Capítulo 21

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Abrí los ojos lentamente y tratando de acostumbrarme a la poca luz de la habitación, mi vista dejó de nublarse y yo me reincorpore aunque haciendo algunas muecas.

- Jūkira... ¿Qué pasó? -

- El Uchiha, eso pasó. Tuve que usar mucho chakra para que no murieras mocosa -

- ... Gracias... -

- Como sea -

La puerta se abre y ahí entra Sasuke, yo me preparé por si tendría que defenderme.

- ¿Qué hago aquí? ¿Para qué me trajiste? - Pregunté.

- Te lo dije, te sacaría de Konoha - Responde.

- ¿Por qué? Pasaron tres años... ¿Por que te interesa aún? -

- Porque si -

Apreté los dientes, me frustraba que no quisiera decirme nada. Él se acerca a mi pero yo me levanté estando a la defensiva.

- Aléjate -

No me hizo caso y terminó acorralándome contra la pared, me sentí nerviosa teniéndolo cerca y sin forma de escapar, él estiró su mano hacia mi y agarró mi barbilla para obligarme a levantar la mirada.

Llevé mis manos a su pecho intentando empujarlo pero no se movía y mi esfuerzo era débil... casi no tenía chakra.

- Tú ya no tienes derecho de pedir nada... ahora te quedarás aquí - Dice cerca de mi rostro.

Tragué grueso y miré a otro lado que no fuera él, mis piernas querían ceder pero por suerte se mantenían, yo maldecía bastante por dentro por no poder hacer nada.

Él comenzó a mirar mis heridas y vió la que hace unos días me hizo mi padre al volver a la aldea y luego miró mis cicatrices.

- No eres capaz de defenderte sola... y se nota, por las heridas en tu cuerpo lo sé -

Me suelta de golpe y se aparta para caminar hacia la puerta, yo agaché la cabeza y sentí mi cuerpo temblando esta vez por impotencia.

Odiaba que la gente hablara de mis cicatrices o mis heridas...

Me recuerda a todo ese infierno con mi padre... y si alguna vez escapo de aquí... si vuelvo a Konoha... él estará allí, no le importará donde esté viviendo, me recordará una y otra y otra vez lo débil que soy...

La puerta se cierra y Sasuke ya no estaba en la habitación.

Yo golpeé la pared con fuerza y maldecía por no saber escapar de esta situación.

Ni siquiera sabía dónde estaba esta guarida... o si Akastuki estaba cerca...

Me deslicé por la pared hasta el suelo dejándome caer y abracé mis piernas contra mi pecho escondiendo mi rostro entre mis rodillas.

- Maldita sea... Maldito Sasuke, maldito Kabuto, maldito Orochimaru, maldito mi padre ¡Malditos todos! -

- No pierdas la cordura, cálmate -

- ¡¿Entonces qué hago?! ¡Ya no lo sé! ¡¿Viste lo fácil que consiguió atraparme?! ¡¿Como espero librarme de mi padre o de Akastuki si ni siquiera puedo contra Sasuke?! -

- Oye oye, dije que te calmes. Estando así no solucionarás nada -

Suspiré.

Levanté la cabeza al escuchar la puerta abrirse de nuevo y cuando me di cuenta era Kabuto con una bandeja con comida.

- Sasuke-Kun hizo que te preparara la cena -

¿Cena? ¿Ya era de noche?

Él debió ver mo expresión de confusión ya que siguió hablando.

- Pasaron tres días desde que te trajo así que me imagino que debes tener hambre -

¡¿Qué?! ¡¿Tres días?!

Dejó la bandeja en la cama y yo solo lo miraba sin decir ni mostrar nada.

Kabuto no dice nada más, solo se arregla sus lentes y me mira para luego irse.

Yo miraba la comida pero no hacía ningún esfuerzo por levantarme.

- ¿Quieres morirte de hambre o qué? -

- ¿Es una opción? -

- ¡Imbécil! -

- Ya ya, solo bromeaba, enseguida comeré solo... no quiero levantarme -

- Mocosa -

- Pulgosa -

Suspiré una vez más, me quedé quieta bastante tiempo pero luego me acerqué a la comida, me senté en la cama y comencé a comer.

Debo decir... que cocina bien el desgraciado.

PARA PROTEGERTE || Sasuke y tú ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora