Caminar de la mano con Shagen es un tanto extraño, pero se siente bien, quizás comenzamos mal pero por que tendría que terminar así.
Visitamos la torre Eiffel, vi la enorme La Catedral de Notre Dame, no entramos por que no va a nuestras tradiciones, pero sí que es bonita, los detalles rústicos y ese color grisáceo te hace viajar en el tiempo, también entramos al museo del Louvre, fue increíble todo lo que se puede encontrar allí, el arte, las antigüedades de Egipto y muchas cosas más, realmente fue una experiencia increíble.
Pero lo que más me gusto de Paris es la moda, aunque es un poco fuera de lugar, muy gótico y extravagante, pero lo hace diferente.
Después de visitar el museo Shagen me llevo algunas tiendas, y allí compre mucha, mucha ropa y zapatos, siempre he sido una fanática de la ropa, si no me hubiese casado quizás fuese una diseñadora, pero mi interés se enfocó más en cómo hacer feliz a mi marido, a diferencia de mi hermana yo siempre supe cuál sería mi deber después que me casara, tuve presente en mi vida en que había nacido para ser la esposa del CEO de Telec Addel.
Me coloco un vestido pegado al cuerpo, no hace una hora la esteticista y la peluquera que Shagen contrato para mí se fueron, y ahora me estaba vistiendo para ir al teatro. El vestido es blanco tiene un escote en la espalda, dejando un tanto de piel al aire, unos tacones negros para que combinará con mi color de cabello. Lo había devuelto al color original, no había quedado como antes pero si es mucho más oscuro, un azabache que me convertía en la verdadera Ranish, pero esta vez era yo y no la mujer que por mucho envidie. Mis labios estaban pintados de rojo mate, y mi cuello adornado con un collar de zafiros negros. Ese es nuevo, me lo regalo Shagen el día de hoy, cuando llegamos al hotel después de un largo día.
Ya lista salgo de la habitación a la sala principal de la suite, allí me lo encuentro, sentado mirando por el ventanal. Me aclaro la voz, Shagen voltea con una enorme sonrisa en su rostro, pero así como esta también desaparece con rapidez.
-Que ocurre... acaso no te gusta- pregunto incomoda por su silencio.
-Te has cambiado el color de cabello- murmura, agarro un mecho y lo miro por unos segundos, "que tenía el color" siempre lo he tenido así, hasta que quise cambiarlo.
-Acaso te gustaba más rubio- pregunto, el niega.
-Solo que...- suelto un suspiro.
-Me parezco a ella verdad, aun no la has superado cierto-pregunto, el no responde, por lo que decido mejor darme media vuelta he irme a la habitación y así no salir a ninguna parte.
Cuando estoy dispuesta a marcharme, Shagen se acerca a mí y me voltea para estar frente a él.
-Nish...
-Por qué siempre me mientes, porque aún me retienes Shagen- relame sus labios, y acuna mi rostro.
-Mi amada, sabes que es lo que más me impacta verte con ese color de cabello, la diferencia de ver la verdadera mujer y no esa que trata de ser diferente. No se trata de Amira, si no por tu parecido a ella, si no de lo preciosa que te vez siendo tu y no otra.
-Por qué será que no te creo- murmuro casi en un susurro.
-Por qué te he mentido tanto que cuando te digo la verdad, crees que es mentira. Mi hubibi, mi vida, mi luz, mi hermosa Ranish, no sabes el gusto que siento al verte así, tan preciosa, tan tu mi amor.
Su rostro baja hasta al mio, ambos nos mantenemos por un par de segundos mirándonos a los ojos, cautivándonos entre sí. Sonrió... sus labios acarician los míos, sus pupilas se dilatan y cambian de color. Un verde véneto, un precioso verde oscuro. Mis labios se entre abren soltando todo el aire retenido. El aprovecha ese preciso momento para besarme he introducir su lengua en mi boca. Un ronco regido sale de mi garganta. Mis manos se posan en su cuello y pecho. Nos besamos con paciencia, con anhelo. Cada segundo se vuelve eterno. Me aferro a él, me enamoro de él, porque solo Shagen lo es y será siendo todo para mí.
***
Llegamos al teatro palais Garnier, de día se ve precioso el teatro pero de noche, es realmente impresionante. Entramos, hay mucha gente vestida elegantemente, con trajes y vestidos finos. Mientras nos encaminamos a nuestros puestos en la segunda planta, una voz nos hizo detener.
-¡Shagen!, ¡Shagen!- ambos nos volteamos para ver a la mujer que se encamina hacia nosotros. Una peli roja de grandes curvas se para frente a nosotros, sus ojos azules miran a mi esposo con un brillo bastante peculiar- que gusto verte, no pensé que te encontraría aquí.
Miro a mi esposo quien se ha quedado extático y solo mira a la mujer con cierto nerviosismo. Frunzo el ceño, él se aclara la voz, suelta un suspiro pesado.
-Yo tampoco pensé que te encontraría aquí, tengo entendido que no eres una fanática de la ópera.
-No lo soy, pero me encontraba en casa bastante aburrida, y decidí salir- me aclaro la voz, los ojos de ambos se posan en mí. La pelirroja me mira de arriba y abajo, sus ojos burlones, una sonrisa hipócrita aparece.
-Ya que mi esposo no nos ha presentado, soy Ranish Addel- extiendo mi mano, ella sonríe aún más. Toma mi mano y me da un apretón.
-Y yo soy Soilan Kairof...
Maldita mierda es el destino.
HEEYY MIS AMORES, ESPERO HALLAS DISFRUTADO DE ESTE NUEVO CAPITULO,BESOS Y FELIZ NAVIDAD.
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JAMILATI " SAGA AMOR EN EL DESIERTO"
Romance"ÁMAME POR SER YO, Y NO LA SOMBRA DE MI HERMANA" Que importaba lo que hiciera una persona para olvidar a la mujer que ama, con el tiempo se supera mas no se olvida. Difícil fue para Ranish saber que el hombre que ama y con el que ahora estaba casada...