CAPITULO 25

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Unas suaves caricias me despiertan, la luz brillante ilumina una buena parte de la estancia, mi esposo tiene sus ojos fijos en mí, y yo de cierta manera estaba encima de él. Sus suaves caricias en mi espalda remolinan fuego cosquilloso en mi estómago, sonrió cuando sus dedos van a mi costado dándome cosquillas.

El me mira con unos ojos brillantes, y por un momento me fije en una gran diferencia que nunca había notado. Muchos dicen que cuando una persona ama, ese amor se refleja en la mirada, y en ese preciso momento vi amor, placer y un arremolinado sentimiento que no sabía cómo descifrar.

-Buen día mi amor- murmura con la voz ronca por la falta de uso.

-Buen día- respondo de igual forma, me aclaro la voz y me acomodo más en su cuerpo. Él sonríe, y me envuelve entre sus brazos.

-No sabes lo delicioso que se siente despertar así contigo- su voz sale suave y aterciopelada, suelto un leve suspiro incapaz de mantener el aire aún más retenido, sus palabras son como elefantes que bailan en mi estómago, una alegría una conmoción que no me cabe en el pecho aparece, aunque no me confió completamente.

-Habibi... yo- iba a decir algo pero la puerta suena. Frunzo el ceño, me levanto de la cama y me coloco la bata de dormir con el albornoz.

-Yo abro- dice Shagen, pero me niego a ello, el aún está casi desnudo, por lo que me acerco a la puerta y medio la abro.

Me sorprendo al ver a Amira allí, una sonrisa brillante aparece cuando me ve.

-Buen dia hermana, espero hallas pasado una bonita noche en palacio- por lo que veo ella la paso muchísimo mejor que yo, verla sonreír de esa manera es raro. En el tiempo en que la conozco, bueno toda una vida, nunca la había visto sonreír así, a tan solo una vez pero no de esa manera.

-Sí, es sorprendente lo grande que es este lugar, las habitación es cómoda y muy pero muy espaciosa- rie.

-Sí, y eso que no has visto el harem, y mi cuarto parece un palacio pequeño, pero bueno, quería invitarte a tomar él té conmigo, mi esposo no pudo quedarse a desayunar y mis padres les espera abajo para comenzar.

-Ok, está bien, diles que ya bajaremos, y si acepto tomar el té- ella sonríe aún más.

-Qué bueno, tengo tantas cosas que contarte, lástima que Asim y Perla no pudieron venir- dice con melancolía. Perla y mi hermana siempre han sido grandes amigas, a diferencia de mí no tengo ni una, con las únicas que compagino es con mi primo Munim.

Asim ha tenido tantos problemas con su esposa que incluso pelean a diario según lo que me ha comentado madre. Las cosas no han ido nada bien entre ellos, a veces están bien otras no, pero hay mas no en su relación que incluso se piensan que algún día se hartaran tanto del otro que se separaran.

-Asim no vio conveniente de que Perla viniera estando embarazada- ella muerde su mejilla, una típica manía cuando quiere decir algo pero se calla.

-Crees que las cosas no van bien en ellos- me encojo de hombros, mi mamá me prohibió comentarle sobre los problemas que tiene Asim con su esposa. Sabe muy bien que Amira interferiría por su amiga. Incluso en gran parte hasta yo lo haría, pero está prohibido interponerse en problemas de pareja, a tan solo que haya un divorcio de por medio.

-No lo creo, la última vez que los vi estaban muy felices por su bebé- miento un poco, Asim le ha dado guerra, y Perla es muy posesiva y celosa, y quien no lo sería mi hermano no es nada feo, pero no se compara con mi Shagen.

-Qué bueno entonces... bueno, te espero abajo para el desayuno, lo haremos en el jardín- ella se da media vuelta y se va. Cierro la puerta y me sobresalto al sentir unos brazos rodearme la cintura y besa mi cuello.

-Tendrán que esperar, porque yo quiero desayunar primero aquí- dice entre besos y caricias, cierro mis ojos, dejándome llevar por su toque.

-Shagen... recuerda que... que mis padres nos esperan abajo- murmuro entrecortadamente.

-Pero que pasa con mi desayuno, acaso dejaras muriendo a tu esposo de hambre- rio por sus aniñadas respuestas, me separo de él y me volteo. Envuelvo mis brazos en su cuello.

-Habibi, no creo que te mueras de hambre, pero tenemos que volver, habrá suficiente tiempo para darle de comer a tu amiguito- bajo mi mano derecha hasta su entre pierna, su miembro esta erecto listo para la acción pero en esta ocasión no seria.

Lo escucho suspiras, baja su mirada hacia mi mano tocando el bulto entre sus piernas.

-Me estas castigando- refunfuña, niego sonriente.

-Solo soy sensata- alejo mi mano y me encamino al baño.

-Y si es un rapidito en el baño- vuelve a preguntar. Rio a carcajadas por aquello, el me mira como un niño queriendo jugar, vuelvo a negar.

-Tu, búscate algo que ponerte mientras yo me ducho bien- coloca los ojos en blanco y se sienta en la cama con el ceño fruncidos y los brazos cruzados sobre su pecho.

-Bien...

-Bueno muchacho- me meto en el baño, me desnudo y me doy una cálida ducha.

Dos horas después estaba sentada en el jardín del harem de mi hermana, y tenía razón al decirme que su habitación es como un palacio pequeño, aunque mi pregunta es por qué no duerme con su esposo.

-¿Que querías contarme?- le pregunto, ella toma un sorbo de su té y mira el cielo.

-Sabes, estar aquí es fascinante pero a veces suelo extrañar la comida de mamá y los gritos de papá peleando con Asim por haberse comido sus adorados dulces de durazno.

-Madre me ha dicho que desde que te casaste no los has visitado.

-No es por qué no pueda si no porque Selim cree que lo mejor es mantenerme fuera del ojo público. También cree que tengo que adaptarme más a los confines de palacio, si visito a mis padres extrañare mi vida pasada.

-Eso es algo absurdo- murmuro, ella asiente.

-Un poco, pero es buen marido, amoroso, cariñoso aunque un poco testarudo y necio pero es un buen hombre.

-¿Lo amas?- pregunto curiosa, es la primera vez que la escucho hablar así, tan deliberadamente. Amira es una mujer culta, pero es de las mujeres que sonríen ante todos pero se mantiene al margen hasta el momento indicado de atacar.

-Digamos que esa pregunta es bastante fuerte, incluso yo creí que eso jamás pasaría cuando me casara pero me equivoque.

-No comprendo...- arqueo una ceja, ella ya había amado, incluso aunque no me lo digiera por miedo a lastimarme ella es consciente de mis sentimiento hacia mi esposo, y yo soy consciente de lo que ella siente o sentía por Shagen.

-Una vez madre me dijo que el amor puede llegar en la convivencia, y no le creí hasta ahora, cuando cada día que me despierto veo su rostro. Es increíble como un desconocido se convierte en tu mundo de la noche a la mañana.

-Entonces si lo amas...

-Si Nish, si lo amo y no sabes lo difícil que es hacerlo.

Como podría olvidar el desenlace de recuerdos dolorosos.

HOLAAA MIS AMORES, ESPERO DISFRUTEN DE ESTE ESPLENDIDO CAPITULO, BESOS Y GRACIAS. 

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JAMILATI " SAGA AMOR EN EL DESIERTO"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora