Capitulo 4

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-¡Irinaaaaa! ¡Esteban está aquiiiii! baja por favor.- escuché el maldito grito de mi madrastra.

-Ay por Dios, ¡ya vooooyyy!!

Busqué en mi armario algo cómodo que ponerme, no estaba de humor para nada. Me puse mis botas y bajé.

-Pensé que no ibas a bajar.- rió Esteban.

-¡Eres tan gracioso!- contesté con una mueca molesta.

Empujé a Esteban y salimos.

-Oye, ¿qué te pasa? ¿Porqué estás de mal humor niña?

-Pasa que un maldito mesero arruinó mi noche.- dije montandome en su auto.

-Oh por Dios, eres una sucia.- dio un golpe en mi hombro.

-¿Qué rayos te pasa? ¿Porqué soy una sucia ahora?- pregunté sin entender.

-Bueno, dices que un mesero te arruinó la noche. ¡Osea que te descubrieron teniendo sexo!- mi amigo gritó de emoción.

-Oye, estás loco. Arranca ¿sí?

(Esteban arrancó)

-Bueno. ¿Que tienes entonces?

-Que ese maldito no me quiso dar ni un solo trago, porque necesitaba mi identificación.- puse cara de asco.

Esteban reía a carcajadas y eso hacía que me enfureciera más. Amo a ese idiota, ¡pero aveces quisiera ahorcarlo!

**************

Estuvimos casi todo el día comprando ropa. Mi amigo se compró 10 camisas, 5 pantalones y 5 pares de zapatos. Yo me compré 8 camisas, 5 pantalones y 7 pares de zapatos. Mi humor había cambiado gracias a las compras. Estabamos agotados, así que decidimos comer en el centro comercial.

-Buenas tardes, dígame su orden porfavor.

Esa voz me parecía conocida. No, no puede ser...

-No puede ser... ¿Tú otra vez?

Fabio o como quiera que se llame, me miró atento.

-¿Qué pasa nena?- preguntó Esteban.

-Este es el naco del que te conté.- lo señalé. -No me digas.... ¿aquí también me pedirás la identificación?- pregunté.

-Claro que no señorita.-sonrió. -Dígame, ¿que desea?

Pedí mi comida, pero no dejaba de mirarlo. Sus ojos eran azules como el mar.

-Aquí tiene, son $9.50- me entrega mi comida.

Le di el dinero exacto y me marché. No iba a permitir que me dañara el día.

-Oye, es muy sexy.- dijo Esteban en un susurro. -¿Será gay?- mordió su labio.

Yo solo me reí, mi amigo era igual o peor que yo.

También existen chicas malas |EDITANDO|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora