CAPITULO 36

2.9K 161 3
                                    

Se cree que vivimos en un mundo altruista, pero creo que hay demasiada maldad que opaca todo a su alrededor. El tiempo pasaba tan rápido, tres meses, ya tenía cuatro meses de embarazo, la pequeña y redonda barriga me acompañaba ahora. Parecía un valón, era tan puyuda he incomoda, pero como me hacía sonreír cada vez que me miraba en el espejo. Allí, en mi vientre, crecía lo más hermoso del mundo, aunque en el eco pareciera un renacuajo del tamaño de un frijol incluso un poco más con los cuatro meses que había cumplido. Madre aseguro que el bebé que esperaba es varón, según por la forma en que mi vientre está creciendo.

Respiro hondo y voto todo el aire retenido, hoy era un día especial, es mi cumpleaños, y el cumpleaños de mi hermana Amira. Se nos fue invitado a celebrar el cumpleaños de la reina en el palacio imperial. Un elegante peinado recogía mi cabello, un vestido azul turquesa abrazaba mis curvas, cayendo como una hermosa cascada desde mi cintura. Muerdo mi mejilla interna, sabía que el vestido disimulaba bastante mi protuberante vientre, pero me gustaría que se viese, así mi hermana se daría de cuenta de que yo llevaba el hijo de Shagen.

Acaricio a mi bebé, abro una de las gavetas y saco uno de los tantos collares que tengo, voy a ponérmelo pero unos brazos me rodean el cuerpo.

-Que haces Jamila- pregunta un muy entusiasta Shagen, le sonrió y beso su mejilla.

-Solo estaba viendo que collar ponerme- respondo sincera.

-No es necesario, tengo algo para ti- frunzo el ceño, él se coloca frente a mí, y saca de un estuche negro un precioso collar turquesa- te gusta.

-Es divinamente precioso, donde lo conseguiste- el muerde su labio inferior.

-Lo compre hace un buen tiempo, este iba a ser mi regalo de compromiso, pero se me olvido dártelo, además creo que el día de hoy es el diamante exacto para que quede a juego con ese vestido que te queda precioso mi amor.

La alegría que llena mi corazón no cabe en mi pecho- pónmelo habibi, quiero ver como se me ve- él lo coloca delicadamente en mi cuello, miro el espejo que esta aun lado del vestidor, y me quedo impresionada por la preciosidad de la piedra ovalada. Es sencilla, y está rodeada por pequeños diamantes rosas.

-Se que amas el turquesa, es por eso que lo compre en día en que el comienzo de nuestro compromiso empezó.

-Y por qué nunca me lo diste- el aldea su cabeza, una sonrisa pequeña ilumina su rostro.

-No lo sé, estuve dubitativo, y se me paso con todo lo de Amira y su compromiso con Selim.

-Entiendo- mi corazón se encoje- hoy le darás el lagrimal- el asiente.

-Ella es su dueña, se lo daré hoy como regalo de cumpleaños- responde sincero. Habíamos arreglado las cosas, era lo mejor, no podíamos vivir todo el tiempo de nuestra vida separados, ambos tenemos un hijo que de seguro querrá una familia unida, y yo no sería capaz de arrebatarle la felicidad. Aunque aún estaba allí ese resentimiento por mi hermana, quizás nunca desaparecería hasta que encontrara el valor y le confesara mi recelo hacia su persona.

***

Estábamos todos allí, menos Perla, Asim ha tenido muchos problemas incluso lo compadezco, su matrimonio ha ido a pique desde que se casaron. Madre me sonríe y acaricia mi vientre con cariño.

-Como estas hija, como te has encontrado- le sonrio sincera.

-Bien, todo ha ido bien- respondo aliviada y más relajada, pero todo se vuelve tenso cuando mi hermana aparece en el salón. Todos los ojos estaban fijos en ella, Amira es una mujer muy hermosa, con su larga cabellera negra y virgen, yo vengo pintando el mio desde hace un buen tiempo, a diferencia de mi ella nunca lo hizo. Su rostro es serio pero a la vez un brillo asombrosamente interesante aparecía en sus ojos. Una sonrisa elegante adorna su rostro cuando su esposo se acerca a ella y besa su frente.

JAMILATI " SAGA AMOR EN EL DESIERTO"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora