| Capitulo 17 |

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-Gustabo, ¿Crees que Volkov algún día me quiera?- Horacio estaba de copiloto en el zeta.
-Vamos Horacio, no seas payaso- Gustabo trataba de reanimar a su hermano mientras el conducía.
-¡Perraco! Te estoy diciendo algo que me afecta bastante- Horacio miraba por la ventana pensando en Volkov.
-La única persona que te va a querer más soy yo por más insoportable que seas- Gustabo sonreía aún mirando al frente.
-Solo necesito una amor que no sea familia Gustabo- la mirada de Horacio solo causaba tristeza.
- A ver Horacio, Volkov no es igual que Conway, créeme que el va a explorar nuevos sentimientos y será contigo, solo espera- distraía su mirada en Horacio.
-Es difícil esperar tio- dejaba caer una lagrima y limpiarla al momento de sentirla.
-Te vas a comer ese problema no te preocupes- manejaba dejando de ver al frente riendose con su compañero.

Un claxon volvía atraer su atención al frente.

-¡Gustabo cuidado!- Horario cubría su cara con sus brazos esperando el golpe del coche.
El conductor alcanzó a esquivar el auto que venía enfrente pero la suerte no la siguió más, estrellándose contra una pizzería lamentablemente un repartidor quedó tirando en el suelo y su motocicleta aun lado, saliendo humo de ella.
Los dos compañeros estaban mareados, el cinturón de seguridad que tanto repetía el Superintendente como un padre cuidando de sus hijos.
Gustabo estaba más afectado pues el se estrelló contra la ventana.

-Gustabo respondeme ¿Estas bien?- Gustabo sentía como el mundo se movía rapidamente.
-Dios mio Horacio no vuelvas a hablarme de tu querido comisario mientras manejo- habló dejando a su amigo más aliviado.
-Que te follen- el crestas salía del auto tratando volver a tener el mismo equilibrio de siempre.

El repartidor se encontraba inconsciente, tenía el pulso demasiado bajo, pues al caer al suelo no tenia el casco.

-¡Gustabo! ¡Corre! ¡Está herido!- comenzaba a hacer presión en la herida llenándose de sangre.

Escuchaba como Gustabo pedía refuerzos.

-¡Necesitamos a una ambulancia!- Gustabo gritaba a la radio.

Recibiendo codigos refiriendose cual era su dirección su alteración no les ayudaba a hablar claramente más que repetir la mayoría palabras.

-¡Coño ya le dije que no se donde estamos ustedes tienes rastreadores en los zetas ¿no?- Horacio no sabía si mirar a su compañero o al hombre que estaba en el suelo.
-¡Dense prisa señora que no tenemos todo el tiempo!- terminaba de gritar en la radio dirigiéndose con Horacio.
-Diablos Horacio, el viejo le va a dar otro paro- ayudaba Horacio a hacer presión mientras le hablaban entre los dos para no perderlo.

Perdían tanto sangre, esperanza y pocos valiosos minutos en lo que llegaba la ambulancia.
El sonido que se acostumbra a escuchar en una ambulancia se acercaba a toda velocidad.

-¡Gustabo allá están!-Horacio dejaba de hacer presión separando de el igual que Gustabo.
-Van a tener que venir con nosotros, tienen heridas graves- uno de los paramédicos los guiaba a la ambulancia.

Ellos entraron sin problema, solo creaban historiad de como Conway los mataría en mil formas, por herir a un civil.
Subieron al hombre en camilla eran alrededor de 3 paramedicos los necesarios para curar a las personas.

Llegaron al hospital, se disparcieron las personas que estorbaban en la entrada.
Horacio y Gustabo estaban en una habitación y el civil en otra.

-¿Por que Conway no llega?-Horacio se sentía extrañado al necesitar de los regaños del Superintendente.
-Puede que pedi refuerzos a la comisaria pero jamas directamente a Conway, y dudo que este avisado de esto- Gustabo al hablar necesitaba ver a la persona que había llamado sin dudar.
-¿A quien le llamaste?- Horacio revisaba sus heridas vendadas.

ᴇsᴀ ᴇs ᴍɪ ᴄʜɪᴄᴀ  | ᴊᴀᴄᴋ ᴄᴏɴᴡᴀʏ |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora