Glances. TR2. [TERMINADA]✔️

𝐂𝟑𝟐

Blake.

Después de pasar casi la mañana entera en netflix, me paro de la cama y salgo al pasillo.

El energúmeno de Nick lleva rato sin dar señales de vida, eso me extraña y me da una idea a la vez.

Justo ahora solo tengo una cosa en mente, venganza.

Ayer no paró de recordarme que era mejor que yo bailando y que me había ganado, pero todos sabemos que es mentira y el hizo trampa.

Llevo solo bragas y una camiseta de el, que me queda bien grande por cierto y mi pelo recojido en un moño desaliñado, deseguro parezco una loca pero me vale.

Camino sigilosa por el pasillo sin hacer ruido, paro en una habitación que no habia visto, la puerta está entreabierta, me asomo y lo veo ahí, solo llevando unos joggers ligeros, sin playera y con el pelo desordenado.

Sentado en un taburete, pintaba en un lienzo, en la esquina de la habitación, entonces me fije que esta habitación la habia acondicionado para eso en específico, ya que tenia papel para cubrir que el piso no se manchara y a su alrededor, habían mas lienzos, tapados con una manta, a su lado, tenía mas pinceles y latas de pintura, en su mano izquierda tenia una paleta con varios colores de pintura y con su mano derecha sostenía el fino pincel, trazando su camino en el lienzo, estaba concentrado.

De fondo, había puesto Rojo de J balvin y tarareaba la canción mientras pintaba.

De vez en cuando se lamía los labios inconscientemente.

-... Me dan ganas de ti, te dan ganas de mi, a la misma hora...-cantaba en una suave voz.

Salí de mi ensimismamiento, dejando de lado lo sexy que se veía, entre sin hacer ruido a la habitación.

Pero el me notó, me sonrió y saludó:

-Hey, hola.

-¿Qué dibujas?- pregunté.

El me miró por unos segundos, estudiándome.

-Espontaneidad- me dijo encojiéndose de hombros - Ven- me llamó.

Fruncí mi ceño pero hice caso y me acerqué.

El abrió sus piernas y me hizo una señal para que me colocara entre ellas, sin entender muy bien que tramaba, me coloqué, dando mi espalda a su pecho y mi frente al lienzo.

-Sostén el pincel.

Hice lo que dijo y el sostuvo mi mano por arriba, me guió al lienzo y empezó a trazar algo, con pontira negra, después de unos minutos, me di cuenta de que estabamos dibujando la silueta de una chica.

-No es tan difícil- dije y el negó.

-No, solo tienes que dejarte fluir- me dijo, segundos después paró y yo salí de su cuerpo.

El agarro el pincel y se acercó mucho al lienzo, como arreglando un detalle del dibujo.

Entonces algo en mi cabeza se reinició y mi yo maliciosa, se despertó.

Recordé que había venido aquí a cobrar mi venganza, y que mejor momento que este.

Vi una lata de pintura azul destapada y se veía tan llamativa.

Mordí mi labio maquinando mi plan, luego lo miré a el, estaba demasiado limpio, le faltaba color, pensé y sonreí maliciosa.

Sin que se diera cuenta, agarre una brocha grande y en un movimiento rápido cojí pintura azul y le embarré la espalda.

El se espantó y cuando se dio cuenta de mi hazaña, primero se enojo, luego miro mi sonrisa de suficiencia y sonrió.

-Así que has venido a cobrar tu venganza- dijo y se paro lentamente, dejando el pincel y la paleta de colores de lado.