Too soon to say goodbye.

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"Tienes unos ojos muy lindos como para que no los dejes ver" era en lo único que Levi Schmitt pensaba antes de dormir y en la mañana cuando se dirigía hacia el GreySloan Memorial, el castaño sabía que le atraían los chicos desde que era un adolescente pero nunca había tenido contacto con alguno y mucho menos había ligado con un chico tan guapo como el Doctor Nico Kim y hoy pasaría todo el día con él, no sé lo creía pensaba que era un sueño y no quería despertarse nunca de este. Así que,se dirigía a toda prisa al Grey—Sloan para no arruinar su día con Nico el Dios de Cirugía Ortopédica, iba apurado hacia el hospital tropezando con algunas personas como de costumbre y se detuvo en el carrito de café que se encuentra afuera del hospital para comprar un chocolate caliente, no era fan del café aunque pensó que el azabache sí lo era y decidió comprarle uno como cortesía, después, se dirigió hacia su lugar en la sala de residentes para alistarse y dirigirse al ala de ortopedia, donde un Nico estresado lo esperaba.

— Buenos días Nico— le decía el castaño al azabache con una sonrisa tierna.

— Llega tarde Dr. Schmitt— respondió con un semblante serio— y es Dr. Kim, soy tu superior y tu eres un subordinado. 

— Pero...— trataba de recordarle lo que había pasado el día anterior en el elevador.

— No quiero excusas, nos esperan pacientes— decía mientras lo fulminaba con una mirada asesina aunque se notaban las ojeras en su cara.

— Le traje esto Dr. Kim— Schmitt le ofreció el café al azabache esperando que no se lo lanzará en su rostro.

— ¿Qué es eso?— preguntaba Kim impetuoso.

— Es café... creí que lo necesitaría— decía el residente con su nerviosismo de siempre.

— Gracias— tomo el vaso y comenzó a beberlo— Es chocolate— y los ojos de Schmitt se abrieron como platos pensando que ahora el temperamento del ortopedista empeoraría— Me gusta mucho el chocolate caliente Levi, gracias— con cada sorbo que le daba a la bebida su semblante iba relajándose— Tuve una noche de locos, no he dormido mucho y aunque sea mi año de especialización no es para nada relajado, discúlpame si te abrume Levi.

— No se preocupe Doctor Kim, soy un residente los gritos de parte de los titulares son la música de mi día a día— decía el castaño dedicándole otra tierna sonrisa al azabache.

— Dime Nico, ya hablamos de eso ayer— decía terminándose la bebida.

— Pero hace un momento tu...

— Olvidemos lo que pasó vamos a revisar a mis pacientes ¿Te parece?— le dijo con una sonrisa de ensueño, la misma que le había dedicado en el ascensor la noche anterior, Levi sólo asintió algo desconcertado por el cambio de humor tan repentino del azabache aunque sabía que habían días en los que el hospital era un infierno por  la carga de trabajo así que trato de no tomarle tanto importancia y bebió el café que había traído para Nico aunque la sonrisa que le dedico hace unos momentos ayudó a que no le tomará importancia.

     El día pasaba tan rápido Nico había realizado un reemplazo de cadera con Levi a un hombre de unos 50 años que llevaba una vida dedicada a los deportes de alto riesgo y quería seguir así hasta que exhalará su último aliento.

— Aprendes rápido, niño— le decía el asiático a Schmitt mientras terminaban de asearse.

— No soy un niño, soy un doctor— dijo el castaño un poco molesto, ningún apodo le molesta, inclusive le daba igual que se burlarán de sus constantes accidentes por su torpeza pero algo que no toleraba era que lo tratarán como un niño o que cuestionarán su capacidad sólo porque se veía más joven que cualquier interno.

— Bueno... ¿Te parece si te llamo "Doctor Bebé"?— le decía mientras pasaba sus brazos por encima del cuerpo de Levi para poder abrazarlo.

— Tal... vez... sí... me... llamas... Levi... no— el chico no podía decir ninguna palabra con esa acción del asiático, estaba a un lado del quirófano siendo abrazado por el hombre más guapo que jamás allá conocido en su vida y se sentía tan bien, tenerlo sobre de él.

— Me gusta tu nombre pero también me gustaría llamarte y  de otras maneras— le susurraba al oído mientras besaba delicadamente el lóbulo de su oreja— No lo has notado pero tus mejillas se ruborizan siempre que te veo y eso me gusta.

— ¿Realmente le gusto, Doctor Kim?— le preguntó Levi a Nico mientras se volteaba para mirarlo directamente a los ojos, y ojalá lo hubiera pensado dos veces porque al ver sus ojos rasgados y sus iris de un negro tan profundo que parecía que te podías perder tan fácil en ellos, Schmitt bajo rápidamente la miraba.

— No me gusta que bajes tu cara, Levi— con eso dicho levanto el rostro del menor y sus miradas volvieron a conectar— Y si quieres una respuesta a tu pregunta espero y esto lo pueda responder— entonces los labios del azabache se juntaron con los del castaño en un tierno e inocente beso como si de dos adolescentes se tratará. La sensación de ambos al sentir los labios del otro era exquisita como si el pétalo de una rosa tocará algo tan fino y suave como el terciopelo. El tiempo se detuvo, donde sólo existían ellos dos y el olor a ambiente esterilizado del quirófano.

— WoW! Eso fue asombroso— dijo el más pequeño separándose repentinamente del más alto— Es como la vez en la que gané en la Comic Con con mi Cosplay de Robín, fue extraordinario jamás pensé que mi primera vez fuera algo tan perfecto...

— ¿A qué te refieres?— interrumpió el asiático algo desconcertado por las palabras del castaño.

— Nada... es sólo que jamás había estado en Ortopedía es eso— pero dentro de él sabía que se refería a su primer beso, Levi ya había besado a muchas chicas pero no sentía ese sentimiento y ahora con Nico lo sentía.

— Espera— Nico se separo del chico— ¿Jamás habías besado a un hombre?— le decía mientras arqueaba sus cejas.

— Tenía la idea que los hombres me atraían desde que era pequeño sabía que tenía una atracción a ellos, después cuando me convertí en un adolescente y algunos chicos del equipo me gustaban pero pensé que era una confusión y de repente apareciste tu y me miraste en el quirófano y ahora me besas y... todo es más brillante, todo encaja y quiero seguir con esto... y tal vez no sea nuevo en esto de ser gay pero creo que tu me puedes ayudar con esto— Levi se a sincerado con el azabache y este mira hacia otro lado, separándose aún más del castaño.

— Lo siento, pensé que estabas a fuera del closet, no puedo pasar esa lucha con la sociedad otra vez, no puedo volver a tener esa sensación de miedo al que dirán, no lo pienso pasar otra vez— palabras que entristecen a Levi— Mira eres muy lindo y tierno, normalmente eso basta para que un chico me llame la atención pero... no puedo ayudarte... no soy un tipo de Hada Madrina Gay que viene ayudarte.... será mejor que borres esto de tu mente, nos vemos Dr. Schmitt— sale el azabache dejando solo al castaño, que ahora se encuentra con las ilusiones destrozadas y con lágrimas en los ojos, le es imposible creer como algo que llego a acomodar muchas ideas sobre de quien es realmente se haya ido tan rápido.


Stitches (Schmico)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora