Capítulo 59

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Aquí estamos, ya a pasado el tiempo suficiente para que las pruebas estén.

-Doctor, díganos ¿Está embarazada?- dice Fabián.

El doctor nos mira algo serio, me está asustando.

-Doctor, por favor..- digo en un susurro.

-Vengan, tomen asiento por favor.-

Los tres nos sentamos, Fabián tomó mi mano y observamos al doctor por varios segundos.

-Señorita Mackenzie y Señor Clayton... Felicidades serán padres.-

Una sensación demasiado rara invadió mi cuerpo. Sentí tanta alegría pegada en mi pecho, en mi estómago y en todo mi cuerpo. Un bebé, tendré un bebé de Fabián. Una lágrima baja por mi mejilla. Miro a Fabián y se ve algo pálido.

-¿Fabián...Estás...Estás bien?- pregunto algo nerviosa por su respuesta.

Fabián se levanta, me atrae hacia él y me abraza fuertemente. Por Dios me siento completa, me siento tan feliz...

-Un bebé tuyo y mío Irina, no me lo creo.- dice. Siento su sonrisa en mi cuello.

-Pero hay algo que deben saber.- dice el doctor.

Fabián y yo nos miramos.

-¿Qué pasa doctor?- pregunta Fabián serio.

-Irina quedó embarazada, pero tuvo su período menstrual normal.-

-¿Y qué pasa doctor?-

-Vuelvan a sentarse por favor.- nos sentamos. -Éstos casos son muy poco comunes. También son muy riesgosos.-

Sentí una punzada en mi pecho.

-Doctor, explique por Dios.- siento como Fabián se molesta.

-Bueno, al estar embarazada y tener su período menstrual normal, quiere decir que el bebé está formándose en las trompas de falopio... esto quiere decir que su bebé puede matarla a usted y a él sino lo aborta.-

Me quedé en shock... ni una sola palabra salió de mi boca...

-Perdone que le pregunte...¿Usted fue violada alguna vez?- pregunta el doctor.

Mis ojos se abrieron como platos.

-¿Porqué pregunta eso?- al fin habla Fabián.

-Cuando la examiné, vi que su útero estaba desgarrado. Después de éste embarazo, si es que sale bien y no tiene que abortarlo... no podrá ser madre de nuevo. Además esto es muy poco común.

-¿QUÉ? ¿PORQUÉ? ¡ESOS MALDITOS HIJOS DE PUTA!- grita Fabián y doy un salto del susto que me provocó.

-Por favor calmese, no puedo hacer nada más.-

Fabián

-A mi no me interesa nada, maldita sea. Nuestro bebé va a nacer, yo soy fuerte y mi bebé es fuerte.- dice Irina entre lágrimas.

-Señorita, si su bebé llega a nacer, puede matarla. O pueden morir los dos, todo esto es muy peligroso.-

-No, no, no y no. Me niego a creerlo, mi bebé va a crecer, no importa nada.- dijo Irina y salió corriendo.

¿Esto en realidad está pasando? Por ninguna circunstancia dejaré que Irina, mi Irina muera. Ella es la razón de todas mis sonrisas. Le agradecí al doctor y salí corriendo tras ella. La busqué por todos lados, ya que no la encontré llamé a su celular.

-Estoy en el auto.- dijo llorando y colgó.

Guardé el teléfono y corrí hacia el auto. Cuando llegué vi a Irina recostada del auto y sus manos en su rostro. Me puse detrás de ella y la abracé.

-Pequeña, debes entender... está en peligro tu vida, ¿Me dejarás solo? ¿Dejarás solo a tú padre? Irina, nos casaremos, piensa en nuestro futuro.- ella se apartó de mi abrazo fuertemente.

-No Fabián. ¡Eres un egoísta! Mi bebé, Nuestro bebé no tiene culpa de nada. Es una cosita pequeñita, pero vive.. vive dentro de mi, es el fruto de nuestro amor Fabián. Si no hubieras llegado a mi vida, créeme que lo hubiera abortado ¿Sabes porqué?- niego. -Porque era una maldita tonta y mimada, ahora me siento más mujer, más madura... todo es gracias a ti. Ahora me dices que no ay nada que hacer ¡Pues no! Me niego.- dice en un gran llanto.

-Maldición Irina, ¿Y tú piensas que no me duele? Me hice una gran ilusión dentro de mi cabeza, me imaginé a una hermosa niña corriendo por nuestra casa... una niña con una sonrisa hermosa igual a la tuya.- cae una lágrima por mi mejilla, luego acaricio sus labios. -Irina, debes entender que no es decisión nuestra.- digo algo molesto.

Ella comienza a llorar, odio tanto que llore. Pero Dios me da coraje, sé que es un bebito indefenso, pero ella está viva, no permitiré que se vaya de mi lado.

Me monté en el auto muy molesto, ella me miró algo sorprendida, pero se montó en el auto. Todo el camino fue silencioso... un silencio incómodo.

-Fabián.- susurró Irina.

-¿Dime?- digo cortante.

-Apesar de que yo no esté, te quedarás con un pedazo de mi.-

No, no, no, no. Esa fue la gota que derramó el vaso.

-¿QUÉ? ¿QUÉ DICES? ESTÁS LOCA, MALDICIÓN.- grité frustrado.

Aceleré hasta llegar a su casa... me estacioné y quedé en silencio. Irina me observó por varios segundos, luego limpió sus lágrimas y se bajó del auto. Aceleré, solo necesito estar solo. No hay más que pensar... no dejaré que muera, es mi vida.

Irina

Me quedé pasmada. Todo esto me duele tanto, siento algo romperse dentro de mí... con lágrimas en mis ojos entré a mi casa.

-¿Irina, hija que sucede?- pregunta mi padre.

Corrí hacia él y lo abracé como hace mucho no lo hago. Quise dejar su olor en mi memoria.

¿Desde cuándo soy tan cursi?

-¿Mi niña qué ocurre?-

Limpié mis lágrimas y le dije que me acompañara. Nos sentamos en las sillas de la cocina y comencé a contarle todo desde el principio...

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Bueno aquí otro cap, espero que les haya gustado!!

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Besos ❤

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