Capítulo 10

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Hoy me levanté temprano. Estaba decidida a hacerle la vida de cuadritos al naco del meserito. Entré rápidamente al salón y me senté en mi asiento. Esperé a que comenzara la clase. Pasaron unos minutos y todos entraron incluyendo al imbécil arruina vidas. Se sentó a mi lado sin mirarme, parecía como sino me hubiera visto o como sino existiera para él.

-¡No, no Fabio no me toques!!- grité desesperada.

-Oye ¿qué te pasa?- preguntó mirando hacia todos lados.

-No lo soporto más, ¡Fabio no me hagas esto por favor!- hice que lloraba.

La maestra se acercó a nosotros, toda la clase nos observaba.

-¿Qué ocurre Irina?- pregunta la maestra sin entender.

Me acerqué a la maestra y la abracé.

-Mis, no aguanto más.- lloré falsamente.- Fabio o Fabián como se llame, dijo que sino me acostaba con él me mataría.- hice que lloraba desconsoladamente.

-¿Qué? Niña, ¿estás loca? Es una maldita mentira maestra.- contestó el mesero furioso.

-Claro que no, porque mentiría en eso.- unas lágrimas bajaron por mis mejillas. Wow, era mejor actriz de lo que creí.

-Tranquila Irina.- la maestra acarició mi cabello.- Fabián Clayton, a la oficina del director de inmediato.

El mesero me miró con odio, apretó sus puños y se marchó. Sonreí, había logrado lo que quería.

*****

-¿Que hicistes qué?- gritó Esteban.

-Shh baja la voz Esteban. Sí, hice eso. Ese naco no va a venir a darme ordenes ni mucho menos a dañarme la vida. Me las tenía que pagar de alguna forma u otra, ¿no crees?- seguí devorando mi sabroso sándwich.

-Querida amiga, eres toda una maldita.- Esteban chocó mi mano y reímos a carcajadas.

-¿Señorita Mackenzie?- escuché una voz femenina detrás de mi. Era la secretaria del director, Ana.

-Sí, dígame Ana.- contesté algo nerviosa.

-El director quiere verla en su oficina.- me miró por última vez y se marchó.

-Estás en problemas niña.- dijo Esteban.

Ignoré su comentario y caminé hacia la oficina. Quizás el director hará que el naco me pida disculpas. Toqué la puerta de la oficina y entré. El director estaba tomando un café mientras el mesero estaba sentado, parecía pensativo.

-Señor director, ¿me mandó a llamar?

-Sí señorita Mackenzie, sientese por favor.- señaló una silla al lado del mesero.

El idiota tenía una sonrisa en sus labios. ¿Porqué rayos se reía? Él estaba en problemas no?

-Señorita Mackenzie, usted queda suspendida de ésta escuela por cinco días.- dijo el director mirando su calendario.

-¿QUÉ? Señor director, ¿qué le pasa? ¿No se supone que suspenda a este naco por intentar abusar de mi?- señalé al mesero.

-Señorita, más respeto por favor.- contestó el director con una voz dura. -Aquí todos conocemos su reputación en ésta escuela. Y apesar de que el señor Clayton sea nuevo aquí, tiene un récord intachable.- lo señaló.- En cambio usted no. Confío en la palabra del señor Clayton y sé que usted ocasionó toda esta falsa.- dice molesto.

-¿Qué? ¿Pero cómo le va a creer a este naco? Exijo un abogado.- chillé.

El imbécil de Clayton solo reía, ughh odio a este imbécil.

-Irina Mackenzie, no estamos en ningún juicio. Usted sabe muy bien que está mintiendo. Así que retirece o sino llamaré a sus padres para que la saquen de ésta escuela.- señala la puerta.

Me levanté molesta, le di una mirada asesina al maldito naco mesero y salí. Lo odio, lo odio, lo odio. Maldito seas meserito Clayton. Te juro que me las vas a pagar. Y esta ves no me vas a ganar meserito.

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Holaaa! Espero que les guste este pequeño capítulo. Este va dedicado a @AntoitaLinda. Gracias por ser la primera en decir que te gusta mi novela. Significa mucho para mi.

Besos

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