Capitulo 12: Jodido sádico.

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Clay miraba a todos esos hombres que en una de las habitaciones proporcionadas por Yacob, colocaban los ordenadores y dispositivos necesarios para la gran reunión que mantendrían en Eternal la yakuza y el grupo de Sokolov. El pelirrojo se mantenía a una distancia prudencial de esos guardaespaldas y en completo silencio. Podía percibir que su presencia no era bienvenida y aunque nunca mostró reacción alguna ante los comentarios que podía entender a la perfección, le molestaba. No estaba ahí por gusto, si fuera por él ya estaría volando a algún paraíso y olvidándose del maldito Dimitri.

Aunque también podía llegar a entender a esos hombres, había podido presenciar uno de los espectáculos y peleas de Aiden con el jefe de la mafia. Nada más llegar Yacob de Eternal y cerrar el trato con Wyat, surgió esa escena que le dejó sorprendido. Nunca había visto a Aiden con ese brillo, esperando a que Yacob le cazara, le reprendiera y le arrastrara, literalmente por los cabellos hasta la habitación. Temió por su seguridad hasta que escuchó los gemidos de su mejor amigo.

"¿Está todo listo?" Dimitri entró sin mirar a Clay, no tenía que mostrar nada delante de sus hombres y mucho menos cualquier tipo de predilección. Viendo como asentían y se retiraban de la habitación dejándole a solas con el pelirrojo que se mantenía a la misma distancia y mirando a cualquier lugar. "¿Cómo está tu hombro?"

"Bien... ahora puedo moverme." Clay se sentía realmente incómodo, no había podido estar a solas con Dimitri desde su pequeña e intensa charla en la habitación. Entre las reuniones con la hermandad, la organización de todos los planes, lo ocupado que iba él mismo con la estafa y al parecer las ganas que tenían ambos de ignorarse, dejaban rezagada esa petición por su parte. "Hoy es la reunión en Eternal, estaremos encerrados aquí con Aiden y cuando nos deis la señal vaciaremos las cuentas de Yamada."

"Las vaciaréis mañana... hoy es demasiado precipitado, necesitamos un margen de unas doce horas para poder asaltar la casa del viejo." Dimitri se acercó unos pasos al pelirrojo, quedándose mirando el cuerpo atlético y viendo como el dueño de este no le miraba. "Hablé con Yacob y me contó tu trato. Tu participación si así podías largarte con papeles nuevos."

"Lo esperaba, Aiden me comentó que sería imposible que te lo escondiera." Clay encogiéndose de hombros, intentó respirar con normalidad. Podía sentir demasiado cerca el cuerpo del mayor y no quería enfrentarlo. "Que me pidieras que me quedara, no quería decir que fuera hacerlo. Me mantengo en mi postura, quiero irme. No he visto nada en ti que haga que me quede."

"¿Por qué lo complicas todo Clay?" Dimitri resoplando se cruzó de brazos para no tocar el menor, sabía que si lo hacia, le esquivaría y empezarían una pelea. "No esperes de mi una confesión o una disculpa, me conoces."

"No lo complico, al contrario, lo hago más simple y mejor." Clay algo enojado por el egoísmo de su amante, enfrentó por fin esos ojos oscuros. Conocía a Dimitri, sabía a la perfección que lo que le dijo la otra vez no fue fácil, le rogó básicamente para que se quedara. Pero no se conformaba con eso, no esta vez. Estaba cansado de conformarse con las migajas y no aceptaría eso de Dimitri. "Y precisamente sé que no puedo esperar de ti una confesión romántica, nos soy idiota. Así que vuelve a Rusia, visita a tu mujer, a tus hijos y vuelve a la normalidad. Haz lo que es correcto."

"Tanta ironía te envenenará." Dimitri estrechando los ojos pudo ver como los labios del menor sonreían con burla. La situación estaba en un extremo que era difícil controlar, ambos sabían que sentían más allá de una atracción pero Clay siempre era más sincero. Daba a conocer sus sentimientos aunque fueran con gestos y él era incapaz. O eso creía de él mismo.

"¿Prefieres que sea directo? ¡Bien, vamos allá Dima!" Clay riéndose nervioso, levantó sus manos a modo de resignación, apartándose del cuerpo más grande y paseando por la habitación. "Hace un año que no ves a tu familia y te importa una mierda. Es más te has borrado la fecha de nacimiento de Misha, lo he visto en tu brazo. Eres un puto cobarde que no es capaz de divorciarse de su mujer y ser libre."

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