JAMILATI " SAGA AMOR EN EL DESIERTO"

EPILOGO.

Enfrenta el mundo, camina sin prisa, mantén la frente en alto, y ten en claro que si luchas por lo que quieres, podrás obtener mucho más de lo que piensas.

Sonrió, embobada de la vida, feliz por lo que soy y por todo lo que he logrado.

Un Año más había pasado desde el nacimiento de mi hijo Murad, ahora estaba aquí, en la apertura de mi microempresa de confección. Quería hacer algo por mí, quería sentir dependencia aun que me fascinara depender de mi marido, necesitaba darme la oportunidad de superarme de ser alguien, no simplemente la esposa de una de los hombres más ricos de Riad.

Corto el lazo rojo y les doy la bienvenida a los trabajadores y las personas que quieren disfrutar de la buena moda.

Después de un rato, sonriendo a la cámara, y saludando, me encamino hacia el auto que me espera. Mi esposo estaba allí, vestido de traje y un turbante en su cabeza, sus ojos cubiertos por unos lentes oscuros, haciéndolo ver aún más guapo y sexy. Pero más adorable es verlo con nuestro guapo hijo en brazos, vestido también de trajecito y lentes; después de días de insistencia de Shagen, el pequeño diablillo había dejado de quitarse los lentecillos oscuros que su pretencioso y narcisista padre le había obsequiado.

-Lista preciosura...- pregunta, muerdo mi labio inferior.

-Completamente lista- respondo burlona, me coloco también unos lentes oscuros, le doy un último vistazo al edificio, que lleva por nombre JAMILATI, "mi preciosa" si, yo soy la preciosa esposa de Shagen Addel, yo soy la mujer que lucho contra sus propios demonios, que lucho contra la sombra de su hermana para poder tener el amor que siempre anhelo con fervor.

Ya todo es diferente ahora- vamos mi cielo- asiento, me adentro al auto, me pasa a nuestro hijo para luego cerrar la puerta y volverse para adentrarse al lado del piloto.

-Lista para un nuevo comienzo...

-Más que lista para seguirte a cualquier lugar que elijas.

-Te amo...

-Yo te amo aún más.

Podemos enfrentarnos a momentos difíciles en nuestra vida, incluso podemos caernos en el camino, pero siempre habrá una mano que te levante y te ayude a caminar.

Solo hay un lazo rojo que nos une a nuestra almas gemelas, incluso aunque reencarnemos siempre nos volveremos a rencontrar con aquel amor puro y bueno.

Tu amor por ella era puro y sincero pero mi amor por ti va mucho más allá de la ilusión de un amor perdido, mi amor por ti es infinito.

Esto es solo el comienzo.