Capítulo 9

3.3K 200 14
                                    

Había pasado dos meses desde que me case con Shagen, ahora desde que llegamos a Riad, muchas cosas habían cambiado, por lo que me he tenido que hacer la que no le importa nada, la que simplemente no le afecta que el amor de su vida quiera divorciarse de ella.

-Señora...

-Dime Jani- seco mis lágrimas y le sonrió a la chica.

-Quería informarle que ya el almuerzo está listo- responde tímidamente.

-Y el señor- la mujer levanta su rostro y niega.

-No se encuentra, por lo que escuche, fue a visitar a su padre mi señora- me tenso, mi corazón comienza a latir con prisa, hoy sería el día en que le dirá lo que siente por mi hermana.

-Está bien... yo no tengo hambre, podrías guardarlo yo... esperare a mi marido- la joven asiente para luego marcharse. Miro de nuevo por el ventanal de mi recamara, que da vista al jardín, me quedo embelesada mirando a la nada, a sabiendas de lo que ocurrirá dentro de unas horas.

Toco mi pecho, tratando de calmar los latidos frenéticos y aquel nudo que se forma cada vez más en mi garganta, otras lagrimas bajan por mis mejillas sin poder evitarlo; sé que jure jamás hacerlo pero es tan imposible soportar lo que estoy sintiendo.

-Hay que dolor, que dolor que me da... al darme cuenta que jamás me amaras- canto- hay que dolor, que dolor que me da... al saber que jamás me amaras.

***

Me despierto al escuchar el estruendo que llena gran parte de la casa, me levanto de prisa y salgo de mi recamara, camino por el pasillo hasta llegar a la sala de estar que esta toda hecha un desastre, Shagen está sentado en el sofás con el cabello alborotado y una botella en la mano.

Me acerco a él, dando paso silenciosos, cuando estoy frente de él hombre al que amo, el levanta su rostro al notarme. Sus verdes ojos me miran tristes y atormentados.

-Ranish...

-Le dijiste no es así...- el asiente- y que te dijo- pregunto casi en un susurro.

El niega- no va aceptar que me case con Amira, él ya cello el compromiso de ella con el emir Selim- responde- tampoco aceptara que nos divorciemos a tan solo que tú así lo desees.

-Bien, entonces le diré a mi padre que quiero separarme de ti- respondo, voy a marcharme pero su mano sujeta mi muñeca.

-No lo hagas- murmura, me volteo para mirarlo.

-Por qué...

-No quiero estar solo... quiero- se calla por un momento- quiero que lo intentemos.

-¡Para que!, para que quieres que lo intentemos Shagen, no sirve de nada mientras tú no rompas las cadenas que te une a mi hermana, no funcionara si no dejas de ver su sombra en mi- niego, me desprendo de su agarre- no servirá de nada intentarlo- murmuro casi en un hilo de voz- oh es todo, o no es nada.

Retrocedo sin dejar de mirar sus ojos melancólicos, me doy me día vuelta después de unos segundo y me voy, camino de nuevo por aquel pasillo y me adentro a mi recamara.

***

Ya es de noche, me desprendo de mi Abaya y me desnudo para darme una ducha, cuando ya estoy completamente desnuda me adentro a la bañera, mi cuerpo a penas tocar el agua caliente se relaja, mis extremidades estresados se alivian de la entumición.

Suelto un leve suspiro de satisfacción, cierro mis ojos por un momento relajándome sintiéndome menos pesada, solo pasan unos dos o tres minutos cuando los abro al sentir que alguien me mira.

Me sorprendo al verlo allí parado en el umbral, su mirada verdosa está más oscura, sus ojos recorren cada parte de mi cuerpo, haciéndome sentir como un conejillo indefenso.

-Que haces aquí- pregunto con la voz un poco ronca y nerviosa.

-Quería hablar contigo- responde sus ojos vuelve a los míos, y sonríe de lado.

-De que...- él se encoje de hombros, se adentra más al baño, lo veo desabotonar su camisa y dejarla en el lava manos- sería buena idea que mi esposa durmiera con su marido.

Sonrió con ironía- porque aria tal cosa Shagen, acaso se te olvido que entre tú y yo no hay un matrimonio como tal.

Él frunce el ceño, para luego volverse a encoger de hombros, se desabrocha sus pantalones, y junto con sus bóxer los baja, dejando su desnudes ante mis ojos, desvió mi mirada y evito mirarle de arriba abajo.

-Es muy cierto, pero de verdad quiero que esto funcione.

-Lo dices ahora, porque mi padre te negó la mano de Amira, lo dices porque ya no tienes más alternativa, no me vengas ahora que lo quieres intentar enserio solo porque así lo deseas, es bastante hipócrita de tu parte ilusionarme y luego enterrar tu daga en mi espalda- digo seria- no es necesario Shagen.

-Sé que lo que hice fue una reverenda mierda Nish, sé que soy un estúpido idiota, pero no deseo ahora perderte a ti también.

-Y yo no deseo ser la segunda en la línea- respondo ya bastante enojada.

-No eres la segunda... eres mi esposa, posees un papel mucho más importante que cualquiera.

-Puede... pero en tu corazón siempre estará Amira.

-Quizás, pero en mi cama, en mis pensamientos, incluso en mi casa solo estas tú.

-No seré tu premio de consolación- me pongo de pie, dispuesta a salir del baño, pero unos brazos rodean mi cintura y me sacan de la bañera sin soltarme. Mi pecho está pegado al suyo por lo que trato de evitar que un leve gemido salga de mi boca al sentir su cálida piel.

-No eres ni quiero que seas mi premio de consolación- dice muy cerca de mi rostro, su aliento choca con el mío, enviando una ráfaga de placer a mi núcleo. Una de sus manos toma mi mejilla y acerca más su rostro al mío, me embauco en su mirada cristalina, en aquellos ojos verdes, que si la claridad del sol pega entre esos bellos posos, pueden cambiar de color a grises plata- solo quiero una mujer que esté a mi lado cada maldito día, que este allí junto a mi dándome paz, amor... solo quiero una mujer que me enseñe a quererla, solo quiero que tú me enseñes a amarte Jamilati, no quiero que me dejes, no deseo que tú también me alejes de ti.

Mi corazón late tan de prisa que creo que hasta el mismo lo siente, sonrió débilmente, acaricio sus mejillas con mi mano izquierda, mis dedos trazan cada detalle de ella- yo jamás podría alejarme de ti Shagen, siempre has sido mi mundo entero... pero mientras no me dejes entrar aquí- poso mi mano derecha en su pecho, donde late su corazón- jamás podremos ser felices, comprendes- asiente.

Me separo de él dispuesta a irme pero de nuevo sus brazos me aprisionan, me voltean y me pegan a la pared del baño. Voy a protestar pero sus labios se pegan a los míos, me besa con tanta intensidad que se me hace imposible de controlar mis ganas de él, "oh habibi mío" mis manos van hacia su cuello, acaricio su cabello con mis dedos, y me dejo llevar por aquella llama que nos une de muchas maneras.

-Shagen...- gimo al sentir sus labios en mi cuello.

-Mi más delicioso pecado, mí adorada Ranish...

"El deseo se vuelve entrega y la entrega se vuelve poder"

HOLAAAA CHICAS, QUE TAL ME EXTRAÑARON, PUES YO SO A USTEDES, DE VERDAD QUE ESTE CAPITULO FUE CANDENTE DE ESCRIBIR, PERO BUENO ESPERO LES HALLA GUSTADO, BESOS A TODAS, SALUDOS Y MIL GRACIAS POR SEGUIRME Y LEER MI DIALECTOS, ESPERO DEJEN SUS VOTOS Y SUS MAS LINDOS COMENTARIOS.

JAMILATI " SAGA AMOR EN EL DESIERTO"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora