We're Back 🤯

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— Vamos a respirar juntos ¿Te parece?— dijo el asiático tratando de tranquilizar al chico que lloraba a mares en su regazo.

— Es...tá...bien— decía el más pequeño moqueando mientras intentaba reponerse.

— Haremos esto juntos ¿Está bien?— preguntó el azabache mientras tomaba las manos del castaño para apaciguar los sentimientos del chico el cual sólo asintió— Inhalemos— y ambos comenzaron a tomar aire por la nariz— Mantenemos ahí un rato— decía para que Levi volviera— Y exhalamos— liberando el aire de sus pulmones ambos empezaban bajar sus nervios, de manera que repitieron este ejercicio otras diez veces.

— Creo... que funcionó— dijo un sereno Schmitt que volteaba a ver el rostro de Nico.

— Entonces estamos bien— decía el ortopedista limpiando las pocas lágrimas que aún salían de los lagrimales del chico— Ya, ya, ya pasó todo— espetó mientras palmeaba las manos del chico— Ahora hay que alimentarte o se va enfriar y sabrá asqueroso ¿Okey?

— Suena perfecto— y antes de que  el residente pudiese tomar algún utensilio el azabache tomó un tenedor para coger algo de pasta y con cuidado dirigirla a la boca del chico que está sentado en sus piernas.

— Dije que hay que alimentarte— explicaba Nico mientras Levi le dedicó una sonrisa ante la acción del cirujano— Así que abre— y tal cual como si de un recién nacido se tratará el castaño trago la pasta y sus ojos se abrieron de golpe mostrando un brillo inigualable en sus pupilas.

— Está delicioso, Nico. También debes de probarlo— dijo el joven residente mientras trataba de alcanzar otro tenedor para alimentar al Nico de la misma forma en la que el azabache lo hacia.

— Ni lo intentes, ya me has dado de comer tantas veces que ahora necesito retribuir el favor— espetó Kim a Schmitt como si de un regaño se tratase inclusive cambio su semblante.

— No tienes que retribuirme nada con tu presencia me basta y me sobra— decía engullendo otro bocado de pasta.

— No hables con la boca llena, niño— bromeaba Nico aunque reía porque se veía como un pequeño que apenas aprendía a comer y eso le parecía realmente tierno.

— Lo siento— dijo Levi un poco avergonzado.

— Sólo bromeaba— dijo el azabache rodando los ojos— Aunque de todas maneras no te ves nada horrible y seguimos solos en este lugar tan lindo, con dos vistas increíbles

— ¿Cuáles? Sólo veo el lago— cuestionaba el más pequeño

— Bueno desde aquí puedo ver el lago y a ti— comentario que sonrojo al chico de barba, al parecer realmente Nico estaba reconfortando al chico pero quería saber la confesión que Levi le tenía que hacer.

— Yo tengo tres vistas.... cuatro vistas perfectas.... cinco tal vez— decía bajando la mirada aún con algo de rubor en sus mejillas.

—Dímelas  y si cada una de ellas me agrada te cumpliré un deseo ¿Qué opinas?— preguntó el asiático mientras servía un poco de la infusión del paquete original que habían pedido aunque se confundió un poco ya que había tantas teteras como para hacer una fiesta en el lugar.

— Bueno está bien... el lago es la primera, después están los cerezos que están cerca del lago— explicaba el pequeño mientras tomaba la mano del azabache para señalar a los arboles lo cual sonrojó al asiático— Después está tu ojo izquierdo— dijo poniendo su mano izquierda en el rostro de Nico— Seguido de tu ojo derecho— puso la mano derecha— Y terminando con tus labios— acercó el rostro del chico a él para darle un beso tan puro y tan romántico al azabache en agradecimiento a su labor por tranquilizarlo— Gracias— dijo despegándose del ortopedista quien ahora tenía un rubor cubriendo sus mejillas.

Stitches (Schmico)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora