Capitulo 8: Hazme tuyo.

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Varios días después.

Clay se despertó sintiendo su cuerpo entumecido y como la cabeza la martilleaba con fuerza. Abriendo sus ojos miel lentamente, apoyándose sobre sus codos y bostezando ligeramente, mirando a uno de sus costados y sonriendo levemente. Dimitri dormía boca arriba plácidamente, aunque aún en esos momentos era incapaz de relajar el entrecejo, seguía fruncido y con esa cara de malas uvas que tanto le caracterizaba. Se sentó como pudo, notando que su trasero y caderas dolían, no se acordaba de la fuerza de ese hombre, sonrojándose y pasándose las manos por el rostro.

¿Cuántos días habían pasado?

Desde su encuentro en el mirador que no habían dejado de verse en el Palace, al mayor parecía importarle una mierda todo y a la que podía le arrastraba a ese hotel. Y llevaban encerrados ahí por dos días enteros, teniendo sexo y alimentándose a base del servicio de habitaciones.

Clay se sentía débil e idiota. Había acabado cayendo de nuevo en el mismo error, ambos lo habían hecho. Y ahora entendía el porque Dimitri en todos esos años no le había buscado nunca, fue más listo, supo que si volvían a encontrarse, no serían capaces de parar lo que acontecería.

"Vaya par de idiotas..." Clay se revolvió los cabellos con las manos para luego bajarlas por sus brazos y acariciarse su propia piel. Intentaba calmarse, decidiendo entretenerse con todos esos tatuajes que tenía en la piel su ahora acompañante. Siempre le habían fascinado pero consideraba que Dimitri se había pasado, no enumeraría las zonas tatuadas porque no terminaría. Lo único que llevaba sin tatuar era la pelvis, los muslos y alguna zona de la pierna. Pero de cintura para arriba estaba curtido de ellos. Acarició con sus dedos cada uno, encontrándose alguno que no estaba antes y su mirada dirigiéndose automáticamente al brazo izquierdo. Ahí tenía tatuada la fecha de nacimiento de Misha y los niños. Sorprendiéndose cuando solo ubicó la de los pequeños. "No entiendo nada..."

"¿El que no entiendes...?" Dimitri despertándose por las cosquillas ocasionadas por esos dedos largos, en un rápido movimiento atrapó el cuerpo más delgado, apretándole contra su pecho y aspirando el aroma de los cabellos color fuegos. Sudor, sexo y el aroma característico del pelirrojo.

"Nada..." Clay no quiso preguntar o acabarían peleándose de nuevo. Aunque de nuevo ese maldito nerviosismo en su estómago estaba haciendo acto de aparición, cerrando los ojos con fuerza y acariciando con sus manos la espalda fornida. "...no te he despertado. Bueno lo conseguí yo hace poco."

"Yacob me matará..." Dimitri odiando en parte que su jefe estuviera de nuevo en el país, miró la hora, era más fácil antaño, cuando estaba lejos y podía permitirse el lujo de no dar ninguna explicación a nadie, mientras el negocio funcionara y continuara, todo daba igual. Y si, Yacob le mataría y encima le machacaría a preguntas indiscretas, estaba sobre la pista y seguramente sería imposible frenarlo. Volviendo la atención al pelirrojo que tras zafarse del agarre se reincorporaba. Deleitándose con esa espalda desnuda; larga, definida y tersa al tacto. "¿Dormiste algo?"

"Engreído..." Clay sonrojándose con fuerza se intentó levantar de la cama pero esos brazos musculados le apresaban agarrándolo por la cintura. "... dormí lo que pude, pero al menos algo. ¿Feliz?"

"Algo así..." Dimitri sonriendo lascivamente tumbó al menor con facilidad, colocándose encima del cuerpo tostado por el sol e hincando una rodilla entre las piernas del pelirrojo. Rozando esa zona que ya estaba felizmente erguida y reteniendo con sus poderosas manos las más delgadas, entrelazando los dedos e inclinando su rostro encima del de ojos miel. "...yo he podido dormir poco..."

"No será por mi culpa..." Clay sintiéndose sofocado, intentó alcanzar los labios delgados, viendo como el agarre no le dejaba y maldiciendo al más grande. Dimitri sonreía enseñando esos colmillos, con ese cabello negro despeinado y esos músculos delineándose por todo su pecho y torso. Estaba seguro que podría hasta lavar la ropa en esos abdominales. "...Dima, suéltame o haz algo."

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