| Capítulo 3 |

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A lo lejos se visualiza un Dodge Charger RT 1970 que por dentro se podía inhalar esa frescura olor esa esencia de grase combianda con jazmín egipcio, era un toque suave pero agresivo, siempre dejando rastro de ello relajante calido y lindo pero como siempre fresco como la noche.

Era esa chica que tenia a todos de su mano, que podia ser la más angelical pero por dentro se parecía ver ese toque de demonio que no siempre salía y se mantenía firme ante todos.

Todos realizaban apuestas mientras abrían camino para que la doncella se pusiera en punto de encuentro mientras otros 5 más se ponían a los lados de ella esperando la salida para correr y ganar.

Conway por lo tanto ansiaba por llegar solo que miles de carros detenian u llenaban de desesperació, esté señor que tarde o temprano morirá de un paro cardiaco de tanto enojo y desesperación.

Se escuchaban los motores rugir esperando la salida del pañuelo de la mujer enfrente de los vehículos con la esperanza de no ser atropellada al momento de arrancar.
El sujeto con tatuajes gritaba que si ya nadie iba a apostar a lo que nadie contesto diendo a entender que empezara ya.

El hombre asintió con la cabeza a la doncella donde ella al momento alzo el brazo con el pañuelo en ella
-¿Están listos?- los cinco solo volvieron a rugir aceptando que si.

-¡1! ¡2!- sonriendo con malicia volteando a los carros para luego tirar de su brazo todos salieron del lugar camino a la meta preparando estrategias para ganar.

Esta tirando de el coche sonriendo por que su mismo ego decía que ella ganaría como siempre, era dueña de las calles y las calles la amaban a ella.

Los demas luchaban entre si adelantándose unos a otros gritandose mierdas y solo tenian el coraje en su ser.

Un conductor chocó contra un poste pero por suerte este salió del coche y la importancia del enojo pateo de el, se quedo sin quincena el pobre.
Otro sonrio y le quedaban 3 de ellos por ganar solo que uno jugo mal queriendo chocar con otro pero este lo dejó irse por lado que este perdio el control del coche.
Solo quedaban 3 y ellos no se darían por vencidos, pasaban por pequeños puntos donde estaba la gente gritando que ganaran.

Megan notó a un enemigo a lado de ella el solo le grito que siempre había una primera vez para perder; con ello el presionó el boton rojo para dejar salir el nitrógeno.

Ella solo río y solo esperaba el momento

Segundos el coche de aquel presumido sacó humo dejando de funcionar, ella solo sonrió pasando por ahí firme y sonriente.

-¡Demasiado tarde cariño!- hizo la misma acción dejando caer más el pie en el acelerador mientras por un pequeño cubo salía fuego azul

Dejandose llevar a la meta donde todos esperaban a la ganadora.
Llegó y todos gritaban su nombre aplaudiendo y abrazando a Megan deseando que casi les diera un autógrafo.

El joven de las apuestas entregó su dinero el cual ella recibio y abrazó a quienes podían.

Despues de felicitar y seguir tomando festejando el triunfo un sonido terminó la diversión solo creando para si mismos miedo a terminar en el bote; las sirenas de los mismos zetas, se sentia al hombre Conway lleno de furia esperando a empapelar a todos y meterlos a donde merecen estar.

Todos corrían y unos chocaban con otros, algunos fueron capturados pero ella jamás se a dejado agarrar.

Se subió al coche y arrancó tratando de no ser persiguida pero en cambio aquel hombre no le daria el gusto.

-Torrente bajate y quedate aqui, yo voy por aquella muñeca- torrente se bajo y fue por los demás aquel arranco y se dirijo por el camino de la mujer.

La mujer sentia una alivia al no ver nada para irse directo a su casa y dormir victoriosamente.

Las sirenas volvieron a sonar aquel zeta venia con todo, y ella solo volvio a acelerar.

La persecución duró bastante solo ellos dos sentían estrés uno por no atrapar y otra por no dejarse atrapar.

Se metieron a carretera de nuevo donde habían no muchos pero suficientes coches para perderse entre ellos.

-Maldita sea quien parió a este hijo de puta, no se rinde- ella solo veía y maldecia por el retrovisor.

Al momento de sobrepasar los coches a lo lejos se notaba un pequeño y gran debut para ella podria ese ser su unica salida y perderlo de vista.

Conway solo le sudaban las manos en el volante harto de tanta persecución queria volar y caer en su coche arrastrarla hasta la federal para despues deprimirse en su cama hasta quedarse dormido.

La chica tomó el volante dando vuelta a la izquierda para salir por el otro carril e irse haciendo lo que bien sabe hacer.

Generando el drifting el la tomó por la sopresa haciendo lo mismo pero del lado contrario creando un circulo; todo se volvió lento, las llantas rechinan y sacaban humo dejando en el suelo la marca de ellas, todo era tan lento por las bajas ventanillas se dejaba ver a la chica dejando volar su cabello suelto con el aire con esa mirada que hipnotizó al rey del hielo, con su sonrisa llena de malicia sonrió de lado, era tan lento que se miraban entre si, ella se despidió dejando volar un beso y guiñando el ojo. Saliendo por aquel carril izquierdo.

Conway se quedó perplejo ante su mirada de aquella chica perdiendo el control tanto de sus sentimientos como en el zeta chocando con otro coche.

El solo golpeo el volante mirando el Dodger irse rápidamente hasta perderla de vista.

-Hija de perra.

ᴇsᴀ ᴇs ᴍɪ ᴄʜɪᴄᴀ  | ᴊᴀᴄᴋ ᴄᴏɴᴡᴀʏ |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora