CAPITULO 32

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Me hundo en su cavidad una y otra vez. Nuestros cuerpos están sudorosos, nuestra piel caliente, sus labios hinchados, sus pechos sensibles, todo de ella es tan excitante que incluso me pongo aún más duro con solo verla sonreír.

Besos sus labios voluptuosos, y masajeo sus pechos con mis grandes manos... ella se estremece cuando muevo mi miembro en círculos dentro de ella, un gemido agudo sale de su garganta. Sus uñas se clavan en mi espalda, yo aprieto su carne, me sumerjo cada vez dentro de ella, haciéndola gritar, hasta llegar al límite de la cúspides.

Ambos disfrutamos de ese estremecedor orgasmo, pero así como estamos bien, ella y su bipolaridad vuelven a salir a la luz.

-Quítate...- me empuja, yo me salgo de ella y me siento en la cama. Nish se mete dentro de la colcha y me da la espalda. Suelto un cansado suspiro.

-Ranish...

-Esto no debió pasar, no se repetirá- por un momento quise tomarla de nuevo y decirle un montón de cosas, pero preferí dejar esa discusión para después. Hoy fue un largo día, y no quiero que también lo que queda de la noche se arruine.

Me acuesto y me acomodo dentro de la colcha, me acerco a ella para abrazarla pero me esquiva- no quiero que me abraces, así que mantente en tu lado de la cama- dice sin más, una parte de mí se quiebra por su rechazo, pero doy caso omiso a lo que quiere.

Aunque se resistió, a la final se tranquilizó entre mis brazos, ella es mía, y seguirá siendo mía hasta el final de mi vida. La atraigo más hacia mi cuerpo, la envuelvo con mi calor, la marco con mi aroma, me siento como un león incapaz de dejar ir a su leona.

Me acurruco en su caliente cuerpo- como no amarte Shagen, si sabes jugar bien tu papel- me tenso.

Solo trato de demostrarte lo que jure que haría, eres mi esposa y tu lugar siempre será aquí... junto a mí.

-Me amas...

-Más que a mi vida...

***

Regresaríamos a Riad, todo estaba listo para nuestro viaje de regreso, nos iríamos en el jet privado de padre, madre ha estado consintiéndome y llenándome de mimos, mientras que padre y Shagen salían a quien sabe que...

-Haber Nish querida, come un poco más, si no lo haces eso le podría afectar a la pequeña bolita que llevas dentro- rio.

-Bolita, creo que una bolita es más grande que el pequeño bebé que llevo dentro.

-Eso es cierto, pero es fastidioso decirle bebé todo el tiempo, porque no mejor le colocas un nombre, así tendrán como llamarle cuando este más grande y te de patadas todo el tiempo.

-Qué crees que sería bonito colocarle- le pregunto entusiasmada, siempre quise ser madre, y de que ahora lo sea es un regalo que Alláh supo darme en medio de la tormenta.

-No lo se, puedes colocarle un apodo o el nombre que te gustaría colocarle cuando nazca- asiento, acaricio mi vientre con amor- que tal Anisha- frunzo el ceño.

-Es un nombre de niña- murmuro.

-Y eso que... podría ser una hermosa Nish en miniatura- sonrió.

-Puede, pero no será niña, será un lindo varón y se parecerá mucho a su padre.

-Bueno, si es así podría llamarse Rashan, o Shagen II como su padre- niego.

-Que tal te parece Murad- madre me mira por un instante antes de sonreír de lado.

-Es un bonito nombre- responde.

-Significa deseado, no sabes lo mucho que desee tenerlo, y lo mucho que deseo ahora verle entre mis brazos.

-No hay nada mejor que eso, cuando están pequeños ellos se aferran tanto a ti, y cuando los vez crecer te das de cuenta de lo rápido que pasa el tiempo, y es allí cuando deseas que vuelvan a ser pequeños bebés que dependen de ti.

-Crees que sea buena madre...

-Creo que ambos serán buenos padres- le abrazo, me quedo allí en su regazo un buen tiempo. Sintiendo su calor y su amor- sé que entre tú y Shagen no va nada bien, pero si él está poniendo de su parte, tú tienes que aferrarte a ello. Sé que lo amas Nish, sé que tu hermana también amo al mismo hombre, pero no todo sale tal cual se quieres y ahora ambas deben buscar la manera de ser felices, no hagas las cosas más difíciles entre ustedes.

-No sabes por lo mucho que he pasado- murmuro casi en un susurro.

-Y tú no sabes por lo mucho que yo he tenido que pasar. Quise seguir otro camino a sabiendas que volvería al mismo punto. Shagen te ama, lo demuestra, lo he pillado mirándote de una manera no tan propia pero en esa mirada hay más que simple deseo.

-Shagen me ha mentido tanto...

-Y qué hombre no lo hace, si nosotras lo hacemos que tiene que ellos también se equivoquen.

-Desde cuando defiendes tanto a los hombres- pregunto con el ceño fruncido. Sus dedos acarician mi cabello.

-Desde que tu padre me encadeno y me hizo sumisa ante sus deseos. Desde que quise huir y el logro hallarme. Desde aquel instante en que me obligo a regresar con él y despertaba cada mañana con una rosa roja en mi cama. Una vez más me conquisto el corazón, me lo rompió y aun así lo reparo.

-Nunca me contaste tu historia madre- ella sonríe.

-No es demasiado buena para recordarla, solo me gusta recordar las cosas bonita que vivi con tu padre, y las que aun vivo con él.

-Eres feliz- pregunto, me siento en la cama para verle a los ojos, esos ojos acaramelados que han madurado con los años.

-Soy feliz, tu padre hace que cada día perdido será mejor que el anterior.

-Padre no es muy afectuoso- aun que recuerdo que de niña nos llevaba al zoológico a ver las jirafas.

-Digamos que cada año lo hace más amargado- reímos.

-Así que hablando de mí- ambas volteamos y vemos aquellos dos hombres parados en el umbral de la puerta. Madre se levanta con una enorme sonrisa y se acerca a él. La mirada afectuosa de padre no disimula cuando ve a mi madre, el amor que desprende es obvio, ella es la luz de sus ojos.

Suelto un leve suspiro, como me gustaría que alguien me mirara así.

-Solo decía una verdad que es mentira- responde madre, ella acomoda el traje de padre y acaricia su pecho. Baba toma una de sus manos y la besa con cariño.

-Ya está todo listo para que nos marchemos- mis ojos se van hacia Shagen quien me mira con seriedad.

-Ya está todo listo, ya nos podemos ir- me levanto con cuidado y me acerco a mi maleta.

-Nosotros los esperamos abajo- mis padres salen de la habitación dejándome a solas con Shagen. Frunzo el ceño, tomo la maleta y trato de salir pero Shagen me toma del codo.

-Tu padre y yo hemos hablado sobre lo que paso- no volteo solo lo escucho.

-Y qué fue lo que dijo- pregunto.

-Que todo es decisión tuya, es por eso que te pido Nish que lo pienses, no tanto en nosotros si no en nuestro hijo, él se merece una familia unida, no días compartidos. No es necesario involucrar a terceros en una relación de dos.

-De dos, aquí el único que incluyo un tercero fuiste tu...

-Yo no incluí a nadie, no es mi culpa que todos quieran entrometerse en nuestro camino Ranish, de igual manera no te permitiré que te vallas.

-Bien...- digo sin más- pero no presentas que cumpla cuando lo alguna vez fue ya murió.

-No me hagas reír Nish, un amor no se olvida así de fácil- aprieto mis puños.

-Es por eso que aun sigues amando a mi hermana... como podrías olvidarla así de fácil.

-Quizás eso nunca fue amor...

JAMILATI " SAGA AMOR EN EL DESIERTO"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora