Kenji Ishikawa es un adolescente Otaku al que le gustan los videojuegos siendo su favorito un MMORPG llamado La Leyenda de Yggdrasil basado en el árbol de los mundos de la mitología nórdica. Kenji no sale mucho de casa, pero un día decide salir y en...
Otro día más, para Kenji Ishikawa llegar del instituto a casa esto sólo significaba una cosa, por fin podría entrar Yggdrasil, el lugar dónde sin importar el hecho de que era un otaku con poca vida social se sentía aceptado por los demás.
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-Ojalá el mundo real fuera más parecido a Yggdrasil, de esa forma quizá podría incluso tener novia- dijo Kenji mientras se reía.
En ese momento pasaron muchas cosas por la cabeza de Kenji que le hicieron preguntarse <<¿Cómo podría ser mejor socializando?>> ante esta duda a Kenji se le ocurrió la idea de salir de casa el fin de semana, para esto se le ocurrió ir con su pequeña hermana Kana al parque de diversiones.
Llegó el domingo y como lo prometió, Kenji llevó a su pequeña hermana al parque de diversiones, allí Kenji logró entablar varias conversaciones con diversas personas, cosa que no era habitual en él.
Para cuándo se acercaba la hora de volver a casa, Kenji se cruzó con un misterioso hombre que iba cubierto con una capucha que no dejaba ver su rostro.
- El fin se acerca y ni siquiera tú podrás detenerlo - le dijo el encapuchado a Kenji mientras le tocaba el hombro para luego seguir de largo, Kenji confundido decidió no prestarle atención al hombre y se acercó al carrusel donde Kana-chan se encontraba.
- Onii-chan, me divertí mucho. - le dijo la pequeña Kana chan a su hermano Kenji mientras caminaban de vuelta a casa cuando casi se había puesto el sol. - Me alegra que te hayas divertido Kana chan, si quieres podemos volver otro día y subir a las demás atracciones del parque para que nos divirt...- de repente Kenji se desploma y cae al suelo frente a la puerta de su casa.
Kenji agonizando vio como la pequeña Kana chan asustada llamaba a su madre quién salió de inmediato y lo sube al auto rápidamente para llevarlo al hospital, de camino al hospital Kenji vio a un hombre anciano que traía puesta una extraña túnica y era acompañado por 2 cuervos, tras esto sus ojos se cerraron y lo último que su mente vio fue el rostro de aquel extraño hombre del parque de diversiones, lo que parecía ser una guerra en un mundo distinto al suyo y un gran estallido que acompañó su último suspiro.
Tras ser llevado al hospital a la madre de Kenji le es informado que éste había tenido un ataque cardíaco al cuál no logró sobrevivir.
