:𝒞𝒶𝓅í𝓉𝓊𝓁𝑜 𝟦:

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Se encontraba por completo avergonzado, no quería entrar a clase, no lo haría ni en un millón de años ni porque su vida dependiera de ello.

Escondía su mirada en su malteada de fresa, sus mejillas estaban pintadas de un tono rojizo. Zayn no había parado de reír desde que se vieron en la entrada de la universidad. El menor había llamado a su mejor amigo para contarle que después de que se fue estaba con Niall encima de él semidesnudo y por la puerta entró su madre con su profesor de Filosofía y nuevo vecino.

El moreno acompañó a su amigo hasta la entrada de su salón y no precisamente en forma de apoyo. Realmente lo hizo porque quería disfrutar un poco más de lo desgraciada que se había convertido la vida de su mejor amigo.

— Zayn por favor sácame de aquí — pedía con clemencia, sus ojos estaban por aguarse, sus labios se unieron creando un puchero —. Te conseguiré una cita con la chica que quieras.

Eso iluminó el rostro del chico, sin embargo era demasiado tarde. Harry pasó a su lado por la puerta escrutandolo con seriedad y eso solo significaba que ya no había marcha atrás, tendría que tomar la clase quisiera o no.

Entró al salón y tomó asiento en el único lugar que había, frente a Harry. No podía empeorar. Debió convencer a su novio de que pasaran la mañana acurrucados en su departamento pero Niall ni siquiera se había dignado a contestarle la llamada.

Después de todo Louis, entendía la posición de su novio. Su profesor se había aparecido en su departamento mientras ellos estaban a punto de tener sexo. Así que Niall como pudo tuvo que ponerse su playera y salir casi corriendo del lugar.

Suspiró para sus adentros, había pasado toda la clase viendo el pizarrón en blanco, intentando no cruzar su mirada con la de Harry, sus mejillas seguían en el mismo tono que por la mañana. Solo quedaban un par de minutos para que terminara el módulo y pudiese ser libre, sin embargo Styles no estaba dispuesto a permitirlo.

— Pueden salir — pronunció Harry con voz ronca, no había parado de hablar —. Señor Tomlinson necesito que se quede un momento.

Una alerta sonó en la cabeza de Louis, no debió derramar esa jarra sobre su profesor, era idiota y lo sabía pero no pudo evitar sentirse bien con el solo recuerdo de su rostro lleno de sorpresa.

— ¿Sí?

El sonido salió de sus labios casi imperceptible, como si no quisiera que lo escuchase, como si quisiera que su presencia pasase desapercibida. Miró las gemas del señor Styles con detenimiento, como si quisiera grabarlas en su mente para así nunca olvidar que tan penetrantes podían ser.

— Espero no haber arruinado su momento ayer Señor Tomlinson, parece que usted y su novio la estaban pasando muy bien — pasó su lengua por sus labios e hizo una sonrisa ladina —. Espero use un buen preservativo.

Sin pensarlo dos veces, Louis tomó fuerzas de algún lugar e impactó su puño contra el rostro de Harry y lo hubiese hecho una vez más si no hubiese sido por Zayn que lo jaló por la cintura para alejarlo. Se soltó de su amigo saldría lo más dignamente posible.

— Y señor Tomlinson — Harry sonreía, aún después del golpe —. Espero que su novio llene sus expectativas.

Zayn se quedó perplejo por un instante, su mejor amigo se iba a abalanzar una vez más sobre el ruloso. Sin embargo Louis solo atinó a salir aún más molesto del lugar.




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Estaba recibiendo el peor regaño en meses, desde que había entrado al restaurante nadie nunca se había quejado del servicio que brindaba. Jeff su jefe había decidido darle otra oportunidad, sabía que el castaño solía hacer las cosas por una razón pero el vaciar una jarra de agua a un cliente era pasarse de sus propios límites, además de que accidentalmente había tirado una orden completa sobre una familia que sólo se encontraba ahí por mera casualidad.

Jeff suspiró, odiaba tener que hablarle de tal manera al castaño pero lo mejor era que el chico se tomase un día más de descanso.

— Louis lo mejor es que te vayas a casa a descansar, no pienso descontarte de tu paga porque sé que la necesitas.

Asintió avergonzado y se encaminó hasta un muro para dejar su mandil y registrar su pronta salida.

Caminó alejándose del restaurante, quería estar lo más lejos del lugar. Las lágrimas comenzaron a brotar de sus ojos hasta sus mejillas. Había sido el peor de sus días en meses, se sentía fatal y desanimado.

Fue hasta una tienda de discos que se encontraba sobre el mismo barrio, compró los que hacían falta para completar su colección de The Fray y se dirigió a paso lento a la pizzería más cercana. En cuanto estuvo sentado en una mesa muy lejana su celular comenzó a timbrar con desespero.

Eran varias llamadas de Niall y otras tantas de Zayn seguramente intentando localizarlo, en cambio no tomaría ninguna, no quería escuchar a nadie en ese momento y mucho menos a su novio. Claro que los chicos no tenían la culpa, ellos solo se preocupaban por él.

Cuando hubo terminado con sus rebanadas de pizza se dirigió a una pequeña floristería en la calle, hacía mucho tiempo que no le llevaba flores a su madre y que no visitaba a su padre. No le vendría nada mal pero sería mejor en otra ocasión. Pagó las flores y siguió su camino hasta su edificio. La noche se encontraba sobre él y no podía aplazar más el momento de llegar a su hogar.

Sacudió un poco su brazo para poder ver la hora en su reloj, no fue lo único que vio, ahí estaban las marcas otra vez. Pequeñas quemaduras en forma de círculo a lo largo de su brazo, usualmente solía maquillarlas para que fueran imperceptibles. Pasó la yema de sus dedos y una mueca salió de sus labios, era mejor no recordar aunque sus ojos una vez más se aguaron.

Empezó a subir las escaleras con lentitud y a unos escasos metros de llegar hasta su piso se encontró con el gato de su profesor, se agachó hasta él y acuclillado empezó a acariciar su fino pelaje.

— Eres tan lindo — murmuró por lo bajo —. Me hubiese gustado que papá me dejara tener un gato como tú alguna vez.

Una lágrima recorrió su rostro, le dolía solo recordarlo. La limpió con la manga de su suéter.

— Louis — una voz proveniente del marco de la puerta lo interrumpió, se trataba de Harry —. ¿Te encuentras bien?

El menor quiso reír, primero era un burlón egoísta y ahora quería tener una buena charla con él. Limpió una lágrima más y corrió escaleras arriba evitando ver por más tiempo aquel perfecto rostro.

Entró a su departamento, miró hacia la sala de soslayo, dejó las flores para Jay sobre la mesa y se encerró en su habitación.

Niall, Zayn y Jay se vieron tensos. Desde que ninguno de los chicos pudo localizar a Louis, decidieron reunirse en su sala, en algún momento tendría que llegar, justo como en ese momento.

El rubio se paró tan pronto su novio cerró la puerta de su habitación.

— Louis tenemos que hablar no puedes desaparecer, tenernos a todos preocupados y después llegar como si nada hubiese pasado — quería gritarle, se estaba volviendo loco. Había buscado a Louis en el restaurante pero no había rastro de él. Según Jeff lo había mandado a casa.

>>Louis tienes que salir de ahí, las cosas no se solucionan de esta forma y lo sabes. Lo siento, debí contestar pero estaba demasiado avergonzado contigo — escuchó un suspiro tras la puerta, uno derrotado —. Si sucedió algo podemos hablarlo pero tienes que abrir la puerta ya estoy demasiado preocupado por ti.

𐇵	𝓯𝓮𝓪𝓻𝓵𝓮𝓼𝓼 𐇵 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora