Capítulo 56

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Bajó un poco mi camisa, dejando al descubierto uno de mis hombros. Besó lentamente aquella parte y temblé ante tal acción. Mis manos aún seguían en sus caderas mientras el besaba cada pedazo de mi. Quitó un poco de cabello y lo hechó hacia atrás para besar mi otro hombro, mi camisa iba bajando poco a poco hasta que quedé solo en sujetador. Luego bajó mi pantalón lentamente mientras el lo hacía yo sonreía pasmada. Luego besó mi abdomen, bajó y besó mi ombligo, gemí ante tal acto. Sus manos bajaban por mis piernas haciéndome temblar, en ese momento bajó mis bragas y me acercó rápidamente hacia su cuerpo. Mientras me apretaba hacia su cuerpo, comenzó a besar mi mejilla. Quité mi sostén y luego bajé mis manos para quitar su pantalón, el me ayudó quitando su camisa.

Estaba completamente desnuda, mientras el enseñaba su grandioso abdomen y su pene erecto dentro del boxer. No aguanté y bajé su boxer rápidamente.

Fabián

Quedamos desnudos, piel con piel. Puse mi mano en su mejilla y atraje su boca hacia la mia para besarla. Primero lo hice lento para comenzar poco a poco, pero cuando ella abrió un poco su boca, le di paso a mi lengua para besarla. Mordí su labio inferior mientras apretaba más su cuerpo desnudo hacia el mío. Bajé suavemente mi mano que se encontraba en su abdomen, acariciando su suave piel. Ella gimió y sonreí entre sus labios complacido.

Seguí acariciando su piel hasta que mis manos llegaron a sus grandiosos senos. Siento su peson erguido en mi mano y gruñí un poco al sentirlo. A todo hombre le fascina los senos de las mujeres. Pero a mi me encantan solo los de mi mujer. Aprieto mi agarre en su seno y lo comienzo a masajearlo haciendola gemir. Bajé hasta su cuello sin quitar mi mano de aquella sona. Irina arquió su cabeza mientras ponía sus manos en mi cuello. La besé ferozmente hasta que la coloqué suavemente en una sábana que había puesto antes en el suelo.

Sin despegarme de sus labios bajé mi mano hasta su vagina y comencé a masajear esa zona. Comenzó a gemir haciendo que mi erección creciera más y más. Hizo un movimiento rápido y se puso arriba de mi cuerpo. Nuestras respiraciones estaban ajitadas. Tomó mi parte e hizo que entrara en su parte. Me sorprendí, pero se sentía estupendo.

Comenzó a moverse cada vez más y más rápido mientras yo la sostenía muy fuerte de sus caderas. La ayudé con los movimientos, algo que nos hizo gemir a los dos. La puse debajo de mí. Mi pene entrava y salía rápidamente, mientras mi boca lamía sus senos. Sus hermosos y ricos senos. Ella gemia tan fuerte que hacía que mis movimientos fueran cada vez más rápidos. Puso sus manos en mi cabello y sus piernas alrededor de mi cintura. Suspiró fuerte, la sentí correrse. Su respiración era entre cortada, pocos minutos después me corrí dentro de su magnífico cuerpo.

Me salí suavemente de su cuerpo, y me recoste a su lado.

-Fue genial.- dijo Irina con su voz entre cortada.

-Hoy sí.- dije.

-¿Qué cosa?-preguntó confundida.

-Hoy sí hicimos a nuestro hijo.- sonreí.

Irina me abrazó fuertemente y sonrió encima de mi cuerpo.

Esto era todo lo que se llamaba felicidad.

**

-Maldita perra, yo quisiera tener sexo alocado.- dijo Esteban moviendo sus manos.

Me acerqué. Irina le tapó la boca y me sonrió nerviosa.

-Con que contándole a tu amigo nuestras intimidades.- hago como si estuviera pensando.

-Lo siento bebé, pero, Esteban tiene una boca más grande que su cara y no sabe callarse.- lo fulminó con la mirada. -Además es mi mejor amigo, siempre nos hemos contado todo.-

-Lo sé hermosa, no me molesta.-me acerco y la beso.

-Ugh, en este momento el amor me da tanto asco. No puedo creer que sacaras el lado romántico de Irina. Me a llevado años hacerlo, y no a funcionado.- Esteban se cruza de brazos.

Irina y yo reímos. Esteban puede llegar a ser muy tonto aveces. Pero me agrada. No tengo amigos, ni tampoco amigos gays, pero sí, Esteban puede llegar a serlo. Me despedí de Irina y la besé ferozmente. No quería separarme de su lado, pero ya era tarde. Mi madre debe de estar preocupada.

Llegué a la casa, gracias a Dios mi madre estaba dormida. Sé que ya soy un hombre, un hombre el cuál se casará. Pero debo respetar la casa de mi madre. Es la reina de mi vida, ella, mi hermana e Irina son mi vida. Estoy tan malditamente nervioso con la boda. Sé que Irina me ama y yo a ella, pero quiero que todo esté perfecto, que duremos para siempre. Muy cursi ¿Cierto?

Me dirigí hacia mi habitación para darme una ducha. Me quité toda mi ropa para quedar completamente desnudo. Entré a la ducha y dejé que el agua cayera por mi cuerpo, todo el me dolía. Estoy pensando en Irina a cada minuto. Maldición, eso hace que mi pene se levante, haciéndome ver una erección. Siento el deseo de sentirme dentro del magnífico cuerpo de mi mujer. Pongo el agua fría para bajar mi erección. No funciona. Maldición. Niñas perdonen todo esto, pero no lo aguanto. Pienso en el cuerpo desnudo de Irina encima de mí y no puedo contenerme. Bajo mi mano hacia mi gran erección y comienzo a masturbarme. Subo y bajo la piel de mi pene y gimo por lo bajo. Comienzo a hacerlo cada vez más y más rápido hasta que un líquido blancusco asqueroso sale de mí. Es asqueroso pero sale y hace que me sienta en la gloria. Una sensación tan rica que no puedo explicar.

Entro de nuevo en el agua para limpiar mi pene. Una vez listo salgo y coloco una toalla sobre mi cintura. Por Dios este día a hecho que me ponga más caliente de lo normal.

También existen chicas malas |EDITANDO|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora