Cap. 1

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Después de haber intentado todo y de todas las formas posible para que Lena la perdonara, Kara se había rendido, sin ganas de seguir adelante, sin motivación alguna, Kara decidió dejarlo todo, todo aquello por lo que había trabajado tan duro, ser una de las periodistas más importantes de Ciudad Nacional ya no importaba, todo el éxito que pudiera tener ya no importaba, sin Lena ya nada tenía sentido, incluso ser la heroína de la ciudad ya no la llenaba.

Esa mañana cuando despertó decidida a marcharse, tomo lápiz, un papel y comenzó a escribir:

Mi Amor, MI LENA

Te llamo de esa manera porque siempre serás Mía, Lena, en mi mente y en mi corazón siempre serás Mía y aunque duela como no tienes idea, solo te escribo esta carta para decir adiós, por fin lo acepto y sé que te lastime y aunque no dejas que te explique mis motivos, por fin lo acepte.

Me marcho Lena y deseo con cada latido de mi corazón que encuentres alguien con quien seas inmensamente feliz, como no pudiste ser conmigo, que esa persona te de tanto amor que nunca puedas dejar de sonreír. Te amo tanto Lena que hoy digo adiós, ya no me veras insistir, ya no veras al motivo de tu decepción.

¡Adiós, Lena! ¡Adiós, Amor mío!

                                                                                                                                                    K. D.

Doblo la carta y la metió a un sobre en el que escribió: "Para Lena Luthor".

Tomo su mochila y mirando por última vez aquel lugar en el que fue tan feliz con Lena y llamaba hogar -"ya no hay marcha atrás"- pensó, saliendo de aquel lugar, sin apuros, fue camino al departamento de su hermana, Alex.

Estando ya frente a la puerta del departamento de Alex, dio un fuerte suspiro y saco del bolsillo de sus pantalones, la llave que su hermana le había dado para que pudiera entrar y salir cuando ella quisiera, al abrir la puerta quedo paralizada, sintiendo un calor apoderarse de su rostro, dando paso a un rojo vivo y tan rápido como pudo, volvió a salir del departamento, cerrando la puerta tan fuerte que se pudo escuchar en todo el edificio, quedándose allí sin saber qué hacer.

K: "no no no no no, justo hoy, justo ahora no puede estar pasando esto" – pensó moviendo la cabeza de un lado a otro, tratando de borrar la imagen que había visto. Lo que ella vio, ninguna hermana lo debería de haber visto, así es, vio a Alex y Sam (su cuñada) en plena acción, dandose amor. -"bonita despedida me das, hermana"- continuaba metida en sus pensamientos hasta que Alex volvió a abrir la puerta.

A: ¡Kara!

K: ¡Alex!

Ambas ruborizadas por el momento recién vivido.

A: pasa, pasa por favor. – dijo aun sonrojada y tratando de ocultar una sonrisa.

K: ¿Estas segura, ya está todo guardado?- dijo algo nerviosa tratando de aminorar el incómodo momento y sonriendo un poco.

A: ¡Amooor! ¿Ya las guardaste? - grito a su novia desde la puerta, conteniendo la risa.

S: Ya, amor, están guardadas - dijo mientras caminaba hacia ellas abrochándose los botones de su camisa con una sonrisa picarona.

Una vez en el departamento ninguna se atrevía a romper el silencio y mirándose entre sí, las tres lanzaron una tremenda carcajada, liberando así la tensión y estrés que había generado tal situación, especialmente en Kara que no sabía cómo decirle a su hermana que se marcharía y en mucho tiempo no regresaría, si regresar se volviera una opción para ella.

Amarte a TiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora