JAMILATI " SAGA AMOR EN EL DESIERTO"

CAPITULO 24

SHAGEN...

Enterarme que Amira está esperando un hijo me callo como balde de agua fría, aunque no me dolió tanto como creí que me dolería volver a verla. La última vez que la vi fue aquel día en que en su dedo una argolla la unía a otro hombre que no era yo. Y no puedo negar que me dolió, pero ahora, simplemente es diferente, extrañamente no sentí nada solo aquel amor crudo que se quedó en lo más reconditito de mi corazón.

Ella había tenido una buena parte de mi pero no se pudo, y lo único que pude imaginarme en esa cena es a mi preciosa Nish embarazada, de tan solo imaginármela así, toda redonda con nuestra pequeña procreación me da un cosquilleo intenso en el estómago, una alegría inmensa que no me cabía en el pecho pero a mi esposa no le hacía mucha gracias, ya que estuvo toda la cena callada.

Sabía cuál era la razón, pero preferí mantenerme callado, no deseaba pelear con ella, lo único que deseaba es que me creyera, que nos diéramos la oportunidad de ser felices, pero por lo que he notado, ella aun no confía en mí, y mientras no lo haga, jamás avanzaremos.

Me termino de bañar, todo aquí es diferente, todo más grande, moderno y antiguo a la vez, en si el palacio es impresionante, pero las habitaciones, es otro mundo. Te hace sentir en un ambiente antiguo, como si aún viviéramos en la era del siglo XV.

Me seco el cuerpo con una toalla y luego la enrollo en mi cintura, salgo del baño y entro en la estancia de la recamara. Me quedo un momento paralizado al ver a mi esposa sentada en medio de la redonda cama de sabanas de satén rojo. Su cabello pintado de rubio caía por su espalda y brazo, ella tiene sus rodillas pegadas a su pecho, su brazo doblado su cabeza sobre ella mirando al ventanal. La luz de la luna ilumina la mayoría de la estancia, convirtiendo en la oscuridad en luz brillante y plateada.

Trago grueso, verla allí tan hermosa, tan ella... remueve una emoción en mí, es un sentimiento un tanto distinto, es como si con tan solo verla me complementara. Sonrió como un bobo, me acerco a ella y me siento en la orilla de la cama llena de almohadones.

Ella se tensa al sentir como la cama se hunde pero no se mueve ni voltea a verme.

-Por qué temes amor mio- murmuro, tomo uno de sus rizos entre mis dedos- sé que cometí muchos errores, pero sería incapaz ahora en dejarte, ya no lo aria, y nunca debí haberte lastimado.

-¿Aun la sigues amando?- pregunta en voz baja, cada palabra sale de su boca con melancolía.

-Siempre te he dicho la verdad, y no lo niego la ame, pero ahora...- niego- ahora es muy diferente.

-Lo dices por qué sabes que no tienes opción, ella está muy feliz con su marido, pronto tendrán entre sus brazos un bebé, fruto de amor. Sabes que ya no hay chance para ti- aquellas palabras fueron como dagas para mí. Suelto un pesaroso suspiro. "tan difícil es que me creyera", por supuesto, he hecho tantas estupideces, tantas que incluso a mí me duele lo que han causado en mi hermosa esposa.

La inseguridad y la desconfianza es la destrucción de una relación. Y mi única meta ahora es romper con su inseguridad y construir su confianza en mí. Eso es lo que más anhelo, es lo que más deseo. Alláh me otorgo a mi hermoso infinito, para amarla, respetarla, adorarla... solo tengo que luchar por ello.

-Nish, yo te amo, te amo con cada fragmento de mi doliente corazón, no sabes lo arrepentido que estoy, y lo feliz que me siento por tu hermana, realmente le deseo lo mejor del mundo. Y estas palabras las digo con toda sinceridad jamilati, te lo juro por todo lo sagrado que tengo que eres tú.

Ella levanta su rostro y me mira, sus brillantes ojos rojos por las lágrimas me miran como si en gran parte buscara en mis pupilas una mentira. Le sonrió con todo el amor que siento por ella.