También existen chicas malas |EDITANDO|

Capítulo 27

Ya se había acabado la clase y salí rápidamente. Todavía me quedaba deportes así que fui a cambiarme.

-Irina, ¿Dónde te has metido niña?- escuché una voz detrás de mi. Era Esteban.

-La pregunta es ¿Dónde te has metido tú? Desde que tienes novio no me llamas ni nada.- lo miré seria.

Esteban bajó su cabeza y luego me miró. Tenía los ojos aguados.

-Cariño, Mario me engañó con otro. Estuve tan mal que por eso no te busqué, solo quería pensar.- dijo.

¿Enserio? Mi mejor amigo estaba sufriendo por amor y yo no estaba a su lado.

-Esteban lo siento tanto. No tenía idea te lo juro.- me acerqué a él y lo abracé. Él respondió mi abrazo. Estuvimos así por varios minutos hasta que Esteban suspiró.

-Y¡a! No quiero llorar. El es un imbécil no debo llorar por él. ¿Qué tal si me acompañas a la boda de mi tía?- dijo.

¿Boda de su tía? ¿Cuántas cosas me he perdido en tan poco tiempo?

-¿Qué boda?- pregunté.

-De mi tía Ana. Ve conmigo, creo que será aburrido.- dijo.

-¿Cuándo es?-

-Hoy a la noche.- dijo.

-¿Ésta noche? ¿Estás loco? Tom vendrá por mi luego de la escuela.-

-Irina, la boda es a la noche. Tendrás tiempo de tener sexo y luego vestirte. Yo te recojo en tu casa.- contestó.

Los dos reímos. Luego de planear lo que ibamos hacer, nos despedimos. Me dirigí al baño del salón de deporte y cambié mi ropa.

-Irina llegas tarde.- dijo la mestra. Todos me miraron.

-Miss, solo fueron cinco minutos. Ya estoy aquí.- le sonreí.

-Sabrá Dios en que cama estaba metida antes de llegar.-

Miré hacia la dirección en donde escuché esa maldita voz. ¿Y saben quién era? La maldita de Raquel, estaba al lado del mesero.

-Mira estúpida, que tus hormonas estén revueltas porque nadie te toca es muy tu problema.- dije y todos comenzaron a reírse. Sonreí y me senté.

No sé ni porque rayos me cambié de ropa. Lo único que hicimos fue escribir. La profesora nos pidió que buscaramos a cinco balonceristas famosos. Es tan aburrido. Salí lo más rápido que pude. Corrí hasta llegar a la salida de la escuela. Tom ya estaba estacionado afuera esperando por mí.

-¿Para dónde crees que vas?- escuché detrás de mi. Me giré a ver quien era.

¿Y saben quién? ¿Ésta estúpida me está persiguiendo con el mesero?

-¿Qué demonios quieres?- pregunté.

-Ya me escuchaste. Qué rápido te vas a tener sexo como la puta que eres.- dijo. El mesero bajó la cabeza.

No, ella no dijo que eso. Me acerqué a ella.

-Mira estúpida, por lo menos tengo a alguien que me desea ¿Tú? Ni eso puedes tener idiota.- dije y me marché.

Entré al auto de Tom. Hoy sus ojos brillaban más que nunca.

-Hola hermosa.- besó mi mejilla y aceleró el auto.

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Ya estabamos en su cama. Desnudos como Dios nos trajo al mundo. Tom besaba mi barriga lentamente, haciendo que me excitara más. Bajó y besó mis piernas.

-¿Qué esperas? Entra en mí.- dije en suspiro.

Tom rió

-Solo quería darle un toque romántico.-

-Sabes que eso no me gusta.- dije.

Asintió y metió su miembro dentro de mi. Grité de placer. Cada vez lo hacía más y más rápido. Éste hombre me va a matar.

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Ya estabamos en frente de mi casa.

-¿Oye Irina, puedo hacerte una pregunta?- dijo.

-Claro, dime.

-Bueno, toda persona tiene una fantasía sexual. Conocí a una mujer. Aveces tenemos sexo. Pero sinceramente nadie como tú.- dijo.

Sonreí y le dije que prosiguiera.

-Bueno.- rascó su cabeza. -Quisiera que tengamos sexo los tres juntos. ¿Me explico?-

Me quedé en shock. ¿Porqué me está pidiendo esto? Tres hombres abusaron de mi y ahora quiere que tengas sexo con dos personas a la vez. ¿Pero qué tiene? Puedo aprender cosas nuevas ¿no?

-Emm, claro. ¿Porqué no?- dije.

Tom sonrió.

-Muy bien hermosa. Te recojo mañana en la noche.- me besó.

Entré a mi casa, pero no había nadie. Mucho mejor.

Entré a mi habitación y busqué que ropa ponerme. Quiero ir formal ya que es una boda. Escogí un vestido con la cola azul oscuro parecido al color violeta. Una sortija y un reloj. Entré al baño a tomar una ducha.

**

Sequé mi cabello y me puse un maquillaje sencillo. No me gustan los maquillajes exagerados. Bajé las escaleras para esperar a Esteban, ya debe venir de camino.

Me dirigí a la sala y allí estaban Raquel y Fabián BESÁNDOSE. ¿QUÉ? NO PUEDE SER.

-¿Estoy interrumpiendo algo par de nacos asquerosos?- dije.

Los dos me miraron asombrados. Raquel me miró seria y Fabián me miraba de arriba abajo. Parecía que estaba babeando.

-Arruinas todo estúpida. Vengo enseguida Fabián voy a usar el baño.- dijo Raquel, me miró y se marchó acomodando su cabello furiosa.

Fabián me miraba con los ojos cristalizados.

-¿Qué miras imbécil? ¿No que no sabías quién era?- pregunté.

-Lo siento, es que te vez hermosa.- contestó.

Sentí algo en mis estómago pero no sé que fue. ¿Porqué me dice que me veo hermosa? Realmente eso no me lo esperaba. HOMBRES.

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El vestido de Irina en multimedia. Voten y comenten.

Besos