-¿Volkov que hice ayer?- Conway se sentía apenado y raro al no saber que paso.
-Nada, no te preocupes por ello- El ruso evitaba su mirada.
-Que coño hice ayer- alzó la voz exigiendo una explicación.
-Nada, solo tomaste unas copas y te traje a casa- El comisario jamás haría bien era el mentir.
-No, es algo más que eso; Megan no contesta mis llamadas- revisaba su teléfono al ver las llamadas que Megan jamás recibió.Unos minutos más de necesitar lo que pasó el día anterior era lo suficiente para tener un día totalmente pesado y terrible.
El ruso no resistió más a la presión de Conway pues dicho a lo que explicó todo a detalle como Megan lo había explicado fue suficiente para dejar picada la mente de Conway y el sentimiento de arrepentimiento.El no era así, odiaba a las personas que lo eran.
Aún así el error estaba, de alguna forma todos llegan a tener una imagen falsa de si mismos incluso no estando conscientes.-Dios que puto asco- se frotaba ojos son frustración.
-Correcto lo mismo dijo ella, Megan- confesó riendo atrayendo un poco de humor.
-Ese es el problema- mencionó desanimado.
-¿Que ocurre?- buscaba la mirada perdida de su compañero.
-No se, es todo y a la vez es nada- lo miraba al fin, era una mirada totalmente vacía.
-Nadie puede confundirnos tanto como nosotros mismos- recordo a Horacio, pues vivía en el mismo sentimiento de cada mañana.-¡10-32! ¡10-32! ¡10-32!- Ivanov gritaba por la radio de Volkov.
-10-20-preguntaba Volkov alarmado.
-¡En la misma joyería!- Unos disparos se escuchaban al fondo.
-¡Agente herido! ¡Repito! ¡Agente herido!- Esta vez era Paola quien gritaba desesperada.
-10-4- respondió Volkov.Los dos salieron rápido del departamento.
-¡Donde coño está mi puto coche!- gritaba exaltado de preocupación y coraje mirando por todos lados.
-¡Sube ya! Megan se lo llevo en la noche- El comisario entraba al auto a continuación de el fue el Superintendente.El camino fue rápido y solo eran quejas de Conway del por que se lo había llevado, cuando Volkov le respondió las veces que el preguntaba de manera tranquila.
Llegaron a la Joyería.
Se podía visualizar una ambulancia cerca del lugar con Paola sangrando.
Gustabo y Horacio permanecieron enfrente de los delincuentes haciendo tratos para no tener más heridos.
-Quítate gilipollas- Conway empujaba a quien se le estorbe el camino.
-Tranquilo papu lo tenemos bajo control- Gustabo le interponía el paso.
-¿Dices que tener todo bajo control es tener una compañera en una puta ambulancia gilipollas?- Sacaba la porra.
-Usted llega tarde, lo siento- alzaba los hombros.
-¿Cuando no esté yo ustedes que haran? ¿Volveran de putos basureros?- Los dos estaban olvidando que tenían un atraco enfrente de ellos.
-Mientras el jefe no seas tu- Gustabo se retorcía un paso pues sabía que bromeaba pero el Superintendente no.-¡Aléjense todos! Se hará una persecución 10 segundos después que ellos salgan!- ordenaba Horacio y todos aun así obedecían.
Todos se colocaban en sus zetas con el acelerador listo.
Conway y Gustabo no estaban suficientemente bien para entender.
-Cuando volvamos a la comisaría tendré una platica seria contigo y Horacio ¿Entendiste?- lo amenazó con la mirada.
-Si p-a-p-á- burlaba de él entonando más la última palabra.Gustabo y Horacio estaban con Conway.
Volkov estaba con Greco.
Ivanov estaba solo; su compañera estaba herida.
Contaron supuestamente 10 segundos cuando fueron máximo 5.
Comenzaron la persecución.
Conway era el primero.
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ᴇsᴀ ᴇs ᴍɪ ᴄʜɪᴄᴀ | ᴊᴀᴄᴋ ᴄᴏɴᴡᴀʏ |
AksiMuéstrame cómo conduces y te mostraré quién eres. PRIMERA PARTE