JAMILATI " SAGA AMOR EN EL DESIERTO"

CAPITULO 19

SHAGEN.

Bajo las escaleras y dirijo al jardín, apenas salgo el aire fresco choca en mi rostro, al fondo cerca de la piscina se encuentran cuatro hombres sentados y tomando te. Suelto un leve suspiro y me acerco a ello. Cuanto desearía que en vez de estar aquí, estuviese entre aquellas sabanas con el cuerpo de mi habibi entre mis brazos. Pero no, ahora estoy aquí fingiendo que entre mi mujer y yo todo va bien.

-Buen día...- saludo, Amir y Munim me sonríen tensos.

-Qué bueno que nos acompañes Shagen, justo en este momento estaba hablando de ti- habla Kamil, jefe de la tribu Gambul, uno de los hombres más ricos de Turquía.

-¿Y sobre qué?- pregunto extrañado, el hombre mira a Amir y luego a su hijo quien mantiene sus ojos fijos en mí.

-No le has dicho nada- mi suegro pasa sus manos por su rostro y luego me mira a los ojos.

-Yo...

-Me casare con Ranish- mi corazón retumba, mi cabeza duele, mis manos se hacen puños.

-Que acabas de decir- gruño.

-Mi hijo quiere a tu esposa, y como usted dos están en trámites de divorcio.

-¡TRAMITES! Cuales trámites- grito, Amir se para frente a mí con seriedad.

-Te lo dije, si Ranish me pedía que la ayudara a separarse de ti, lo haría.

-Acaso te lo ha pedido- murmuro con la sangre caliente, a punto de estallar y hacer un maldito escándalo.

-Sí, ayer en la cena, ella ya no quiere...

-No, no pienso divorciarme de mi esposa, y me parece una falta de ella pedir algo cuando tiene que hablarlo conmigo antes.

-Shagen, eres consiente que...

-Ya te lo dije Amir, y no pienso dejarla ir, ni mucho menos divorciarme de ella para que tú la cases con este hombre.

-Ella será feliz con alguien que la quiera- responde con frialdad.

-Ella me ama, ella no aceptaría que la casaras con otro- murmuro a punto de estallar, solo una negativa más y sería capaz de agarrar a golpes a mi propio suegro.

-Si lo hace, pero tu amas a otra- responde Emir, el hombre se levanta y se posa frente a mí- ella se merece un hombre que la ame de verdad y no uno que vive de ilusi...

-No te permito que hables así de mi esposo- volteo, veo a la mujer de mi vida para con una bandeja en mano.

-Nish...- el muy desgraciado le sonríe.

-Creo padre haberte dicho que mantuviéramos esto entre nosotros.

-No es culpa de tu padre niña Ranish, oí la conversación que tuviste con tu padre, y como mi hijo está interesado en ti, porque no mejor unir nuestras famili...

-Se equivoca señor, no es que no me daría gusto ser parte de su familia, pero primero que nada mi matrimonio es privado, y aun que le pedí ayuda a mi padre, cuando me levante esta mañana decidí darle una última oportunidad a mi marido.

-Creo que eso también es decisión de tu padre.

-Por qué tiene que ser decisión de mi padre si hace tiempo deje de ser responsabilidad de él. Y de igual forma si yo me hubiese divorciado de Shagen no me hubiese casado de nuevo, eso téngalo por seguro- sus grises ojos miran a Emir y luego a mí.

-Estas segura Nish- pregunta Amir, ella asiente.

-Completamente segura- deja la bandeja en el comedor y luego me toma de la mano y me jala para que valla con ella.

La sigo, hasta que llegamos a la fuente que queda al frente de la mansión de la familia Gambul.

-Shagen...

-Por qué no me dijiste que hablaste con tu padre sobre el divorcio- ella muerde su mejilla interna, su frente se frunce.

-Yo... yo ya estaba cansada de esperarte, incluso estaba dispuesta a separarme de ti antes de que llegaras aquí. Yo te amo Shagen pero una cosa es amarte y otra es destruirme cada vez que tú dices amar a mi hermana.

-No debiste, no debiste hablar con tu padre antes de hablarlo conmigo- me cruzo de brazos molesto.

-Lo sé- murmura casi en un susurro.

-Pero quieres casarte con él, verdad- sus ojos escanean mi rostro por un par de segundo, luego se acerca a mi acuna mi rostro y besa mis labios.

-Al único hombre que amare y esperare seria a ti Shagen- responde con sinceridad.

-Él podría hacerte feliz, cosa que yo jamás he hecho- acaricio su rostro con amor. No me quiero imaginar mi vida sin ella, sin ver esas motas marronas en sus ojos, sin ver esa llamativa picardía. Moriría de tristeza si la pierdo.

-Shagen, habibi... con el único hombre con el que sería feliz esta frente a mí- miro atrás de mi espalda y luego vuelvo mi mirada el ella. Una sonrisa burlona adorna su rostro haciéndola ver más bella.

-Estas segura...

-Completamente- la tomo entre mis brazos y la levanto para nivelarla a mi estatura, nuestras frentes unidas, sus dedos enterrados en mi cabello, unos segundos de tranquilidad, y sin ya resistirme a la tentación beso eso deliciosos labios. Cautivo, si... estaba completamente cautivo entre las redes de esta bella mujer.

-¿Me amas?- pregunta dudosa.

-Te amo...

-Entonces demuéstramelo hasta hacerme creerte Habibi- la vuelvo a besar, beso sus mejillas y bajo su oreja, el rico aroma a rosas llega a mis fosas nasales. Una idea descabellada llego a mi mente. Imaginándola dentro de un jacuzzi lleno de pétalos de rosas rojas, velas aromáticas iluminando el lugar, desnuda y completamente dispuesta a hacer todo tipo de travesuras conmigo. Um, gimo... seria fascinante.

-Te lo demostrare hasta el fin de mis días jamilati, tenlo por seguro que te lo demostrare hasta el fin de mis días.

***

EMIR.

Verla con él fue como un balde de agua fría para mí, era consiente que ella estaba casada y que su corazón pertenecía a su marido pero por un momento pensaba aprovechar la situación para enamorarla, para enseñarle lo que es el verdadero amor.

Yo le hubiese bajado la luna si me la pidiera pero ella ya estaba más que decidida a quedarse con aquel hombre, ella nunca estuvo destinada para mí, yo lo sabía pero no lo quiera aceptar.

-No me rendiré hasta tenerte mi hermoso tulipán.

"Veamos hasta donde nuestro amor podrá resistir los equivalente del destino"

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