CAPITULO 3

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Me quedo sorprendida por la maravillosa ciudad de Dubái, las veces que habíamos venido, mayormente no lo hacíamos en helicóptero, hemos viajado por unas dos horas para estar aquí, y sentir el calor y el aire fresco en combinación es lo más delicioso que se puede sentir, después de la mañana cuando Shagen me despertó y que mi familia y la de mi ahora marido mostraron la sabana ensangrentada, muestra de mi virginidad, decidimos viajar de una vez a Dubái, nos despedimos y viajamos a nuestra luna de miel, padre nos había regalado tres semanas de luna de miel en una isla del lugar, allí pasaríamos la noche, tendríamos más privacidad, y nos daríamos el gusto de disfrutar de bañarnos en el mar sin que nos vieran.

Cuando llegamos a la isla nos bajamos del helicóptero y nos despedimos del Jefrid el piloto. Shagen me ayuda a llevar mis maletas que uno de los encargados de la casa de madera lleva las de él.

Doy gracias Alláh de cargar el cabello recogido con un hijab, si no... ya estuviera todo revuelto por el fuerte viento que hizo las paletas del helicóptero al elevarse. Me quedo embobada al ver la belleza del mar, todo es tan perfectamente maravilloso, es como un sueño.

Entro a la mansión, a pesar de que es una planta, todo es muy lujoso y moderno, las paredes mayormente son de vidrio y todo es muy acogedor. Me hace sentir como si estuviera en una de esas casas de los catálogos.

Suelto un leve suspiro cuando siento los brazos de mi marido rodear mi cuerpo por detrás, suelto todo el aire retenido y cierro mis ojos disfrutando de su deliciosa cercanía.

El comienza a besar mi cuello, me estremezco al sentir su cálida lengua pasar por mi yugular haciéndome temblar de deseo.

-Se mía nuevamente...- susurra en mi oído, muerde el lóbulo de mi oreja para luego seguir acariciando mi cuello con sus calientes labios.

-Soy tuya- murmuro casi en un hilo de voz, él me hace voltear para luego posee mi boca con ferocidad. Muerde mi labio con fuerza para luego introducir su cálida lengua en mi boca- alguien nos puede ver- digo entrecortadamente, sus manos comienzan a subir el Abaya que cargo puesto, trato de detenerlo pero se me hace imposible, el ejerce un poco más de fuerza y me aprisiona contra su pecho, me quejo por su fuerza bruta pero el aun así no me escucha. Muerde mi labio con tanta fuerza que me hace sangrar, toca mi cuerpo con demasiado afinque, haciéndome sentir asfixiada entre sus brazos- Shagen así no quiero- me quejo, el empieza a caminar conmigo por toda la espaciosa sala hasta llegar a uno de los sofás que están en la enorme estancia. Y sin nada delicado me hace acostarme en ella, lo miro a los ojos, y el oscuro de su mirada verde me hace temblar, cuando voy a huir el me atrapa entre sus brazos y me vuelve acorralar en el sofás con su musculoso cuerpo.

Sus manos suben de prisa mi Abaya y me arranca mi ropa interior. Trato de zafarme de su agarre pero se me es imposible, y sin más dejo que haga conmigo lo que quiera. Sus toques son agresivos, sus penetraciones son rápidas y violentas, una parte de mí se rompe de tal manera que arrancó a llorar silenciosamente, cuando llega a su liberación lo escucho nuevamente murmurar el nombre de mi hermana y eso fue como otra puñalada a mi alma.

El me suelta de las manos, y aprovecho el momento que ya no ejerce su fuerza sobre mí para empujarlo y cachetearlo, el al alzar su mirada hacia mí, sus ojos inyectados en sangre se fijan en los míos lagrimosos.

-Eres un...

-Eres mía, yo te poseo como yo quiera y no hay discusión alguna sobre ello- responde enojado, me levanto de aquel sofás y trato de taparme con los retazos de mi abaya, no dejo de mirarlo dolida por sus palabras.

-Por qué siempre tienes que recordarla a ella- pregunto entre el llanto.

-Porque la amo, y no puedo controlarlo, perdóname... sé que te prometí amarte y hacerte feliz pero cada hora o minuto que pasa no puedo, me cuesta quererte, y cuando te poseo o te beso la recuerdo a ell...

JAMILATI " SAGA AMOR EN EL DESIERTO"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora