34°

635 68 4
                                    

PIANISTAS

A la gente de la torre le encanta la música. Muchos estilos y géneros son escuchados a diario en ese lugar. Desde el Metal hasta la Clásica, desde el Jazz hasta el Blues, desde Ochentera hasta el más puro Reggaeton.
Muchas disputas había en la torre cuando iban a decidir que escuchar. Todos siempre quieren escuchar algo distinto.

Pero, todo el mundo calla y escucha cuando se comienza a tocar el piano. Pero no cualquier persona conseguía captar la atención de todos los vengadores cuando ese piano se tocaba. Esa persona era nada más ni nada menos que Wanda.

Cuando Wanda comenzaba a tocar conseguía calmar hasta a Hulk. Y ciertamente a Hulk le gustaba mucho la música que ella hacía, tanto como a los demás. Incluso Steve lo ve como una especie de terapia, sobre todo para Bucky.

Pero, ¿como comenzó Wanda a tocar el piano?

Un día de limpieza intensiva que decidió dar a su cuarto. En alguna de las cajas se encontró un pequeño piano, uno que no llegaba ni a los 60 cm. Tenía teclas pequeñas y algunas ya no estaban. Encontrar ese juguete hizo que la chica dejará todo lo que estaba haciendo y comenzó a tocarlo sentada en el suelo.
Ella por aquel entonces no sabía tocar, hacía lo que intuitivamente podría hacer. Pequeñas melodías que encajaban y ya.

Peter Quill en ese momento pasaba por enfrente de la habitación y vio como Wanda intentaba tocar en esa mierda (como él lo describió). Él se acercó a ella y lo cogió. Bajo la mirada atenta de la brujita, comenzó a tocar.

Ese acto sorprendió a la chica, Quill era una de las personas de la torre que menos conocía y con el que menos interacción tenía. Peter llegó a la torre en un momento en el que la chica estaba en su mundo interior. Por eso no se dio el lujo de conocerlo. Pero por cómo lo veía ella ya pensaba que el hombre le caería mal porque son polos totalmente opuestos.
Es por eso que ese acto de Peter le sorprendiera y le enseñó a no dejarse llevar antes de conocer a alguien.

Peter hizo una melodía bonita, aunque no se podría esperar mucho con ese juguete medio roto.
Peter paró.

- Esto es una mierda, en el momento que consigas un piano medio decente te enseñaré a tocar.

- Espera, ¿pensabas en enseñarme?

- Te vi desde la puerta intentando hacer algo con esta cosa y me animé. Eso no cambia que con este juguete no voy a poder hacer mucho. Consigue un piano y te enseñó.

En ese momento Peter se levantó y fue hacia la puerta.

- Pero, ¿cómo quieres que consiga un piano de la nada?

- No sé, pídeselo a Tony. Tiene dinero, seguro que te lo da. 

Ahí acabó la conversación.

Wanda sabía que Tony se lo daría, pero sería muy descarado de su parte pedírselo de esa manera. Así que decidió que su capricho de tocar el piano había terminado ahí.

A una semana de su cumpleaños número 23, la gente de la torre aún no sabia que regalarle. O sea, ella era una chica muy introvertida y muy pocas veces se dejaban ver sus sentimientos.  Es por eso que nadie sabía lo que ella quería y Vision no era de mucha ayuda la verdad.

Todo el mundo en ese momento desayunando y teniendo una pequeña  conversación acerca del regalo.
Nadie se ponía de acuerdo.

- Ella quiere un piano.

Todos miraron a Quill.

- ¿Un piano? ¿Tan sencillo?- preguntó Tony.

- Ella quiere aprender a tocar el piano y le dije que le enseñaría si conseguía un piano decente. Pero le dio pena pedírtelo así que si la queréis hacer feliz, dadle un piano.

Y así fue.

Le dieron un piano eléctrico. Peter les aconsejó que por ahora uno de cola no, por si no le gustaba para que no se gastarán tanto dinero. Aunque a eso Tony le dio totalmente igual. Pero siguió el consejo de Peter.

Wanda se puso a saltar de alegría cuando vio el piano enfrente suya.

Empezó ese mismo día.

Peter le enseñaba como leer partituras y diferentes canciones. Mientras ella también de forma autodidacta se ejercitaba para ser una gran pianista.

Con el paso de los meses ella ya adquirió un gran conocimiento sobre el piano así que se le hizo aburrido ya el piano eléctrico. Su melodía no era la misma que la de un piano de cola y decidió que quería uno.

Como le volvió a dar pena el hecho de pedírselo a Tony, pues decidió ahorrar. ¿Cómo? Buscó trabajo.

Era camarera en una Starbucks, pero eso nadie de la torre lo sabía. Que vergüenza si alguien se enterará.
Aunque eso inevitablemente pasó.

Tony es muy propenso a comprar su café cuando salía de la oficina, pero al encontrarse su cafetería de confianza cerrada pues fue a la del lado. Donde se encontró a Wanda en el mostrador.

- Bienvenido a... ¿Tony?

- ¿Que haces aquí Wanda? Y sobre todo, ¿que haces detrás del mostrador?

- Trabajó aquí.

- ¿Por qué?

- Para conseguir dinero.

- ¿Para qué?

- Para cubrir mis necesidades.

- Sabes perfectamente que tus necesidades las cubre la torre así que no cuela...

Wanda suspiró.

- Me quiero comprar un piano nuevo, de cola. Y no te lo quería pedir a ti porque son muy caros, por eso prefiero conseguirlo a mi modo.

A Tony se le infló el pecho de orgullo. Wanda era tan tan taaan adorable.

- Para mi comprar un piano así es como comprarme un bocata.

- No es lo mismo.

- Me refiero a que no me costaría nada. Pero, no me interpondré. Si quieres conseguirlo así, pues me alegró mucho por ti. Seguro que así lo disfrutarás más.

Wanda sonrió y agradeció.

- Haremos espacio en la sala para colocarlo ahí y que nos des conciertos.

Wanda río y le prometió que lo haría con gusto.

Unos meses de duro trabajo, por fin pudo comprar su piano. Piano negro, con destellos de brillo y sobre todo comprado con mucho cariño.
Quill le acompañó a la tienda a elegirlo y lo decidieron juntos.

Así fue como Wanda de una vez por todas consiguió acallar por primera vez en la historia a todos los vengadores.

100 secretos de la Torre {Avengers}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora