lado tensa, hasta que sin esperar más la abrazo, ella duda un poco en abrazarme pero después me rodean con sus brazos- Feliz cumpleaños pedazo de mi alma.
-Feliz cumpleaños, mitad de mi alma- nos separamos un momento sin dejar de mirarnos.
-Tengo un regalo para ti- murmuro casi en un susurro, sus ojos me miran sorprendidas pero luego la veo bajar la mirada, hago un movimiento de mano y uno de los sirvientes vienen con un estuche de terciopelo negro, él lo abre y yo tomo la corona de zafiros que mi esposo y yo elegimos para ella, la sorpresa de Ranish se hace más notable al ver su regalo- esta corona representa todo lo que eres para mí, mi amor incondicional y por supuesto significa que si yo soy reina tú también lo eres, no es solo mi fiesta es la tuya- la coloco sobre su cabeza, lleva un muy elegante tejido haciéndola ver elegante incluso mucho más mayor.
-Gracias- agradece- yo también tengo un regalo para ti, aun que es lo opuesto a lo que me has dado- le sonrió de lado, al verla sacar de la bolsa de regalo un delicado libro que una hermosa portada de una mujer con velo, lo tome entre mis manos y ley el nombre de la portada " UNA BURKA POR AMOR".
-Me encanta- le sonrió- me encanta este regalo.
-Sé que amas leer, por lo que lo elegí, no sé si ya lo has leído...
-No, pero lo leeré eso tenlo por seguro- respondo, mis ojos se van a un lado y lo miro, esos bellos ojos verdes que tantas veces hicieron latir mi corazón, ese brillo de amor aún estaban en su mirada, y podría ver lo mucho que se estaba conteniendo de abrazarme, y ahora que estoy frente a él me doy de cuenta de lo equivocada que estaba, aun lo quería no había duda de eso pero mi amor por el ya no están intenso tan pasional y liberal como lo es mi amor por Selim, mi marido ahora era dueño tanto de mi mente, de mi cuerpo y alma, y eso ni siquiera yo lo podría cambiar.
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Habibi ( tercer libro de la saga "AMOR EN EL DESIERTO")
RomanceElla sabia que no tenia alternativa, simplemente dejo que las arenas del desierto hiciera con ella lo que quisiera y es allí cuando no pensó que se enamoraría de él. Ella no lucho contra el destino, que tenia por perder si ya desde años sabia que el...