MDZS One-shot y más (⚠️contenido +18 ⚠️)

Última Oportunidad

Lo ultimo que recordaba era el rostro aterrado de wei ying, sus ojos llenos de miedo, agustia y dolor. queria hablarle pero no podia, sentia mucho frio mientras Wei ying lo abrazaba aferrandose a el. Miro a su precioso amado llorando hasta que sus ojos se cerraron, no queria dejarlo, no sin antes decirle lo que sentia por el, pero no podía evitarlo, su cuerpo no respondía a sus peticiones y sólo quería descansar.

Esa mañana todo comenzo con normalidad, se levanto, desayuno y fue a la oficina del grupo especial de investigacion de la policia, saludo a los presentes y fue molestado por wei ying como todos lo días, ya era su rutina, su dosis diaria de wei ying antes del trabajo y le gustaba mucho.

-Lan zhan, Lan zhan!! te ves muy bien hoy, el traje te sienta bien jeje - el menor lo miraba con su bella y radiante sonrisa que llegaba hasta sus ojos.

-Wei ying...- lo saludo tragandose algún sentimiento que quisiera salir en medio de sus palabras

-Lan zhan! Porque nunca sonries? eres tan atractivo si sonrieras mas las chicas caerian por ti como como hice yo! - con esas palabras se detuvo y lo miro en shock por un momento, wei ying entro en panico y dijo lo de siempre.

-Calma, calma solo bromeo, ya sabes que siempre soy asi... no me gustan los hombres, perdon fui muu lejos - se exusaba entre Balbuceos todo nervioso y asustado, el ignoraba cuanto daño le hacia al corazón del lan con sus palabras, aprete sus puños y me fue en silencio dejandolo solo.

Lan zhan Lo amaba desde hacía mucho tiempo, pero no podia decircelo, el temor de confesarse y apartarlo por aquello era más grande, el sabía que a Wei ying le gustaban las chicas, y no podía hacer que aquello cambiará.

-Lan zhan espera!!- wei ying corrió y lo retuvo antes de que el lan desapareciera entre los pasillos- quiero hablar contigo al atardecer, en la azotea si? - pidió mirntras lo miraba atentamente

-Mmn... - contestó el mayor y se alejo rápidamente en dirección a su oficina

El dia transcurrio como siempre, debian ir a una mision especial por la noche, era bastante delicada y peligrosa, suponían que los enemigos sabian que irian, practicamente iban a la boca del lobo, una trampa. A pesar de que habían estudiado arduamente la manera de atacar y se habían acordado las tactica y equipos, se seguían sintiendo ansiosos, nunca se podía esperar excelencia en casos como estos. Al atardecer nervioso tomó el ascensor para ir a la azotea, por su cabeza pasaban tantas preguntas. ¿que quiere hablar conmigo?, ¿le pasa algo malo?, ¿porque me busca a mi?  Tantas, tantas dudas lo asaltaban mientras subia, pero una hizo a un lado todas las demas, podria decirselo ahora, esta era una grandiosa oportunidad para poderle confesar sus sentimientos, era ahora o nunca, se preparo mentalmente para ello, ya tenía las palabras elegidas y estaba lleno de valor, pero cuando la puerta del ascenso se abrio su corazon se hizo añicos. De todas las cosas que pensó encontrar en ese lugar, ninguna se acerca a al ver a Wei ying abrazando a una chica, si mal no recordaba el nombre de ella era mian mian perteneciente a la misma unidad que ellos dos. ¿Era eso lo que queria decirle?, ¿queria presentarle a su novia? Porque... Porque hacerle este daño? Ni siquiera eran tan íntimos como que le pidiera ir en privado a conocer a su novia.

No pudo bajar del ascensor, su corazón no podría soportar verlos un minuto más juntos así que simplente huyó, me fue a prepar para nuestra mision, mientras intentaba olvidar el dolor que sentía. Antes de partir wei ying se acerco preocupado y nervioso a preguntarle por que no fue a donde lo había citado, el corazón de lan zhan se apretó con fuerza mientras negaba rápidamente.

-Ya se la verdad, espero que seas feliz - Le respondio, wei ying lo miro sin entender al igual que xichen y su novio jiang cheng.

No hubo tiempo de más palabras, partieron a la mision pero la mente de lan zhan no estaba tranquila o enfocada, wei ying no ayubada susurandole y trantando de hablarle mientras entraban al lugar peligroso, todos sosteniendo sus armas y alertas a todos, menos ellos dos, uno por distraído y el otro por buscar explicarse.