¿Amor o amistad? Segunda parte. (Super Junior-Yaoi)

Capítulo 40 "Somos Super Junior" (Kangin/Leeteuk)

40.”Somos Super Junior” (Kangin)

 

 

 

 

 

 

Un día... Eso me quedaba para volver. Un día. Un día y saldría de allí, pero… Iba a dejar a Heechul y Leeteuk juntos. Eso me carcomía. No quería. Les había pillado haciéndolo… Ese recuerdo acudía a mí a todas horas. Nos habíamos peleado y ahora ninguno de los dos me dirigía la palabra o me miraba. ¿Cómo habían llegado a ello? ¿Heechul y Leeteuk? Nunca lo hubiese imaginado… Necesitaba hablar con el líder. Necesitaba una explicación. Y eso hice, fui en su busca en el rato libre y me lo encontré charlando con unos cuantos chicos.

-Perdón… ¿Podemos hablar?-me metí.

-No. Estoy ocupado.-respondió.

-Hyung, necesito hablar. Ahora.-insistí.

Suspiró y cedió. Fuimos a una mesa, la más alejada del comedor y nos sentamos. Me sentí mal por las marcas en su cara. No me gustaba verle herido y menos pensar que había sido yo.

-¿Qué quieres?

-Quiero una explicación.

-¿Crees que la mereces?

-Sí. Pasara lo que pasara creo que acostaros a mis espaldas no fue limpio por vuestra parte.

-¿Limpio? Me dejaste. No te debo explicaciones.

-Pero lo que tuvimos…

-Es pasado. Kangin…

-Leeteuk, Teuky… Mírame a los ojos y dime que ya no sientes nada por mí.

Apartó la mirada y se quedó en silencio.

-Ves. No puedes negarlo. Aun tenemos una oportunidad.

-¿Quieres que te sea sincero?-inquirió.

-Sí.

-Bien, escúchame bien porque no pienso decirlo dos veces. No puedo olvidarte. Ni con Heechul ni con nadie. Simplemente siempre serás parte de mi vida y de mi pasado. ¿Querría intentarlo de nuevo? Quizá te hubiese dado una oportunidad ahora… Quizá habríamos estado bien un tiempo, pero… Yo entro y tú sales. En total son casi cuatro años separados. Más de los que estuvimos juntos. Al menos juntos de verdad. No quiero eso. Yo estaba dispuesto a esperarte, lo estaba, pero tú tomaste tu decisión. Y ahora creo que fue la acertada. Lo nuestro no puede ser. No tiene sentido…

Sus palabras se me clavaban como dagas. Tragué con dificultad intentando no derrumbarme y negué con la cabeza.

-Dame un día… Solo un día…-le pedí- No puedo despedirme así. Yo… Lo que siento… Necesito darle un “adiós”… No puedo decirle a mi mente que se terminó sin un “adiós”.

-¿Un día? ¿A qué te refieres?

-Se mío por un día. Solo por uno… Mañana me voy… Vendré a verte dentro de una semana… Para los visitantes nos dejan apartamentos para pasar el día libre…Luego…No te veré más en casi dos años. Si me das esto no volveré a molestarte.