Llevo aquí media hora y el naco del mesero no quiere darme una cerveza.
-¡Oye bombón! Hagamos un trato.- dije mientras me recostaba del asiento y colocando mis brazos a los costados del mismo. El mesero me miró atento. -Te daré el mejor sexo de tu vida y tú me das todos los tragos que pida, ¿qué te parece?
-No lo creo.- su voz sonó ronca.
-¿Estás loco cierto? Oye mirame, soy una dulzura. Nadie me ha dicho que no.- me levanté de mi asiento y di una vuelta para que pudiera observarme.
-Pues lamento informarle que yo le diré que no. Respetece, si usted no lo hace nadie lo hará.- dijo y se marchó.
Me quedé en estado de shock. ¿Quién se creía ese imbécil? Yo soy como soy, y todos me respetan. Maldigo al naco ese, me dañó mi noche.
Para Esteban
-Amor, ¿nos podemos ir?
Tardó unos minutos y contestó.
De Esteban
-Lo siento dulzura, estoy ocupado.
Ughh solo esto me faltaba. Mi amigo gay teniendo sexo y yo parada como una idiota.
Al no tener más que hacer, decidí llamar a mi padre. No quería quedarme como una tonta, sola, sin nada que tomar y sin compañía.
-Papá, ¿podrías venir a buscarme?
-¿Dónde estás?- contestó rápidamente. -Ya salgo a buscarte.
Mientras le explicaba donde estaba vi pasar al naco del mesero por mi lado. Colgué y me acerqué a él.
-¡Oye Fabio!- grité.
-Me llamo Fabián señorita.- sonrió de lado.
-Como sea que te llames. ¿Qué rayos te sucede?
-¿De qué habla señorita?
-No quieras parecer un caballero ¿sí? Todos ustedes son iguales.- reí sin ganas.
-¿Quiénes?- preguntó sin entender.
-¡No te hagas! Ustedes los hombres, son todos iguales.- lo señalo frustrada. Parece que no entiende cuando le hablo.
-Lamento que piense de esa manera. Con su permiso, debo seguir con mi trabajo.- se marchó y me dejó con la palabra en la boca.
Observé como se alejaba y solo sentía rabia hacia él. Realmente era un idiota.
***
Mi papá había llegado, juro que tardó una eternidad. Me subí al auto y me quedé pensando. ¿Porqué ese naco me rechazó de esa manera?
-¿En qué piensas hija?- preguntó mi papá, sacandome de mis pensamientos.
-En nada papá, tonterías.
-Nada de lo que le pase a mi princesa es una tontería.
¿Princesa? Sí como no, soy una princesa que no sabe en que cama dejó su corona.
Llegamos a la casa, me despedí de mi papá y entré a mi habitación. Solo quiero darme una ducha y relajarme. Entré al baño, me quité la ropa y dejé que el agua bajara por mi cuerpo. No puedo creer que hoy no haya tenido sexo. Ojalá que un perro le muerda el pene a ese maldito mesero.
**************
Bajé a la cocina sin hacer mucho ruido, me moría de hambre. Me preparé un sándwich de jamón y queso. Me serví un vaso de leche y me senté a comer.
-Eres una cerda, hasta de noche comes. ¿No vez que comer de noche engorda?- dijo Raquel haciendo que me sobresaltara.
-¡Estúpida me asustaste! A mi no me importa, yo solo tengo hambre.- la miré mal y volví a mi delicioso sándwich.
Se burla.
-¿Sabías que dejar de comer es lo que engorda? Luego cuando te comas aunque sea una migaja de pan, subes el doble. Informate un poquito bombón.- le guiño el ojo.
Realmente nunca he entendido porque las niñas dejan de comer. Cuando es peor si lo hacen. Debemos cuidarnos, de manera sana y no dañarnos. Raquel es una de ellas.
Ella solo me observaba, sentía como su mirada se convertía algo fría y se marchó. ¡Idiota!
**************
Sentí mi celular vibrar.
De: Esteban
Buenos dias muñeca. ¿Cómo amaneciste? Yo, espectacular como siempre. Bueno espero que estés lista porque en 2 horas paso por ti.
Para: Esteban
Estoy durmiendo, ¿Qué quieres tan temprano?
De: Esteban
Mañana comienzan las clases, así que debemos comprar ropa nueva.
Rodé los ojos. Maldita escuela, maldita Raquel, maldito Esteban, y maldita la vida que no me deja descansar.
Capítulo Editado
ESTÁS LEYENDO
También existen chicas malas |EDITANDO|
Novela Juvenil¿Saben? Existen tantas historias del chico malo , que conoce a la chica buena y luego se enamora.... Pues esto es todo lo contrario. Irina es la chica rebelde , chica fácil y capaz de cumplir cualquier reto. Un chico llega a su vida y ella lo ve com...