-Me gustas ¿Te gusto?- volvió a replicar Horacio.
-¿No estas de coña?- lo unico que Volkov podía decir.
-Me gustas ¿Te gusto?- Repetía Horacio por milesima vez.
-¿Si era asi Gustabo?- preguntaba susurrando apenado pensando que no era el momento como el pensaba.
-Claro que si vas bien- respondió el al susurro -Los dejare voy a ir a molestar al viejo ese, allá esta el baño por si quieren hacer cosillas que ustedes saben- Gustabo se contenia de la risa sabia que eso avergonzaría a su compañero, pero solo resivio una mirada amenazadora de Volkov.
Los dejó solos mientras uno rechaza y el otro insistía.
-¡Papu!- entró gritando de emoción como si nunca lo habia visto.
-¡Que no sabes tocar capullo! ¡Mira lo que ocacionaste!- gritó Conway señalando el suelo donde estaba el cigarrillo que estaba por terminar.
-Perdone usted, no era mi intención- contestó el un poco apenado por aquello
-¿Hoy iremos a buscar a la chica?- agregó.
-Por supuesto que si, ustedes dos se van a infiltrar como dos sacos de mierda jugando a los carritos- notaba la emocion de Gustabo desde las gafas oscuras que tenía.
-Ve por Horacio para realizar el plan- pidió.
Solo se escucho un "si" y la puerta cerrarse, el solo deseaba tenerla aquí realizando millones de preguntas.
-¡Abuelo! ¿Que iremos por la bella chica?-
entró Horacio tan emocionado que no lo sabía ocultar.
Gustabo solo le preguntaba a susurros que tal le fue con Volkov pero por la ignorancia que recibía sabia que no le fue bien.
-Si y deja tus comentarios de mierda aun lado- respondió serio, tratando de ocultar la tantita emoción que sentía.
El transcurso del día fue bastante atarantado, solo eran regaños de Conway hacía los chicos, poniendo millones de advertencias que no harían ninguna estupidez.
Llegó la noche y ella se encontraba saliendo de su casa para ir directamente al lugar acordado, sintiendo el dinero en su mano como todas las noches.
El mandaba a sus "hijos" para la pequeña misión que podía complicarse.
-Oye Horacio- decía gustabo mientras veía su celular.
-¿Que pasa?- respondió el sujeto sin quitar la vista del camino.
-¿Y si apostamos y nos jugamos una carrera?- contestó el con una sonrisa de malicia esperando que su amigo aceptara aquel trato que no estaba en el plan.
-¿Me estas diciendo que dejemos el plan aun lado y que papu nos regañe?- Gustabo solo asintió.
Los dos hermanos llenos de alegría celebrando pero casi cochaban y se pusieron serios.
Llegada al sitio acordado los dos hombres aparcaron el coche y salieron de el esperando a la chica.
Minutos después se notaba como se abría el camino dejando ver al precioso Dodge.
Era ella.
-Horacio mira- dijo el señalando el carro.
-Vamos antes que se terminen las apuestas- contestó caminando con su compañero.
-¿Y ustedes quienes son?- decía una tipa bastante borracha a decir verdad.
-Somos tus papás estamos decepcionados de ti, a tomar por culo- respondió Gustabo siguiendo el camino.
La chica estaba platicando con sus amigos pero fueron interrumpidos por Gustabo y Horacio.
-¿Les puedo ayudar en algo?- preguntaba ella algo desconfiada nunca los habia visto.
-Venimos a correr y sobre todo a apostar- respondió Gustabo -¿Se puede?- Terminó de decir Horacio.
Ella solo señalo con quien deberían de apostar.
-En 5 minutos empieza la carrera por mientras pueden hacer lo que quieran, por allá hay cervezas.
-Gracias- hablaron los dos.
Los coches ya estaban posicionándose en su respectivo lugar.
Los chicos tenían miedo, por miles de cosas que hicieron jamás fueron a una carrera ilegal.
-¡Fuera!- la chica gritó apartandose de no ser atropellada mientras los demás acelerando hasta no verse más.
-¡Dale Horacio! ¡Vamos a perder!
-¡Le estoy dando!
-¡Horacio que le des coño!- gritaba el desesperado.
Por fin pudieron acelerar de más sobrepasando uno.
-¡Aparta hijo de puta!- Gritaba horacio mientras sobrepasaban a los carros.
La chica siempre estaba en el puesto uno y nadie se lo quitaba.
-¡Mira Horacio! ¡Ya casi le ganamos!- gritaba emocionado sin saber que le esperaba.
De un momento a otro todos pasaron como Flash pegando un susto, dejando salir fuego azul.
La chica los dejó y despues de unos segundos presiono el botón mientras sobrepasaba a todos dejándolos atrás.
Llegando a la meta, Megan se bajó del coche y se tomaba un maravilloso sorbo de cerveza en honor a su victoria.
Sintió luces atras y observo que eran los chicos sin nitrógeno, Gustabo y Horacio.
Ellos no sabian que se necesitaba eso.
Megan les dió ternura mientras los demás se reían.
Se acercó a ellos mientras que Gustabo y Horacio no sabían si hablarle a Conway.
-¡Chicos! Estuvieron bien para su primera vez- habló Megan
-Gracias guapa- respondió Gustabo
Horacio estaba quieto, no paraba de mirar los ojos de Megan.
-Más tarde habrá una fiesta en mi casa; los espero allá, lleven lo que quieran- dicho eso entrego un pequeño papel con la dirección.
-Esperemos y Conway nos deje- respondió Horacio.
Drasticamente recibió un golpe de su compañero.
-¿Conway?- Megan los miró algo confundida.
-Esta loco, no le hagas caso, nos marchamos pero allá estaremos puntuales- respondio Gustabo tratando de ocultar la estupidez que cometió su compañero.
La chica asintió y ellos se fueron.
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ᴇsᴀ ᴇs ᴍɪ ᴄʜɪᴄᴀ | ᴊᴀᴄᴋ ᴄᴏɴᴡᴀʏ |
حركة (أكشن)Muéstrame cómo conduces y te mostraré quién eres. PRIMERA PARTE
