Capítulo 25

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Estuve inquieta varios minutos. No sé porque le dije eso al mesero. Tal vez me molesta encontrarlo en todas partes, pero de ahí a que salga de mi vida es algo tonto. Ni siquiera sé si eso es lo que quiero. La enfermera entró y me dejó algo de almorzar, estaba hambrienta pero la comida de los hospitales no me gustan. Tendré que esperar a llegar a casa. Por Dios se me había olvidado, mi padre me matará. Busqué mi teléfono que estaba en la mesita al lado de mi camilla. Cuando lo prendí, no tenía ni una sola llamada. Eso se me hizo muy raro, pero sí tenía un mensaje. Era de Raquel.

De Raquel

Le dije a tu padre que te ibas a quedar durmiendo conmigo en casa de unas amigas. No me creyó pero luego terminó aceptando. Ni creas que lo hice por ti, si por mi fuera estarías muerta. Lo hice porque Fabián me lo pidió. Adiós.

Ésta imbécil. Juro que la mataría sino fuera porque no me agrada el maltrato animal. ¿Y porqué el mesero hace todo esto? No lo entiendo. La enfermera volvió a entrar y me dijo que tenía una visita. Debe ser Fabián que se arrepintió de haberse ido.

-Hola Irina ¿Te sientes bien?- era Tom. Se veía cansado.

-Gracias a Dios estoy bien. ¿Qué haces aquí?- fruncí mi frente.

-Me siento tan mal. Sino te hubiera dado esas pastillas no estarías aquí.- dijo queriendo tocar mis manos pero lo detuve.

-Tom no tienes porqué pedirme disculpas, yo fui la que las tomé. Tu no me pusistes una pistola ni nada por el estilo.- dije.

-Lo sé, pero tu no hubieras sabido que las tenía sino te las hubiera mostrado. Y yo me puse tan mal que ni siquiera noté que tú estabas mal. Y no me lo perdono. Mucho menos que el imbécil ese te trajera aquí.- dijo rápidamente.

Yo solo me quedé pensando. No tenía las fuerzas suficientes para hablar de nada. Luego de unas horas el doctor llegó a revisarme. Me dijo que ya podía irme a mi casa. Tom me ayudó a caminar. Entramos a su auto y todo estuvo en silencio. Sólo quería dormir, dormir y dormir.

-Ya llegamos, ¿segura que estás bien?- preguntó Tom.

Yo asentí. Tom besó mi mejilla y yo salí del auto. Toqué la puerta de la casa porque no traía las llaves.

-Hola hija. ¿Porqué Raquel no está contigo?- preguntó mi padre.

¡Mierda! Eso se me había olvidado por completo. Antes de que pudiera hablar mi madrastra apareció.

-Amor, Raquel me dijo que tuvieron una discusión. Ya sabes como siempre. Y bueno Irina prefirió irse.- dijo y me miró.

Le agradecí con la mirada. Sé que ella me entendió. Al parecer Sara sabía todo. Le sonreí a mi padre y me dirigí hacia mi habitación. Antes de quitarme la ropa alguien tocó a mi puerta. ¡Ugh!

-¡Adelante!- dije sin gracia.

-Hola Irina, ¿podemos hablar?- dijo Sara asomándose en mi puerta. ¿Qué quería ésta ahora? Le agradezco que me haya ayudado, pero no quiero ser su amiga ni mucho menos.

-Dígame usted, para que soy buena.- contesté y señalé mi cama para que se sentara. Ella asintió y se sentó.

-¿Sabes que lo que hicistes estuvo mal cierto? No quise decirle nada a tu padre para que no se preocupara.- dijo. ¿Y ésta quién se creía?

-Sara te agradezco mucho, pero no eres nadie para decirme que hacer. Y tampoco para decirme que debo hacer con mi vida.- contesté.

-Irina..- puso un pedazo de cabello detrás de su oreja. -Yo sé lo que has vivido, créeme.

-¿Disculpa?-me levanté rápidamente. -Tú no sabes lo que yo viví. Así que por favor te pido que no quieras ser la madre maternal que nunca tuve.- contesté molesta. Sara se levantó y se puso frente de mí.

-Irina no me juzgues cariño, por favor.- dijo con un tono maternal que me dio asco.

-Mira Sara lárgate de mi habitación ¿sí?- dije.

-Irina quiero contarte algo que solo mi madre que en paz descanse y tu padre saben. Jamás se lo conté a alguien más. Y bueno Raquel también lo sabe.- una lágrima bajó por su mejilla y ella la limpió rápidamente.

-¿Y que es eso que me quieres contar?- dije algo confundida.

-Irina tú no eres la única que ha sufrido. Cuando yo tenía diecisiete años mi padre abusó de mí. De esa violación salió Raquel.- bajó su cabeza.

Oh por Dios, no puedo creerlo. Juzgué mal a Sara. Quizás por esa razón Raquel es así.

-Lo..lo siento mucho Sara. No tenía idea.-me acerqué a ella.

-No es tu culpa cielo.- dijo y me abrazó.

Jamás me había sentido tan cerca de Sara como en éstos momentos. No sé si me estoy volviendo loca pero tener a una "madre" verdaderamente buena me agrada. De verdad que no puedo creer lo que le sucedió. Con este abrazo puedo sentir como tiembla... y lo comprendo. Aveces el miedo no se va por más que queramos creer que ya todo pasó. No es así. Al menos conmigo no ha sucedido, no me siento tan fuerte.

-¿Raquel lo sabe?- dije soltandola.

-Sí, ella lo sabe.- me sonrió y se marchó.

Ahora me siento más confundida que nunca. Creo que Sara salió porque quiso evadir el tema de Raquel... Mi madrastra había sufrido al igual que yo. Y había quedado embarazada. Wow, todo esto es tan loco.

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-¡Irinaaaaa! Despierta, ya es hora de irnos.- gritó mi padre.

Maldita escuela. Corrí rápidamente al baño. Me di una ducha rápida y salí. Me puse lo primero que vi, busqué mis maquillajes y mis zapatos. Me maquillaré en el auto. Bajé rápidamente, ya mi padre se había montado y Sara ya había ido a trabajar. Solo faltaba Raquel que estaba tomándose un vaso de agua. Creo que debería acercarme a ella.

-¿Raquel?- dije.

-¿Qué quieres?

-Ya sé porque eres así. Tu mamá me contó todo. Y quiero decirte que lo lamento mucho. Tu y yo nos hemos juzgado muy mal.- su rostro cambió de asombro a enojo.

-Mira estúpida, tu y yo no tenemos nada oye bien.. NADA en común. Y no te permito que menciones ese asqueroso tema ¿ok? Si mi madre fue tan estúpida al dejarse violar de ese hombre fue su problema, no el mío contestó.

-¿Qué rayos te pasa? Eres peor de lo que pensaba. Ella no tuvo la culpa de nada todo fue culpa de su padre. ¿Cómo te atreves a hablar así de tu madre?-

-Tú también hablas así de la tuya cariño. Pero a diferencia de nosotras mi madre es una tonta que siempre me ha cuidado y la tuya una bruja asquerosa que dejó que violaran a su hija.- sonrió.

¡Ésta maldita puta! Le di una bofetada. La tiré al piso y empecé a halar su cabello con toda la fuerza que tenía. Ella hizo lo mismo, pero la empecé a golpear con mis puños y ella solo gritaba.

-¡Auxilio!-

Mi padre apareció y nos separó rápidamente. Yo solo quería matarla.

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¡Holaaa! Aquí les dejo otro capítulo. Les agradezco muchísimo por sus votos y comentarios.

Pero les tengo una mala noticia :'( mañana entregan las calificaciones aquí en mi país. Y bueno, no sé si estoy bien. Y mi mamá es muy fuerte con eso. Así que si tengo malas calificaciones en la escuela. Me quitará mi teléfono *llora desconsoladamente*

Y como escribo desde mi teléfono, si me lo quita estaré unos días sin actualizar :'( así que POR FAVOR LES PIDO MUUUCHA PACIENCIA.

OREN MUCHO POR MI PARA QUE TENGA BUENAS CALIFICACIONES Y QUE MI MAMÁ NO ME QUITE MI TELÉFONO NI ME REGAÑEEE :'(

L@s amoo demasiadooooo.

También existen chicas malas |EDITANDO|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora