ᴇsᴀ ᴇs ᴍɪ ᴄʜɪᴄᴀ | ᴊᴀᴄᴋ ᴄᴏɴᴡᴀʏ |

| Capítulo 20 |

- Dispara - Yun ordenó.

La oscuridad llego a los ojos de Megan.

-¡Horacio no!- Gustabo sentía que quitaban parte de su alma y sus ojos.

El disparo sonó.

El cuerpo se desvanecía sobre el suelo.
Cayendo con otro peso más.
Las motos se iban sin dejar rastro.

Dos cuerpos sobre un charco de sangre.

El oxígeno ya no era inhalado por ellos.

Una valiente y un heroe dejaron la ciudad de los santos.

Dejando a un chico sin sentimientos.
Dejando a un señor sin expresar sus sentimientos.

La noche era eterna.

Se sentía como el cuerpo era frio.
Como el corazón dejaba de latir.
Como las almas no querían.
Como el vacío se creaba en Gustabo.
Como la desesperación entraba a Conway.

No estaban listos.

Serían capaces de irse también.
De jamás separarse.

Sin los dos haber expresado sus sentimientos.

Sin los dos haberse dicho que eran los mejores amigos, los mejores hermanos.

Gustabo estaba dejando caer lágrimas.
A lado de los dos cuerpos sin vida.

-¡¿Que coño paso?!-Conway llegaba a la área del crimen.

Su alma no estaba, el cuerpo se manejaba en automático pero el consciente no lo estaba.

Corría a los cuerpos, pidiéndole explicaciones a Gustabo; El pobre no podía hablar.
El tocaba su cuello buscando algún pulso.
Pedía más silencio del que ya estaba.

-¡Estan vivos!- gritó Conway.
-No tenemos tiempo para esperar a la ambulancia lleva tu a Megan y yo a Horacio- El chico entregaba todas sus fuerzas al rejuntar a Horacio.

-Su pulso es demasiado bajo, si no llegamos los perderemos- Conway habló desesperado rejuntando a su amada.

Gustabo se fue en el coche de Megan con Horacio en el.

Conway se fue en su coche con Megan en el.

Perder a alguien era algo común en la vida de Conway; pero el hecho de ser Megan era como la vida lo mataba en carne propia.

Horacio era la unica familia que tenía Gustabo.

-Cariño,  se que estás ahí  por favor sigue mi voz- Conway cogía la mano de Megan.
-No te puedes ir, por favor escuchame, sigue mi voz- La chica estaba escogiendo un camino en lo más profundo de sus sueños;  la vida o la muerte.

-Ven y encuentrame como lo estabas haciendo- comenzaba a sudar frio.
-Te necesito conmigo, estaba comenzando a ver todo de colores- su voz se encontraba hecha trizas.
-Se que estás ahí, lo se, lo siento- apretaba aún más el agarré que ella no sostenía esta vez.
-Vuelve por favor, necesito ver tu sonrisa al sentir la adrenalina, necesito ver a tu madre interior al defender aquellos dos anormales, necesito ver esos ojos llenos de misterio, necesito tu voz diciendome que todo esta bien cuando no lo esta; necesito de ti- La velocidad en la que el manejaba era increíble.

Susurraba y a la vez gritaba tantas cosas, besando y apretando más fuerte la mano de Megan.

Gustabo venia atrás de el pidiéndole a la vida que no se lo arrebate.

-Horacio tio, no me dejes solo con el- Gustabo daba pequeñas palmadas en la mejilla de Horacio.
-Te prometo que te comeras todos los problemas hasta quedar como un gordo asqueroso- sentía dolor.
-Recuerdo que de pequeños queriamos gobernar el mundo- reía con melancolía.
-Eres un Héroe, eres mi Héroe, eres el héroe que todos quieren y admiran- manejaba a la par de Conway.