CUANTRO AÑOS ATRÁS.
SELIM.
-Majestad...- levanto mi mirada- hemos conseguido el historial de Shagen Addel, y según lo que pudimos conseguir, si tuvieron una relación a escondidas de sus padres- un fuerte dolor se albergó en mi pecho y me hizo sentir de una forma extraña, por un momento solo hubiese preferido saber que eso jamás paso, de que nunca nadie había poseído antes que yo el corazón de mi esposa.
-Como te enteraste- pregunto agobiado, angustiado y receloso por lo que acabo de saber.
-Una de las sirvientas escucho hablar a el señor Amir con su yerno, donde le confesaba que amaba a su hija y le pedía la mano de ella a pesar de ya haberse casado con la hija mayor, el deseaba comprometerse con la Jequesa su alteza, pero como ella ya estaba comprometida con usted se le fue negada su petición.
Me levanto de la silla. Paso mis manos por mi rostro, tratando de no ir a donde vive ese hombre y golpearlo hasta matarlo con mis propias manos. Él se había atrevido a buscar una manera de casarse con ella a pesar de saber que ya era mía.
-Y hay algo mas- miro al hombre- bueno... la señora pensaba huir con el antes de casar...
-Manda a preparar el auto, voy a darle una visita a la familia Abdul- el hombre hace una reverencia y se marcha.
Los celos me están carcomiendo, las ganas de destrozar todo a mi paso, de ir y descubrir la verdad me está matando, quiero saber más, quiero saber hasta donde pudo llegar mi esposa. Y saber una buena vez por todas de ella nunca fue mía por completo.
***
-Selim... su alteza que gusto volver a verlo- murmura Rhania Abdul, ella me mira con cierta preocupación- ¿le paso algo a Amira?- pregunta nerviosa, niego.
-Ella está bien, esta con mi hermana en la tribu- respondo sin darle mucha importancia, a pesar de que la he extrañado mucho, cada instante, cada momento del día, mis pensamientos vuelan hacia ella- se encuentra el señor Amir- su ceño se frunce, mira tras de mí y luego coloca sus ojos en los míos...
-Sí, está en el despacho, le diré que ha venido, pase...- me da el pase a su casa, entro sin más y espero en la sala por un rato. Después de unos minutos llega Rhania y me da el permiso de ir. Entro al despacho encontrándome nuevamente a Amir.
-Que gusto verlo de nuevo su alteza, a que debo su visita- me siento en las sillas frente a él.
-Quiero saber todo sobre la relación que tuvo mi esposa con Shagen Addel...- los ojos de Amir se entre abren por la sorpresa, y la tensión en su cuerpo confirma lo que me temía. Él se vuelve a sentar.
-Donde está mi hija- pregunta con preocupación, y de cierta forma lo comprendo. El hombre teme de que le haya hecho algo, aunque sea incapaz de lastimar físicamente a la mujer que amo.
-Ella está bien, no se preocupe. Amira es mi esposa y la respeto, así como la amo- el hombre me mira inquisitivo.
-Es cierto que ello desde muy niños se gustaban, yo por mi parte no lo sabía, solo creía que era un amor fraternal. Un cariño de hermanos o algo así. Mi esposa a diferencia de mi si lo noto, pero no se vio a las consecuencias. Shagen es un buen chico, un buen hombre, a pesar de su obsesión por Amira.
-Ellos estaban dispuestos a escaparse juntos, que respuesta me hubiese dado si hubiera pasado- lo veo suspirar con tranquilidad.
-Es mi hija Selim. Soy un hombre que se rige a las tradiciones de mi familia y la de mi esposa, pero eso no me haría capaz de castigar a mi hija por su desobediencia. Si eso hubiera pasado simplemente te sedería a Ranish, después de todo a ella fue a quien elegiste primero.
Y en parte tenía razón, aunque no lo hubiese permitido, ya de entonces ya había visto a mi esposa en esa foto. Tan radiantemente hermosa.
-No quiero ver a ese hombre cerca de mi mujer- murmuro enojado y preocupado.
-¿Por qué?, ella lo quiere pero por lo que vi cuando fui a visitarla, su forma de mirarte solo me confirma que ha encontrado un amor mucho más fuerte que alguna vez halla sentido. Así que Selim, si aceptas este consejo, deja los celos atrás y sigue adelante con mi hija, haciéndola feliz en vez de sacarle en cara el pasado- me levanto.
-Fue un gusto volver a verlo. Y por su consejo... eso debo hablarlo con mi esposa. Soy un hombre posesivo, amo a mi mujer y solo deseo que ella me ame solo a mí.
-Para ser un gobernante, eres un hombre blando, aunque me alegra saber que amas tanto a mi hija como para luchar por ella. Tal vez un día te cuente mi historia- sonrió.
-Sera un gusto escucharlo señor- doy media vuelta y me marcho.
Yo haría cualquier cosa por Amira, incluso otorgaría mi vida por ella.
ESPERO LO DISFRUTEN MIS AMORES, BESOS A TODAS, DEJA TUS VOTOS Y COMENTARIOS.
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Habibi ( tercer libro de la saga "AMOR EN EL DESIERTO")
RomanceElla sabia que no tenia alternativa, simplemente dejo que las arenas del desierto hiciera con ella lo que quisiera y es allí cuando no pensó que se enamoraría de él. Ella no lucho contra el destino, que tenia por perder si ya desde años sabia que el...