JAMILATI " SAGA AMOR EN EL DESIERTO"

CAPITULO 37

Nunca he solido ser de las personas que ven el mundo desde otra perspectiva, yo prefiero ver el presente y hacer lo suficiente en un día para que no se sienta como horas perdidas. Pero en ese momento, ver a mi hermana, ver a todo a mi alrededor, me hizo darme cuenta de que no soy la única con problemas; de que no solo yo sufre por amor. Mi hermana estaba pasando por una situación mucho peor, aunque ella no se atreviera compartirla conmigo o quizás con mi padre; ella prefería mantener al margen a terceras personas en su vida matrimonial, y en parte es razonable, porque cuando nos casamos lo hacemos con una persona y no con dos o tres. Ni siquiera aun que el hombre tenga más esposas, las otras no puede inmiscuirse en la vida de la otra porque no les incumbe aunque estén casadas con el mismo hombre.

De solo pensar a Shagen cansándose de nuevo, se me estruja el corazón, yo jamás estaría de acuerdo en compartir a Mi esposo con otras mujeres, yo no sé cómo hacían aquellas chicas que están casadas con hombres que tienen más de una mujer a su lado. A mi opinión es horrible...

Después de tomar el té y hablar un buen rato con Amira. Conocer como es su vida, fue bastante fuerte, pero lo que más me molesto fue aquella mirada furtiva que Shagen le dio, pero no discutiría eso ahora, solo me mantendría aislada por un buen tiempo hasta sacar el tema.

-Ranish...

-Creo que voy a ir a descansar, hoy fue un día diferente y un tanto traumático para mí.

-Está bien cielo, como quieras- responde serio, su ceño se frunce por un momento hasta que habla nuevamente- estas enojada conmigo.

-Por qué lo estaría, acaso ¿hiciste algo malo?- él niega.

-No, lo juro por Alláh que no, solo que desde esta mañana has estado muy callada.

-No te preocupes, solo he estado pensando, y aparte de que este bebé me pone soñolienta todo el tiempo- sonríe- creo que sería mejor que me fuera a dormir, me acompañas.

-Por supuesto- ambos nos adentramos a nuestra habitación, nos damos una ducha rápida y nos acostamos completamente desnudos en la cama.

Mi cabeza esta recostada en su pecho, mis dedos acarician sus músculos, mientras que el acaricia mi omoplato- dime que sentiste cuando la viste.

-Por qué siempre quieres sacar ese tema de conversación- pregunta, me encojo de hombros, me acerco mucho más a él, acurrucándome entre sus brazos.

-Sabes, me gusta saber todo de ti, incluso lo que piensas, lo que sientes, lo que crees, me gusta ser dependiente de ti, porque te amo, porque te necesito, porque eres tan importante para mí, acaso ¿eso es malo?- preguntó dubitativa, es la primera vez que se lo digo, y prefiero que lo sepa, quizás así sea incapaz de lastimarme nuevamente- si mi hermana te pidiera volver con ella, lo harías.

-No- dice tan rápido que incluso me sorprende- no lo haría, y no es malo... me gusta que seas dependiente de mí, como yo lo soy de ti, creo que eso es una base que fortalecerá nuestro matrimonio y ese amor que surgió entre mis cenizas- responde con sinceridad- y la verdad es que... cuando la vi, sentí ese cosquilleo en mi garganta, no lo voy a negar, sentí cosas extrañas en mi estómago, me cuando vi sus ojos, mi corazón no latió tanto como lo hace cada vez que te veo. Y me di de cuenta de lo perdido que estoy por ti, y que a pesar de todo, aunque lo creí imposible, pude superar a esa mujer, y abrirle a mi corazón la chica que tengo entre mis brazos ahora.

-Hemos pasado por tanto...

-Pero hemos superado los obstáculos, eso es un buen comienzo, creo que si seguimos así, podremos hacer de nuestras vidas mucho más fácil.

-Te amo, ya te lo había dicho- él se coloca de lado, acuna mi rostro y besa mi frente para luego fijar sus ojos preciosos en los míos.

-No el día de hoy- sonríe- yo también te amo, y no sabes cuando estoy agradecido por Alláh por haberte colocado en mi camino, agradezco al cielo por no haberte rendido mi amor. No sabes lo contento que estoy por ser el esposo de la mujer más hermosa del planeta, y de que ella, solo ella sea la dueña de mi corazón, de mi vida, y la madre de mi hijo.