Había pasado cuatro meses desde mi discusión con Selim, esa misma noche cuando me dejo muy claro que él era y siempre seria dueño de mi corazón, muchas cosas cambiaron. No tuve el valor de decirle la verdad, tampoco deseaba hacerlo, por la simple razón de que el me obligaría a irme con él. Suelto un leve suspiro, estos meses me han pasado factura, mi barriga pequeña ya no era tan chiquita y fácil de esconder ahora. Jacob se enteró dos meses atrás cuando empezó a notar el bulto que ya no era posible ocultar del ojo de la tribu.
Se enojó mucho, y más con su esposa por no habérselo contado, pero su molestia no era por que estuviera embarazada si no por Selim lo culparía a él por ocultar mi embarazo, y no haberle informado de nada. Al fin y al cabo tuve que hablar con él y decirles mis razones por las cuales no quería estar en palacio y por qué no le dije nada a mi marido de que en mi vientre llevo a su hijo, y gracias a eso se mantuvo callado.
Estaba doblando uno de los vestido que Shana me había ayudado a lavar, metiéndolos ordenadamente en los baúles que posee mi tienda, cuando escucho las paletas de rector de un helicóptero, me tenso al saber de quién se trata, y sin más me mantengo donde estoy, cierro mis ojos levemente cuando siento algunas patadas de mi bebe, siendo consiente que mi pequeño sabía que hay venia su padre.
Sobo mi pansa con cariño tratando de tranquilizar a la muy inquieta criatura que crecía dentro de mí, tratando de controlar mis propios nervios, a sabiendas que hoy tendría que volver a palacio, no deseaba estar halla no deseaba volver. Le pedí Alláh de que me ayudara, de que se apiadara de mí, y que la furia de Selim no me perjudicara tanto el alma.
-Amira...- me volteo para ver a u Gasu sumamente preocupado- él está aquí.
-Lo se...
SELIM.
Bajo del helicóptero y me dirijo hacia las tiendas, a una buena distancia puedo ver a Jacob y a mi hermana esperándome. Cuando llego hasta ellos, ambos me miran tensos tan tensos que incluso podría ver el miedo en los ojos de mi hermana.
Frunzo el ceño- ¿Qué ocurre? Y esas caras...
-Selim, hermano bienvenido, como has...- la corto de tajo.
-Dime que ocurre- pregunto, los ojos de ella se van hacia su esposo al igual que los míos, el me mira serio.
-Lo mejor es que...- no lo deje terminar, sentía que algo no estaba bien, y eso tenía nombre y apellido, fui directo hacia la tienda de mi mujer, cuando entro me sorprendo al ver a Gasu hermano de Jacob allí con mi esposa, quien le da la espalda- que haces tú aquí- digo con brusquedad, el joven se sobresalta al escuchar mi voz, el simplemente hace un asentimiento de cabeza, y sin mirarme sale sin responder mi pregunta, una parte muy recóndita de mi cuerpo se envolvió con la furia de los celos pero me controle, prometí dejar de ser tan desconfiado, dejar de ser tan posesivo y controlador, si quería recuperar el amor de mi esposa, tenía que accederle un poco de libertad, y dejar de ser una soga al cuello para ella. Tenía planeado ganármela, conquistarla y demostrarle que mi amor por ella no es simplemente carnal, que mi amor por Amira iba mucho más halla que un hombre como yo puede permitirse.
-Habibi que hacia él aquí- pregunto más calmado, ella no responde, aún se mantiene de espaldas a mí, cosa que me preocupa- Amira...
-Selim, que haces aquí- pregunta con la voz baja, mas apaga de lo normal, mi entrecejo se frunce más.
-Vine a visitarte, quería pasar unas semanas contigo, y disfrutar del aire libre y fuera de...- me sorprendo cuando ella voltea, mi voz no termina mi dialecto de palabrerías, porque las palabras se atoran al ver a la mujer frente a mí- estas...- mi voz no sale, mis ojos están fijos en el gran bulto que posee ella en su ahora no plano vientre, una de sus manos acarician levemente su barriga mientras de sus ojos lagrimas silenciosas bajan por su rostro, en sus ojos había miedo, miedo de la tormenta que ahora estaba a punto de comenzar- como, cómo pudiste.
ESTÁS LEYENDO
Habibi ( tercer libro de la saga "AMOR EN EL DESIERTO")
RomanceElla sabia que no tenia alternativa, simplemente dejo que las arenas del desierto hiciera con ella lo que quisiera y es allí cuando no pensó que se enamoraría de él. Ella no lucho contra el destino, que tenia por perder si ya desde años sabia que el...