Un precioso vestido verde amolda mi esbelto cuerpo, hoy había ido a la peluquería le hice un cambio radical a mi cabello, ya quería ver el rostro de mi marido cuando lo viese. Hoy se casaría mi hermana, hoy por fin se cerraría la entrada para mi marido en la vida de mi gemela, ya nada cambiaria eso, y mucho menos ahora que pronto ambos tendríamos un bebé.
Aun no lo confirmaba, me había hecho una prueba de embarazo cacera y había salido positivo, pero no confió en esas cosas por lo que mañana iría al médico.
La puerta se abre, y es allí donde lo veo, tan guapo y elegante, su semblante serio, con el ceño fruncido y esa mueca que siempre hace cuando algo le molesta. Cuando levanta su rostro se sorprende al verme.
-Que te has hecho en el cabello- pregunta inquisitivo. Me encojo de hombros.
-Solo quise cambiar de estilo- respondo con normalidad.
-Me gustaba más el castaño oscuro, cuando regresemos a casa te mandaras a quitar esa cosa- lo miro sorprendida por su respuesta.
-No quiero, me gusta el color y no me hace parecer a mi hermana- él se tensa cuando la nombro. Era consiente que aun la quería, y ahora era más que claro que aún no la había superado.
Me acerco al él dando grandes zancadas y me le paro enfrente- espero no hagas ninguna estupidez el día de hoy Shagen, porque juro por Allah que me voy y jamás regreso.
-Para lo que me importaría si te vas o no- responde, y tan solo oír esas palabras quebró una buena parte de mi corazón.
-Perfecto entonces...- voy a marcharme pero él me toma de la cintura con fuerza, me hace voltearme y en un rápido movimiento me pega a la pared conmigo entre sus brazos.
No lo miro, trato de controlar las lágrimas pero se me fue imposible. Sus dedos la quitan con delicadeza. Lo escucho suspirar entrecortadamente.
-Perdóname...
-Ya no lo hare, cada vez que tienes oportunidad me lastimas, cada vez que estas alrededor de ella cambias, cuando la superaras Shagen, cuando será el día en que me ames por ser yo y no la sombra de mi hermana. Me estoy cansando, y no sabes cuánto la odio. Así como te odio a ti en este preciso momento- mi voz sale rota, incapaz de seguir hablando. Duele, duele como lava ardiente, duele mucho.
El me suelta, se aleja de mí. Pasa sus manos por el rostro, frustrado y cansado- eres mi esposa Ranish eso nadie lo cambiara.
-Pero si fuera por ti, tú lo harías- él niega.
-No quiero discutir contigo- ni yo quiero, pero si dejo esto hasta aquí, siempre seguirá con lo mismo.
-Creo que lo mejor es que bajemos, de seguro todos los invitados ya están halla- murmuro, voy a salir pero una vez más él me toma entre sus brazos.
-Perdóname...
-Lo he hecho tantas veces, que creo que no es necesario que te lo diga nuevamente.
-Yo, yo te...
-No quiero que lo digas, cuando ambos sabemos que a la única que has amado y amaras es a mi hermana- me suelta, ambos salimos en un tenso silencio, cuando llegamos todos están allí, muchas personas que no conocemos y otras que son socios de padre. Cuando veo a mi familia los saludos con un gran abrazo, padre me acuna el rostro para besar mi frente con cariño.
-Mi pequeña, como has estado- sus ojos grises me escanean, buscando alguna mentira mía.
-Bien, de lo que cabe- asiente, sus ojos se van al hombre que posa tras de mí.
-Espero estés cuidando bien a mi hija, no quiero saber que la has hecho llorar- miro a Shagen, su rostro esta neutral.
-No se preocupe señor Amir, su hija está en buenas manos- responde seco. Despues de dos horas en la ceremonia, bailan a mi hermana, mis ojos están fijos en mi marido que la ha perseguido con la mirada en toda la fiesta.
Hoy lucia radiante con aquel vestido de lino blanco, pura ceda, oro y plata, se veía preciosa, incluso me sorprendió verla tan feliz por casarse con el Emir Selim. Ambos bailaron, y por un momento creí que mi marido perdería el control, pero se mantuvo al margen en toda la velada, hasta que lo vi marcharse y lo seguí.
Cuando cierro la puerta tras de mí, él está cerca del ventanal, mirando a la nada.
-Vienes asegurarte que no haya hecho ninguna estupidez- habla, me acerco mucho más a él.
-Eres mi esposo Shagen, te amo, pero tu corazón... tu mente lo tiene otra y no sabes lo frustrante que es para mí lidiar con eso.
-Cuando la vi, tan hermosa con ese vestido blanco, esa corona, por un momento la sentí mía, pero cuando su sonrisa fue dirigida para otro supe que la había perdido.
-De seguro estaba fingiendo- espeté.
-No lo creo. Conozco bien a Amira Nish, sé que esa sonrisa era genuina, porque ella también me sonreía así.
-¿Que soy yo para ti?- pregunto, él se voltea para verme.
-Eres mi esposa- frunzo el ceño.
-¿Solo eso?- murmuro.
-Eres la mujer que el destino me otorgo, eres mi mujer Ranish, eres la luz de mi casa...
-Pero jamás seré la luz de tu corazón. Tengo que compartir el amor de mi espero con Mi hermana, cuando lo único que he querido toda mi vida es que me amen a mi solamente. Odio compartir tu amor, lo detesto, lo aborrezco con cada parte de mí. Y sabes algo... no lo vales. Me canse de esperarte, me canse de que finjas, me canse de soportar tu mirada melancólica... ya no puedo más- me rompo, mi única acción es salir de la recamara he irme a un lugar donde pueda llorar tranquila, pero como lo esperaba Shagen no me lo permitió.
Me abrazo con fuerza para que no me escapara de él. Beso mi frente con cariño- no te merezco Nish, no te merezco...
"Un corazón roto puede morir, y enamorarse de la muerte"
HOLA MIS AMORES, ESTARÉ PUBLICANDO LOS SABADOS Y LOS DOMINGOS, ENTRE SEMANAS ESTOY UN POCO OCUPADA, BESOS A TODAS, DEJA TUS VOTOS Y TUS COMENTARIOS, LAS QUIERO.
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JAMILATI " SAGA AMOR EN EL DESIERTO"
Roman d'amour"ÁMAME POR SER YO, Y NO LA SOMBRA DE MI HERMANA" Que importaba lo que hiciera una persona para olvidar a la mujer que ama, con el tiempo se supera mas no se olvida. Difícil fue para Ranish saber que el hombre que ama y con el que ahora estaba casada...