CAPITULO 21

3K 153 4
                                    

Un corazón doliente vive desenfrenadamente, un amor perfecto es destruido con los celos.

Preparo un buen guiso de garbanzos y arroz, también una ensalada de atún con brócoli y como postre ponquesitos de vainilla y almendras. Hago todo lo posible para que la comida quede bien para mi amado.

El corazón es siego, el amor un verdadero amo dominante que le gusta jugar. No todos queremos creer la verdad, preferimos una mentira que una realidad.

Entro a mi recamara y tomo uno de sus chándal de dormir y lo coloco en la cama doblado, así no tiene que buscarlo. Quiero ser una buena esposa para él, quiero complacerlo y mi mayor deseo es que el comprenda cuando lo amo a pesar de todo.

Me regreso a la sala, y acomodo el comedor, coloco algunas velas y platos de porcelana negra junto con unas copas de vidrio. No solemos beber licor pero de vez en cuando tomamos champan de uva, su exceso de alcohol es mínimo, es suave y dulce, tiene un muy buen sabor.

Ya todo listo, me doy una ducha y me coloco un vestido de coctel, el día de hoy cumpliríamos nueve meses desde que nos casamos y quería celebrarlo, me maquillo un poco, y me coloco el collar que me regalo, aquel que tiene un precioso rubí, desde que me lo obsequio se ha mantenido en mi cuello, quiero pensar que aquel objeto es una parte del corazón de Shagen, por muy ridículo que suene, quiero que así sea.

Salgo de la recamara y miro a mi alrededor, todo está en su lugar, por lo que solo decido esperarlo sentada en el sofá.

***

Las horas pasan y el aun no llega, lo he llamado al teléfono y no responde las llamadas. Suelto un leve suspiro, estoy tan nerviosa que empiezo a mover mi anillo de compromiso con mi dedo índice.

Le mando un mensaje con un "ya te has venido" pero aún no hay respuesta alguna. Después de media hora mi teléfono alumbra, y con rapidez abro el mensaje.

-Tengo reunión, no me esperes despierta- la decepción me golpea y por un momento quise agarrar todo y tirarlo en el piso. Se había olvidado de nuestro aniversario. Me levanto y camino hacia la cocina tomo todo lo que prepare para el y lo tiro en el fregadero, no tenía hambre y tampoco deseaba guardar todo lo que cocine.

La decepción golpea tan fuerte que incluso duele aunque sea transparente.

Las ganas de llorar no se hace esperar, y sin más me rompo, soy una tonta lo sé, pero yo misma me lo busque, pero soy un ser humano que ya se acostumbró a caer y caer una y mil veces.

¡Ya que más daba, No!

Me voy a la recamara me desvisto y me coloco una franela de Shagen, me llega hasta unos cinco centímetros más alto de la rodilla.

Me acuesto en la cama y trato de dormirme, tomo el collar y lo arranco de mi cuello, lo lanzo con todas mis fuerzas contra la puerta del dormitorio. La ira me atosiga, pero aun así tomo la almohada de Shagen y la apretuje contra mi cuerpo, oliendo su olor, calmándome con aquel ahora delicioso que desprenden su cuerpo.

-No sabes cuánto duele, y aun así sigo aquí- murmuro a la nada. Cierro mis ojos, hasta quedarme completamente dormida.

Muchos dicen amar, pero se mienten así mismos al decir te amo y al segundo día ya estás pensando en alguien más. El amor es impertinente, es tonto, convierte lo feo en bonito, hace que las personas se sieguen y no deseen ver, el amor es entregar, es valorar, es devoción, el amor no pide nada a cambio a tan solo atención, cuando se ama no importa lo mucho que trates de alejarte siempre estará ahí, cuando se ama de verdad no importa lo mucho que tu corazón sufra el siempre estará dispuesto a cerrar tus heridas y volver a ceder. Nos segamos por amor, no nos damos cuenta del daño que nos hacemos, pero aun así seguimos haciéndolo, aunque el amor no tiene culpa de ello, los únicos culpables son las personas que no saben amar.

Me despierto sobre saltada al oír ruido en la habitación, abro los ojos pero no volteo- te desperté- la cama se hunde, no respondo.

-Perdóname por no haber llegado temprano- murmura.

-Por qué siempre te disculpas por todo, no es necesario Shagen, ya estoy acostumbrada- respondo con sequedad, dejo de abrazar la almohada y se la doy- toma, ponte tu ropa de dormir y acuéstate, es tarde y no deseo discutir contigo.

-Por qué te enojas conmigo, te dije el por qué no pude llegar temprano.

-No tengo un corazón de hierro Shagen, es tanto para ti darle un hueco en tu pesada agenda a tu esposa- no responde- si fuese mi...

-¡No lo digas!, porque siempre cuando estas enojada sacas a relucir todo, tu hermana no tiene por qué estar al frente en nuestra relación Nish, cuando lo superaras, mientras mas la pones de primera peor es todo.

-Aun la...

-Sí, pero amo más a mi esposa que a la mujer que desistió de su amor por ser obediente.

-La obediencia es un don que se valora demasiado en nuestra religión.

-Es cierto, pero no todos estamos destinados a estar con la persona que queremos. Nish, mientras más coloques a tu hermana frente de nosotros, más difícil será avanzar, quiero que seamos felices sin importar nada.

-No demuestras muy a menudo tu interés- respondo aun enojada.

-Mira, te traje esto como regalo de nuestro 9 meses juntos- la curiosidad me mato y volteo, sus ojos me miran burlones, frunzo el ceño.

-Te has acortado- el se encoje de hombros.

-Siempre me acuerdo de ti, eres la única que rondea por mi cabeza todo el tiempo- arqueo una ceja- no empieces- advierte, no digo nada, solo me siento en la cama y miro la caja de terciopelo negro.

-Que es...

-Ábrelo, lo vi y supe que se te vería perfecto- el extiende la cajita cuadrada. Lo tomo y lo abro, en el consigo un precioso collar de diamantes, una ovalada piedra gris de mezcla con marron. Alrededor de ella pequeños esmeraldas incrustadas en la plata.

-Es precioso- sonrió con emoción.

-Me hizo recordar tus ojos- murmuro, lo miro y sonrió de lado.

-Porque son grises- el asiente.

-Y también tienen pequeñas motas marrones, son preciosos. Eso es lo que yo más amo de ti.

-Encerio...

-Encerio Jamilati- él se acerca más a mí y besa mi frente, sus manos acunan mi rostro y me da un suave beso en los labios- no sabes lo mucho que te necesito Ranish, pero esperare hasta que tu decidas entregarte nuevamente a mí- relamo mis labios, mis ojos miran sus bellas esmeraldas, por un segundo quise dejarme llevar y dejar que me hiciese suya pero no, no podía hacerlo, él tendría que ganarse mi cuerpo, tendría que ganarse la confianza de mi corazón- vamos a dormir mi amor.

El se levanta se desviste y se coloca el chándal, verlo desnudo es como ver una verdadera obra de arte. Shagen es todo musculo con finos bellos en su pecho y aquella V que me vuelve loca, tuve que tragar saliva y mirar hacia otro lado, la risa de Shagen se hace escuchar.

-De que te ríes- pregunto con los brazos cruzados bajo mis pechos, el niega.

-Me gusta ver el rubor que se te hace cada vez que me vez desnudo- relamo mis labios.

Me encojo de hombros- como si no fuera de carne y hueso- murmuro casi en un hilo de voz. Él se acuesta y me hace acostarme también, su brazo rodea mi cintura y me jala hacia él, pegándome a su cuerpo. Besa mi cuello con carillo para luego acurrucarse conmigo entre sus brazos.

-Entonces es así como me siento yo cada vez que te veo, es magnífico ver el hambre en tus ojos hayati (mi vida).

Suelto un entrecortado suspiro, ven lo que digo, que fácil llega a mí con simples palabras, es un pecado amar, pero peor pecado es no hacerlo.

Mi corazón no es de hierro, pero sobrevive a miles de palabras inciertas.

JAMILATI " SAGA AMOR EN EL DESIERTO"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora