Scared Of Happy • [KTH] COMPLETA

ℂ𝕒𝕡𝕚́𝕥𝕦𝕝𝕠 20

Las niñas están durmiendo en su cama y Yeontan está a los pies de ellas, el animal respira con calma, se ve tan cómodo que no pude negarles a las niñas que el perro subiera a la cama, para ser un perro de la calle no estaba del todo sucio, supongo que las personas que le tienen cariño lo bañaban o cuidaban, SeJoo está hecho una bolita en las sábanas, luego de un baño se había quedado dormido casi al instante, apago la lámpara de la mesa de noche y salgo de la habitación sin hacer ruido.

Escucho la puerta de la casa y me dirijo allí, desde la tarde no sabía nada sobre los chicos ni la señora Kim, NamJoon y SeokJin entran a casa con su abuela, cuando voy a preguntar sobre Tae el chico aparece con el rostro golpeado, camina despacio mientras una de sus manos va en sus costillas.

Tae no me mira, ni siquiera me dice algo para calmarme como usualmente lo hace, sólo hay seriedad en su rostro, NamJoon lo ayuda a llevarlo hasta su habitación a pesar de que se niega varias veces, cuando estoy a solas con la señora Kim y SeokJin no puedo evitar preguntar.

— ¿Qué fue lo que pasó? —los miro.

— No es nada, no debes preocuparte—dice Jin, pero se escucha algo ansioso en su voz, luce molesto también.

— Acabo de verlo golpeado, claro que debo preocuparme...

NamJoon regresa mirando a su hermano.

— Tenemos que ir y buscar a ese idiota.

— No, no van a ir—la mujer luce preocupada—Miren lo que hicieron a su hermano, no quiero que también terminen así.

— Abuela, no es la primera vez que defendemos a Tae—dice Jin—Si no entiende por las buenas, entenderá por las malas.

— SeokJin—reprocha, pero ambos chicos salen de casa cerrando casi con un portazo. Miro a la anciana quien se tambalea perdiendo fuerzas, la sostengo ayudándola a sentarse en el sofá.

— Tranquila, no puede angustiarse así, ¿Quiere que le prepare un té?

— No tienes que hacerlo, AeRin, seguramente estás cansada...

— No lo estoy, los niños están durmiendo, puedo ocuparme de usted sin problema—le sonrío un poco.

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— Acabo de hablar con JungKook, llamará algunos amigos para ir donde los chicos—la señora Kim deja su celular en la mesa mientras restriega sus ojos con sus manos, realmente luce cansada. He podido escuchar parte de la conversación, pero escuché lo suficiente para saber que fue lo que pasó.

MinGyu había golpeado a Tae con otros chicos más, aquel chico de la fogata que me habló es el culpable de los golpes de Tae.

— ¿NamJoon y SeokJin siguen sin responder sus teléfonos? —le sirvo su té listo dándole la espalda luego para servir otro más.

— Siguen sin responder—suspira. Había escuchado que esos dos defendían a su hermano, pero verlo en persona era...otra cosa—Estos chicos me causarán un infarto un día de estos.

— No diga eso, en el tiempo que conozco a los hermanos de Tae sé que no actuarían imprudentemente—tomo la taza de té lista revolviendo un poco el azúcar dentro— ¿TaeHyung les dio la razón del porque lo golpearon? —volteo a verla— ¿Hablaron con la policía?

La mujer me mira en silencio por unos minutos. Ella parece estar analizándome o estudiándome, ¿Por qué me ve así?

— Tae no quiso hacerlo, eso molestó más a sus hermanos.

"Que ironía"

— ¿Por qué? ¿Le tiene miedo a MinGyu?

— No exactamente—parece dudar, toma un poco de su té y dice—Tae intentó defenderse, pero era uno contra cuatro, usualmente no lo hace, en otro momento habría dejado que lo golpearan, pero él dijo que intentó defenderse-me mira fijamente, como si intentara decirme algo.

Guardo silencio unos minutos imaginando la escena, sé lo que es ser golpeado injustamente, he pasado mucho tiempo viviendo así. Escuchar que Tae pasó por lo mismo me causa enojo e impotencia, ¿Así se siente SoYi cuando piensa en su padre?

— Voy a llevarle este té a Tae—recojo la taza con cuidado colocándola en una pequeña bandeja—Le prepararé un sándwich, seguramente no tiene nada en el estómago luego de esto.

— AeRin.

— ¿Sí, señora? —la miro.

— ¿Aprecias mucho a mi nieto?

Aquella pregunta me extraña un poco, pero asiento.

— TaeHyung es un buen chico, desde que llegué a la granja suele escucharme y ayudarme con los niños—indico—Suelen subestimarlo mucho, tiene pensamientos muy hermosos sobre algunas cosas, es una de las pocas personas que...me hace sentir bien.

Ella sonríe dulcemente asintiendo, como si acabara de confirmar algo.

— Voy a...tomar un baño, será una larga noche...

— Duerma un poco, intente descansar, esperaré a los chicos.

— No, tienes que dormir también, las niñas tienen escuela...

— Si duermo necesitaré que usted también lo haga—me muevo de un lado a otro en la cocina preparando el sándwich para TaeHyung—Todos necesitamos descansar.

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Doy unos toques leves a la puerta que da a la habitación de TaeHyung, no tengo respuesta, todo está en silencio, su abuela había ido a su cuarto para descansar unos minutos antes. La había convencido de dormir, a su edad no podía preocuparse tanto. Respiro profundo girando el pomo de la puerta mientras sostengo la bandeja en mi mano libre, la habitación está a oscuras, hay una librería pequeña en la esquina, la ventana está abierta, la brisa nocturna mueve las cortinas, hay un escritorio con discos de música, un ordenador apagado y una silla frente a éste. Las paredes tienen cuadros abstractos o de paisajes, en la cama hay un cuerpo masculino que se encuentra volteado hacia la pared, respira profundo lo que me hace pensar que TaeHyung está durmiendo.

Me acerco sin hacer ruido y dejo la bandeja en la mesa de noche, hay dos marcos en éste, una foto es de Tae con sus hermanos y en la otra aparecen los tres junto a su abuela sonrientes. Sonrío de lado al ver la sonrisa cuadrada que tanto me gusta del chico.

Miro la ventana y la cierro un poco cubriéndola con las cortinas, me acerco a la cama encargándome de cubrir mejor el cuerpo del chico con las sábanas, TaeHyung sólo respira profundo, pero no despierta, su abuela me había dicho que le habían dado algunos calmantes para los dolores, puedo ver que su pómulo derecho está inflamado. Cuando llegó había visto eso, el labio inferior roto y cerca del ojo izquierdo lo tenía inflamado además de rojo.

Miro la habitación decidiendo recoger sus zapatos y dejarlos organizados junto al armario. Acomodo algunos libros y discos de música que tiene, hay algunas camisas o pantalones por el suelo, dejo todo eso en la cesta de ropa sucia que tiene para luego salir del cuarto sin hacer ruido.

Realmente todos necesitábamos descansar.