También existen chicas malas |EDITANDO|

Capítulo 13

Ya había amanecido y mis esperanzas de dormir se habían ido. Mi amigo ronca como si fuera un toro. Además no dejo de pensar en como conquistar al meserito. Debo ser astuta, no pienso perder y que la estúpida de Raquel gane. Ya sé, lo puedo llamar he invitarlo a salir. Sé que estoy castigada, pero mi padre dice que confía en él. Dudo que haya problema.

Llamada

-¿Hola? ¿Se encuentra Fabián?

-Sí, ¿quién lo busca?- contestó una mujer. Obviamente no identifiqué su edad, pero sí sé que es una mujer.

-Me llamo Irina, una compañera de escuela.-

La mujer me pidió un momento, debe estar buscando al meserito. Escuché unas voces desde el teléfono.

-¿Irina? ¿Qué deseas?- contesta con voz ronca.

-Quiero pedirte disculpas, así que quisiera invitarte a salir.- dije.

Hubo un silencio varios segundos.

-¿Tú me estás invitando a salir? Irina, ¿estás bien?

-Oye sí, solo quiero demostrarte que soy una buena chica.- mordí mi labio.

-Bueno, esta bien. Paso por ti a las 10.- colgó.

Señoras y señores, así se juega. Debo buscar algo sexy para ponerme. Talvez una chaqueta y una falda, no lo sé.

-Irina, deja de hacer tanto ruido.- Esteban me lanzó la almohada.

-Oye, son las 12:30 ¡levantate ya!- le lancé la almohada para atrás.

-¿Porqué buscas ropa? ¿No estabas castigada?

-Sí cariño, lo estoy. Pero saldré con el meserito. ¿Qué te parece?- le sonreí.

Esteban saltó de mi cama como un sapo (literalmente) se puso frente de mí y me observó.

-Eres una maldita.- dijo alfin.

Solté una risita.

-Oye, has cogido muy enserio la palabra maldita.

-Querida Irina, es que esa palabra te queda a la perfección.- rió.- Ven te ayudo a escoger tu ropa.

Ya estaba cansada de buscar tanta ropa. Al final me decidí por algo cómodo. Escogí una camisa de mangas largas gris, un pantalón con rotos y unos tenis. Me metí a bañar. Cuando salí arreglé mi cabello, me peiné con ondas. Me puse un maquillaje natural y salí a la sala. Esteban se había ido, tenia "cosas importantes que hacer". Sí, como no. Cuando llegué a la sala, estaban papá y Sara viendo televisión abrazados. Raquel estaba en el sofá, usando su teléfono.

-¿Para dónde vas Irina?- dijo mi padre haciendo que saltara del susto.

-Papito, voy a salir con Fabián.- Raquel me miró rápidamente, su cara era épica. Yo solo sonreí dentro de mi.

-¿Con Fabián? ¿Fabián es tu maestro cierto?- mi papá se acercó.

-Sí papito. Sé que estoy castigada, pero lo llamé para salir y así disculparme.- (le di una mirada de gato de Shrek)

-No te cre..- sonó el timbre.

-Papá debe ser él.- dije y me acerqué a la puerta. Abrí la puerta y ahí estaba el meserito. Pero tenía un golpe en su ojo, era pequeño pero yo lo noté. Me le quedé mirando unos instantes pero el me interrumpió.

Fabián

Irina me miraba de una forma extraña. Creo que se había dado cuenta de mis golpes. Ella se veía bonita. Pero no le di importancia.

-¿Puedo pasar?- le dije para acortar el silencio.

-Claro, pasa.- sonrió.

Ésta niña me asusta. A veces puede llegar a ser una malcriada, egocéntrica y mimada chica. Pero aveces puede llegar a ser dulce. Cuando entré su familia me miraba. Raquel me miraba algo aturdida.

-Buenas tardes.- le estreché la mano al papá de Irina. Creo que se llama Rafael.

-Buenas tardes Fabián. Es cierto que vas a salir con mi hija.- preguntó.

-Así es señor. Ella quiso disculparse y yo acepté.- contesté.

-Bueno. Irina por ésta vez te dejaré salir. Pero es la última, sabes que estás castigada.- dijo y le dio un beso en la mejilla a Irina.

Irina se despidió y le guiñó un ojo a Raquel. Por lo que noté, Raquel estaba furiosa.

-Bueno, ¿a dónde vamos meserito?- preguntó y sonrió.

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Chan, chaaaan. Espero que les haya gustado el capítulo. En la multimedia está el vestuario de Irina. ¿Les gusta?

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Besos