| Capítulo 39 |

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-No quiero ir a trabajar- reprochaba acurrucándose más entre las sábanas.
-Vamos, la ciudad te espera- Trataba de sentarme pero Conway volvía atraerme a el.
-Que me espere lo que necesite, hoy quiero estar así contigo todo el día- La voz de el en las mañanas era más ronca de lo normal, y eso para mi era bastante relajante.
-Cuando terminemos con el mundo tendremos la galaxia completa para ser unos infelices de vacaciones- Dejaba un beso en la comisura de sus labios.

Me levantaba de la cama escuchando sus maldiciones de que no quería levantarse.

-Mueve el culo anda- Insistía levantando una almohada del suelo, arrojando en su dirección.
-No me toques los cojones, mujer- Regresaba la almohada a mi dirección.
-No me toques los cojones, mujer- Lo imitaba forzando la voz más gruesa aventando la almohada; esta vez cayó en su cara y eso alarmo loco diablo.
-¡Que hija de la gran puta!- reía devolviendo el golpe.
-Ya, basta, no me obligues a.....- Me señalaba con el dedo índice; fue obligado a callarse cuando la misma almohada estaba  en su cara.

-Nono, esta bien- Retrocedía poco a poco cuando el comenzaba a pararse.
-Cuando me pongo nervioso pasan cosas raras, y tu me pusiste muy nervioso- Entonaba la voz sonriendo hostilmente, dotando su personalidad a un loco psicópata.

Tenía los ojos exaltados y sonrisa bastante fingida pero que era de miedo a la vez.

-Alejate de mi- Comenzaba a correr por toda la habitación.
-Ven aquí muñequita, no te haré daño- murmuro entre dientes corriendo atrás de mí.
-¡No! ¡Basta! ¡Déjame!- Gritaba brincando en la cama.

Mi risa era de nervios y no sabía si la de el sería con la misma intención.

El se subía a la cama con las manos al frente como si un oso tuviera a su presa.
Yo estaba en la cabecera de la cama acorralada.

-Te tengo- Se arrojó contra mi comenzando hacerme cosquillas haciéndome resbalar hasta la cama.
-Te voy a matar con mis propias manos- Maldecía haciendo que las cosquillas hicieran que yo gritará.
-¡Déjame en paz!- Trataba de gritar entre las risas, la respiracion se agito y la panza comenzo a doler.

Intentaba quitármelo sobre mí pero se mantenía en una postura muy pesada.
-¡Ven aquí muñeca!- grito en el suelo donde lo había tirado.

Salía de la habitación corriendo por los pasillos gritando entre risas que me dejará en paz.
La casa no estaba grande pero tenía los suficientes muebles que sirven como obstáculos.
Me colocaba en una pared que era el pasillo donde daba vuelta de la cocina al sofá.

Mi respiración era agitada, y tenía miedo de me encontrara y sería peor el castigo por escaparme de el.
Ya no se escuchaba nada, todo era completo silencio, era muy raro.
Volteaba a ver el sofá y la entrada si el estaría por el lugar buscandome.
-¿Me estabas esperando?- susurro en mi oído haciendo que sintiera escalofríos, mis ojos se llenaron de miedo y mi cuerpo se congelo al sentirlo.

Grite del susto y el tapo mi boca rápidamente.

-Tenemos algo pendiente por terminar, muñequita- Me levantó colocándome en sus hombros.
-Bájame ya imbécil- Lo golpeaba con dificultad puesto que toda la fuerza estaba en mi risa contagiosa y catarina.
-Uh ¿Con esa boca le hablas a tu superior?- entraba a la habitación cerrando la puerta detrás de el.
-Basta de cosquillas, vas a terminar matándome- Me bajo de sus hombros dejándome en la cama.
-¿Que cosquillas? ¿Estás?- Eran aún peor, mi risa era totalmente escandalosa.

No podía hablar bien, el estómago comenzaba a dolerme.
El estaba sobre mí con una sonrisa muy divertida soltando algunas risas.
-¡Para ya! ¡Que no puedo respirar!- Lo empujaba con la misma dificultad.
-¡Te dije que te mataría!- gritó formando una sonrisa maligna.

ᴇsᴀ ᴇs ᴍɪ ᴄʜɪᴄᴀ  | ᴊᴀᴄᴋ ᴄᴏɴᴡᴀʏ |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora